Maestros de la escuela superior Isidro A. Sánchez, en Luquillo, esperaban contar con la instalación de aires acondicionados cuando comenzó el semestre actual en agosto, para darse cuenta en ese entonces que la petición que la institución hizo en marzo no fue enviada.
Como resultado, los docentes tuvieron que regresar a sus salones bajo el calor que generan las aulas al tener una estructura “moderna” que forma parte de las nuevas escuelas del siglo 21 que el Departamento de Educación gestionó en la pasada década.
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Tanto fue el calor que se sintió en los salones, que una maestra tuvo que acudir a las redes sociales para hacer constar de la situación.
“Mi escuela Isidro A. Sánchez en Luquillo recibió el año pasado $250,000.00 para volver a instalar los acondicionadores de aire en los salones de clases. Los mismos habían sido removidos en el 2019 por una plaga de ratas. No se imaginan todo lo que pasamos para que aprobaran la compra de estos. Ya casi cuando veíamos la luz al final del túnel la compra fue cancelada sin ningún motivo o explicación”, explicó Griselle Cristóbal mediante una publicación en su cuenta de Facebook.
“El calor dentro de los salones es insoportable. La forma en como está construida la escuela (siglo XXI) no permite el paso del aire. Dar clases en estas condiciones es agotador, desesperante y frustrante”, lee el texto.
La maestra también pasó a detallar que le escribió a las oficinas regionales de Educación, al departamento de compras a nivel regional y al secretario Eliezer Ramos Parés, pero hasta principios de esta semana no había obtenido una respuesta.
En la carta que le envió al secretario y a la que Metro Puerto Rico logró atisbar, la maestra detalla que durante el pasado año escolar se realizaron todos los requisitos pertinentes para aprobar las requisiciones para la instalación de los aires acondicionados, pero la pasada directora de la escuela cometió un error involuntario al no confirmar la petición en el sistema.
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Como consecuencia, la administración de la escuela se excedió de la fecha límite para someter peticiones, pero Cristóbal explicó durante una conversación con este medio que a nivel central se estableció una nueva fecha límite para la entrega de peticiones que culminó el 31 de agosto, por lo que estuvieron a tiempo.
Sin embargo, como lee la misiva, cuando la escuela pasó a dar seguimiento al estado de la orden de compra, fueron notificados de que esta fue cancelada.
“Al comunicarnos con la monitora fiscal nos indica que todas las requisiciones que ya estaban en nivel central y con orden de compra (PO) habían sido canceladas sin razón alguna”, lee la carta.
Por su parte, el Departamento de Educación adjudicó la demora en la instalación de aires al hecho de que entregaron su petición luego de la fecha indicada, es decir, el 31 de marzo de 2021.
“La requisición la aprobaron parcialmente en la escuela a finales de agosto, entiéndase, cinco meses posteriores a la fecha indicada mediante comunicación oficial. No obstante, la Oficina de Compras del DEPR está analizado el proceso para tomar determinación final del trámite”, expresó la agencia mediante declaraciones escritas enviadas a Metro Puerto Rico.
Entretanto, el plazo para recibir los bienes y servicios con los fondos correspondientes a la escuela culmina el 2 de diciembre de 2022, según Cristóbal.
“La comunidad escolar, los estudiantes, padres, maestros, entre otros, han sido más que pacientes con esta situación. Nuestra escuela lleva más de cuatro años sin aires en los salones, lo que dificulta el ambiente en la sala de clases teniendo como consecuencia bajo aprovechamiento entre muchos estudiantes ya que no es una temperatura adecuada para prestar atención y estar en disposición de aprender. Esta escuela fue remodelada como una del Siglo XXI y como refugio, diseñada para tener aire acondicionado, lo que empeora la situación”, culmina la carta enviada al secretario.
