Aunque inicialmente el Departamento de Educación calendarizó que para diciembre culminaría la primera fase del programa para atender el problema de columnas cortas en las escuelas, la agencia recalendarizó el fin de esa primera fase para marzo.
De esta forma, aún quedan unas 25 escuelas de las 426 que fueron incluidas en esta etapa de la reconstrucción, afirmó Enrique Questell, director de la Oficina de Infraestructura y Reconstrucción de la agencia.
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“La Autoridad para el Financiamiento de la Infraestructura (AFI) hizo una asignación para atender un universo de escuelas que se habían identificado como columnas cortas. Eso da para atender 426 escuelas. Ya se nos han entregado 400 de ellas. Hay otras 25 escuelas que permanecen en construcción. Las últimas de ellas, algunas entran en enero y otras en febrero, pero la última está pautada para marzo”, explicó Questell en entrevista telefónica con Metro Puerto Rico.
La asignación de fondos para la primera fase de ese programa totalizó unos $276 millones. Del total de 843 escuelas, 173 no tienen columnas cortas.
Este programa no es el mismo que atiende planteles escolares afectados por los temblores del 2020. En ese, se han atendido unas 128 escuelas de 156 identificadas en Yauco, Guayanilla, Ponce, Utuado, Guánica, Peñuelas, San Germán, Lajas, Las Marías, Mayagüez, Juan Díaz, Jayuya y Sabana Grande.
De acuerdo a Questell, la demora en eliminar las columnas cortas se debe a que tuvieron que añadir unas 178 planteles. “Diciembre del año que viene sigue siendo la meta para el universo de escuelas que no se han impactado aún”, sostuvo el funcionario.
En agosto, Educación adelantó durante una mesa redonda con periodistas que esperaba culminar el proceso de reconstrucción en diciembre. Aunque la estrategia anunciada suponía arreglar planteles en todas las regiones, la agencia le estaba dando prioridad a aquellas afectadas por los sismos en el suroeste de Puerto Rico.
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El trabajo se dividió en tres fases: la estabilización en las escuelas circundantes donde ocurrió el terremoto, la eliminación de las columnas cortas, el sellado de techo, remoción de hongos, pintar estructuras y un plan de reconstrucción.
“Todavía tenemos un universo de escuelas que no se han atendido por daños mayores. Algunas de estas se han ubicado al personal en facilidades alternas”, dijo el funcionario.
“Pero hemos tenido retos. Se han subastado las escuelas y han llegado altas (las cotizaciones). Algunas no han tenido ningún licitador… Lo mismo con tres escuelas en la región”, agregó. La situación con los procesos competitivos y el aumento en los costos de construcción es una que se repite en proyectos del Departamento de Vivienda, de municipios, corporaciones y otras entidades con proyectos de reconstrucción.
