NACIONES UNIDAS (AP) — El embajador de Rusia ante Naciones Unidas Vassily Nebenzia acusó el lunes a Ucrania de usar el corredor naval que se implementó en el mar Negro para llevar cereales a los mercados mundiales “con fines militares y de sabotaje” contra su flota, y aseguró que por esa razón suspendió la implementación del acuerdo, por lo que no permitirá el libre tránsito de buques sin su consentimiento, como ocurre actualmente.
Durante una reunión de emergencia del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas convocada por Rusia, Nebenzia señaló que “el mar Negro sigue siendo un área de hostilidades” y “no podemos permitir el libre tránsito de buques sin nuestra inspección”. Añadió que “tomaremos nuestras propias medidas” para controlar los movimientos marítimos actuales, pero no dio más detalles.
PUBLICIDAD
Nebenzia acusó a Ucrania de llevar a cabo “ataques aéreos y marítimos a gran escala” contra la flota rusa en el mar Negro y contra infraestructura en Sebastópol durante las primeras horas del 29 de octubre “bajo el amparo del corredor humanitario para cereales”, el cual se estableció en un acuerdo firmado el 22 de julio. Como resultado, “la parte rusa no puede garantizar la seguridad de las embarcaciones civiles que participan en la iniciativa del mar Negro”, puntualizó.
La iniciativa del mar Negro estableció un Centro de Coordinación Conjunta en Turquía a fin de controlar e inspeccionar las embarcaciones que se dirijan a puntos de carga en tres puertos ucranianos en el mar Negro y los buques cargados que se dirijan a mercados del resto del mundo. El centro de coordinación cuenta con representantes de Rusia, Ucrania, Turquía y Naciones Unidas.
Martin Griffiths, secretario general adjunto de Asuntos Humanitarios y Coordinador del Socorro de Emergencia de Naciones Unidas, rechazó los señalamientos de Nebenzia de que el ataque del 29 de octubre fuera una violación a la iniciativa, asegurando que el corredor naval para buques civiles que protege a las embarcaciones participantes en el acuerdo de cereales “no está abierto a las 4 de la mañana” y únicamente opera “cuando los barcos pasan por el corredor”.
Añadió que Naciones Unidas continúa “enlazada activamente” con los integrantes rusos del Centro de Coordinación Conjunta y reiteró varias veces que las preocupaciones de Moscú sobre el ataque del 29 de octubre deben ser investigadas por sus expertos, al igual que otros reportes de violaciones a la iniciativa.
Griffiths, quien es abogado, dijo a los reporteros después de la reunión que Rusia no se ha retirado de la iniciativa y por lo mismo continúa vinculada al pacto de cereales del 22 de julio a pesar de suspender su participación. Recalcó que, según el acuerdo, los participantes están obligados a “no atacar barcos, o transportes, o instalaciones portuarias relevantes”.
PUBLICIDAD
Por lo tanto, indicó, Naciones Unidas, Turquía y Ucrania pueden seguir inspeccionando los buques salientes y continuarán haciéndolo.
Griffiths dijo que hay 86 buques que han dejado los puertos ucranianos con dirección al Bósforo, donde esperan a ser revisados, lo que describió como un “embotellamiento marítimo”, y dijo que llevan casi 2 millones de toneladas. Además, hay 12 embarcaciones cargadas en los puertos ucranianos y listas para zarpar, así como cinco barcos en el Bósforo que ya pasaron revisión por las cuatro partes y están listos para dirigirse a puertos ucranianos para cargar, declaró.
El acuerdo para exportar granos ucranianos dura 120 días y se extenderá automáticamente el 18 de noviembre si no hay objeciones.
“Creo que la Iniciativa de Cereales del mar Negro se renovará", comentó Griffiths. “Creo que pasará eso y nos aseguraremos de que así sea. Vamos a hacer todo lo posible antes del 18 de noviembre para hacerlo. Y no dejaremos que esto se interponga en nuestro camino”.
Pero aún está por verse si Rusia pone fin a su suspensión y retoma el apoyo activo al acuerdo.
Nebenzia dijo la semana pasada que primero “Rusia necesita ver la exportación de sus granos y fertilizantes al mercado mundial, lo cual no ha sucedido desde que comenzó el acuerdo".
Rebeca Grynspan, secretaria general de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo, dijo el lunes al Consejo de Seguridad que los acuerdos en torno a los cereales han tenido un enorme impacto: Las exportaciones de trigo de Rusia se han triplicado en el periodo de julio a septiembre, mientras que las exportaciones de trigo de Ucrania han sido cuatro veces mayores, lo que ha dado como resultado una reducción en los precios de los alimentos.
El índice de precios de la FAO ha ido en descenso durante seis meses, cayendo alrededor del 16% y, según modelos del Banco Mundial, “este declive pudo haber evitado que más de 100 millones de personas caigan en la pobreza”, añadió Grynspan. Pero la incertidumbre en torno a la continuidad del pacto de cereales causó que los precios de futuros del trigo subieran el lunes más del 6%.
Además, Grynspan comentó que los precios de los fertilizantes siguen estando en 2,5 veces sus niveles de 2019, lo que ha provocado que los agricultores, en especial de África, no puedan usar fertilizantes, lo que reducirá la producción de las próximas cosechas.
“Debido a esto, sabemos que la crisis de asequibilidad de hoy podría convertirse en la crisis de disponibilidad de mañana, y en una crisis de enormes proporciones”, advirtió.
No hay sanciones sobre la exportación de alimentos y fertilizantes, pero Grynspan dijo que la ONU ha estado realizando labores para sobreponerse al efecto paralizante de las sanciones en el sector privado: “sobrecumplimiento, riesgos para la reputación y evasión de mercados”.