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Puerto Rico en ruta a ser puente con comunidad sorda en Latinoamérica

La compañía Sorenson regresa al archipiélago con sus servicios de intérpretes virtuales y otros productos para facilitar la inclusión de las personas sordas en diferentes facetas.

Una mujer se comunica a través de señas por televideo en un ambiente laboral.
lenguaje de señas Mediante el lenguaje de señas se abre la inclusión de la comunidad sorda.

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Puerto Rico está próximo a contar con una empresa que podría abrir las puertas de la inclusión y convertir nuestro archipiélago en un centro estratégico para gestionar accesibilidad de servicios a las personas sordas en toda Latinoamérica.

La compañía de servicios de comunicación Sorenson, que ofrece intérpretes virtuales y con sede en Estados Unidos, pretende crear un centro de operaciones en la Isla para replicar estos esfuerzos en América Latina.

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Esta empresa se enfocaba originalmente en biotecnología con su sede principal en el estado de Utah, pero muchos de los miembros de la junta de directores son sordos, por lo que era difícil comunicarse con las otras sedes de la empresa. Para resolver el problema de comunicación, inventaron el videoteléfono en el 2003 para sustituir el TTY o teletipo, un dispositivo que permitía a las personas sordas comunicarse a través de mensajes de texto desde una línea de teléfono.

Sorenson ofrece servicios en Estados Unidos, Reino Unido, Canadá, pronto en España y en Puerto Rico.

Según Edwin Díaz Rosario, intérprete con 33 años de experiencia y gerente del centro de servicio al cliente que abrirá a principios del 2023 en el archipiélago, un error común es que las personas piensan que el lenguaje de señas americano (ASL, por sus siglas en inglés) es el mismo en todos los países, cuando en realidad cada país tiene uno diferente.

Por eso, Puerto Rico se convirtió en la única sede que ofrece sus servicios en ASL y español.

Los servicios que brindan a la comunidad sorda puertorriqueña son los siguientes: retransmisión de video (VRS), interpretación remota (VRI), interpretación en persona, y subtítulos en actividades o para estudiantes.

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Desde que comenzó la pandemia por el COVID-19, el servicio más popular es la interpretación remota.

Para lograr brindar este servicio a todo el archipiélago, Sorenson creó una alianza con la compañía de telecomunicaciones Claro para ofrecer conectividad confiable a Internet en el centro que está próximo a abrir.

Asimismo, están en el proceso de unirse a otras compañías locales desarrollando programas para poder proveer sus servicios a mayor escala.

Educación para intérpretes de señas

Previo al 2017, Sorenson tenía un centro de servicio al cliente que cerró tras el paso del huracán María. Ahora, con la apertura que se asoma a inicios del próximo año, la intención es convertirse en un lugar estratégico de operaciones para América Latina. Esperan poder replicar en la Isla el éxito que han tenido en Estados Unidos.

Por ejemplo, a principios de este año, la empresa lanzó un programa piloto con Amazon y Microsoft para apoyar el desarrollo académico y profesional de los intérpretes. El programa ofreció oportunidades de aprendizaje remuneradas para estudiantes que estuvieran inscritos o recién graduados de programas de educación de intérpretes.

“Cuando la compañía se fue en el 2017 de Puerto Rico, muchos de ese grupo de profesionales adiestrados se fueron también. Ya muchos de los compañeros están regresando porque queremos traerlos de vuelta a casa para que ese grupo adiestrado y capacitado haga lo mismo con generaciones futuras. Hay una cepa nueva de intérpretes que no todos tienen necesariamente el grado universitario en interpretación, de hecho, muy pocos en Puerto Rico lo tienen, y eso tiene un precio. Ese desfase que ha sucedido a raíz de que Sorenson proveía muchos de los adiestramientos a la comunidad, queremos traerlos de vuelta y ponernos en una posición para poder continuar lo que dejamos”, aseguró Díaz Rosario.

Invisibilidad de la comunidad sorda en Puerto Rico

El intérprete mencionó que una de las barreras que enfrenta la comunidad sorda es que los oyentes no conocen sus necesidades por falta de información.

Aunque no hay datos recientes, según el Instituto de Estadísticas (IEPR), en el 2018 había 218,495 adultos sordos en Puerto Rico, sin contar jóvenes y niños. Por otra parte, estudios realizados por la Universidad Interamericana de Puerto Rico (UIPR) indican que la cantidad total de personas con pérdida de audición asciende a 340,000.

También, la empresa Sorenson busca concienciar sobre la necesidad de que los negocios y oficinas gubernamentales tengan personas cualificadas para proveer el servicio de lenguaje de señas y garantizar sus derechos.

En una encuesta de 876 participantes del IEPR, el 75 % de los participantes sordos y el 53 % de los parcialmente sordos admitió tener dificultades en agencias del gobierno.

Sorenson tiene cerca de 5,000 intérpretes en Estados Unidos, de los 20,000 que hay en total, y antes de la pandemia tenían 90 centros de servicio al cliente, aunque al momento hay muchos más que se establecieron de manera remota, aprobados por la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC). Díaz Rosario señaló que, en Puerto Rico, aunque no todos tienen la preparación académica, tienen casi 200 intérpretes.

“Esta compañía va a tratar de hacer el máximo para que Puerto Rico no vea la accesibilidad como aquello que veíamos para los años 90 o los 2000, sino que vea lo que ahora se llama inclusión. Nos gustaría, en vez de tener que interpretarle a oyentes de la compañía para que le expliquen al sordo lo que tiene que hacer, que sea al revés, que los sordos que estén empleados quieran que los oyentes participen de la reunión y por eso está el intérprete. Queremos que entiendan como sociedad que, si no hay inclusión de los sordos en este proceso, no nos sirve tener mil intérpretes listos para interpretar porque ¿a quién le van a interpretar si no hay sordos en la fuerza laboral?”, planteó Díaz Rosario.

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