La temporada de huracanes no necesariamente tiene que ser catalogada como activa para que deje serios daños. Ese es el caso de la que culminará mañana y que a pesar de ser considerada como una “normal” por el Servicio Nacional de Meteorología (SNM), trajo el paso del huracán Fiona, así como problemas de inundaciones y deslizamientos.
Según el meteorólogo Emmanuel Rodríguez, del SNM, basado en números fue una temporada normal, contrario al pronóstico original de la Administración Nacional de Océanos y Atmósfera de EE.UU. (NOAA). Se define una temporada normal como una temporada que tiene 14 tormentas, de las cuales siete llegan a convertirse en huracanes y de esos siete huracanes, tres alcanzan la categoría intensa.
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“Este año tuvimos 14 tormentas, que ahí estuvimos normal. De ellas, ocho se convirtieron en huracanes, que estuvimos un poquito por encima de lo normal y solamente dos alcanzaron la categoría intensa, que es categoría 3 en adelante, que fueron Ian y Fiona”, explicó.
Rodríguez asegura que también fue una temporada inusual porque en el mes de agosto, que usualmente es uno de los meses más activos de la temporada, no se desarrolló ningún sistema.
“Eso no pasaba desde 1997. Esa deficiencia de tormentas en agosto probablemente fue la que causó que no se cumpliera la parte alta del pronóstico o que la temporada fuera tan activa como se esperaba”, sostuvo.
A diferencia de este año, la temporada de huracanes de 2021 fue muy activa. Rodríguez señaló que se desarrollaron 21 tormentas, de las cuales siete alcanzaron la categoría de huracanes y cuatro fueron huracanes intensos.
“Esa fue una temporada bien activa”, dijo. Afortunadamente, ningún fenómenos azotó la isla.
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“Este año tuvimos a Fiona. Hay años que son activos y no tenemos ciclones que no nos pasan por encima, pero este año nos pasó Fiona. En general el año estuvo un tanto extremo porque hasta julio estuvimos en sequía. Estuvimos a punto de racionamiento. Una vez se abrió la pluma en septiembre empezaron a llegar estas ondas tropicales, inclusive Fiona y los fenómenos que pasaron después de Fiona que no fueron huracanes pero que trajeron bastante lluvia, pues verdaderamente nos trajeron problemas de inundación y deslizamiento. Podríamos concluir que si la temporada es activa o no, no necesariamente influye en que vamos a ser impactados o no”, sostuvo.
Son varios factores los que determinan si una temporada será activa o no, entre ellos si se dará el fenómeno de El Niño, La Niña o será un año neutra.
“Usualmente los años que son neutrales o de La Niña, son años que tienden a afectarnos a nosotros. Pero El Niño ocasiona condiciones hostiles para la formación de ciclones y tienden a ser un tanto más seguros para nosotros”, explicó el experto.
Según Rodríguez, ahora el Centro de Predicción Climática estima que el año que viene pudiera ser neutral.
Por lo general el Centro de Predicción Climática emite estos pronósticos mensuales. Sin embargo, entiende que será hasta la primavera del año que viene cuando se podría determinar si vamos a tener un año neutral, si volviera a repetir La Niña por cuarto año consecutivo o si pasamos a El Niño.
Otros factores que podrían incidir en que la temporada sea activa o no es si hay una época lluviosa en los bosques de África, en la parte justo al sur del desierto del Sahara.
“Usualmente si ahí está lluvioso, las ondas tropicales tienden a ser más saludables. Esto es importante para determinar si la temporada será activa o no”, apuntó.
Por otro lado, el meteorólogo manifestó que pasada la temporada no se esperan grandes eventos de lluvia.
“Estamos entrando en un patrón mucho más seco, más invernal. En estos meses de invierno lo que pasa es que los frentes fríos se estacionan al norte de nosotros… Puede llover un poquito pero no estamos esperando inundaciones ni lluvias problemáticas”, aseguró.