Del CPI.
Desde 2016, la Agencia de Protección Ambiental (EPA, en inglés) comenzó a exigir a siete compañías que usan el óxido de etileno para esterilizar equipos médicos en Puerto Rico medidas para mitigar impactos sobre las comunidades, como es el peligro de cáncer por la exposición a largo plazo. Pero no será hasta el 2023 que habrá un reglamento que exija reducir a un 99.99% las emisiones de este químico, reconoció Carmen Guerrero Pérez, directora de la División de Protección Ambiental del Caribe en EPA.
La reglamentación actual solo exige a estas empresas la reducción del 99% de las emisiones de EtO, a pesar de que desde 2016 se sabe que la exposición al químico puede ocasionar cáncer.
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De las siete empresas esterilizadoras establecidas en Puerto Rico, EPA señaló a cuatro como las más riesgosas para las comunidades: Edwards Lifesciences Technology Sarl, en Añasco; Steri-Tech, en Salinas; Customed, en Fajardo; y Medtronic Puerto Rico, en Villalba. Las tres restantes son Medtronic, en Juncos; Guidant Puerto Rico (ahora Boston Scientific), en Dorado; y St. Jude Medical, también conocida como Abbott, en Arecibo.
En 2018, los datos de la Evaluación Nacional de Tóxicos en el Aire revelaron altas concentraciones de EtO que se identificaron como riesgosas para la población inmediata de las plantas en Estados Unidos, incluido Puerto Rico. Durante los dos años siguientes, EPA recopiló datos de emisiones de las instalaciones que usan el compuesto para determinar dónde se concentran las áreas de mayor riesgo, cuyos resultados se publicaron a principios de agosto.
Mixtas las reacciones de los vecinos de las empresas
Vecinos de las comunidades en el entorno de las cuatro compañías que más les amenazan su salud viven entre el enfado por los efectos que sus operaciones tienen sobre la calidad del aire y el agradecimiento por tener una fuente de empleo, según varios testimonios.
Juan y Edna Mosquera son residentes de la comunidad La Margarita en Salinas, donde está la compañía Steri-Tech que, según la EPA, registró una de las mayores cantidades de emisiones de óxido de etileno en Puerto Rico y Estados Unidos.
Durante una reunión comunitaria organizada por la EPA para alertar sobre el alto nivel de riesgo por las emisiones, la pareja se marchó a mitad de la presentación indignada por la información sobre las estrategias para manejar la contaminación que les presentaba José Font, director adjunto de la División de Protección Ambiental del Caribe (CEPD, en inglés) de EPA.
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En un aparte con el CPI, la pareja expresó que se molestaron porque, según ellos, la EPA no expuso la magnitud del problema y presentó estimados “conservadores” que indican que las probabilidades de riesgo de cáncer debido a este químico es de una entre 10,000 personas por una exposición prolongada durante 70 años. Algunas de estas compañías operan en Puerto Rico desde hace más de tres décadas, como es el caso de Edwards, Medtronic y Boston Scientific.
“Ellos están minimizando todo el problema que existe aquí. Él dice que va a tomar 70 años a largo plazo. A una gente que está enferma, que está mayor, les da esa enfermedad… Ellos están presentando esto como si trabajaran para la compañía, no para la EPA”, dijo Juan Mosquera.
Con ellos coincidió Lillian Melero, residente de la misma comunidad, al manifestar su preocupación por la incidencia de cáncer que ha afectado a su familia — su prima falleció de cáncer de mama —. Melero dijo que mudarse a otra parte no es económicamente viable para los residentes.
Otra vecina, Nora López, expuso en la reunión la poca credibilidad que, por experiencia propia, tiene la afirmación de la EPA respecto a que los contaminantes emitidos por estas fábricas pueden ser perjudiciales tras una exposición por siete décadas.
“No, no creo en eso. Tres veces he tenido cáncer y yo soy una persona de la tercera edad. Lo que más me apena es mi nuera, una mujer joven, productiva, [que] trabajó en Steri-Tech, vive en La Margarita, tiene dos niños pequeños y tiene un cáncer que la está matando. Oigo muchos tecnicismos, oigo muchas promesas, pero y la vida, ¿a quién le interesa la vida de los enfermos de cáncer?”, exclamó López.
Una preocupación similar cargan Ildefonso Ruiz y Milagros Roldán, quienes residen en el barrio María en Añasco, a pasos de la empresa Edwards Lifesciences Technology Sarl, otra de las compañías señaladas por EPA por usar el compuesto.
La pareja reconoce que la empresa es una fuente de desarrollo económico y empleo en la zona noroeste, pero les preocupa que las emisiones de EtO puedan ser dañinas para la salud humana, por lo que ocasionalmente se trasladan a una segunda residencia que tienen en Moca para evitar “estar tan expuestos” al tóxico. La pareja también sembró plantas y árboles frente a la casa para “protegerse de químicos”, dijeron.
Edwards Lifesciences, registrada en Puerto Rico en 1972 y que comenzó a esterilizar dispositivos médicos en 1989, emplea a 850 personas, principalmente de los municipios de Añasco, Moca y Mayagüez. Según datos de la EPA, en el periodo entre 2012 y 2021, Añasco fue la octava ciudad de entre todos los estados y territorios con el mayor registro de emisiones de EtO.