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Proyecto investigativo de Geología del RUM para predicción de derrumbes salvó vidas en huracán Fiona

Consta de una red de 12 estaciones de monitoreo alrededor de la isla para medir en tiempo real las condiciones del suelo y la precipitación

Derrumbe
Derrumbe en la carretera PR-339 km 4.2, del Barrio Montoso de Mayagüez Foto por Idem Osorio De Jesús/Prensa RUM

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El proyecto SLIDES PR, una investigación liderada por el doctor Stephen Hughes, catedrático del Departamento de Geología del Recinto Universitario de Mayagüez (RUM), cobró notoriedad luego de alertar a una comunidad y salvaguardar la vida de una familia del sector Cubuy en el barrio Río Blanco de Naguabo, tras el paso del huracán Fiona.

Uno de los principales componentes de esta plataforma consta de una red de 12 estaciones de monitoreo alrededor de la isla para medir en tiempo real las condiciones del suelo y la precipitación, con el fin de predecir o tener una idea más certera de cuándo podría ocurrir un deslizamiento.

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“Ese es el propósito del proyecto, educar, proveer herramientas que informen al público y a las agencias para así tomar decisiones. Si esas personas decidieron salir de su casa, esa determinación fue la que salvó sus vidas. En ese sistema hemos trabajado mucho y es bueno confirmar que es útil y reconocido, aunque se trate de un proyecto más informal, que no está pulido, no es final, ni operacional, pero que, en algún momento, se convertirá en una importante herramienta que podamos utilizar durante un evento como Fiona o durante la temporada de lluvia que pasamos todos los años”, aseveró el doctor Hughes.

El investigador explicó que la red de pronóstico de derrumbes se conformó tras la firma de un acuerdo entre el Departamento de Geología del recinto mayagüezano de la Universidad de Puerto Rico (UPR) y el Landslide Hazards Program del Servicio Geológico de los Estados Unidos (USGS), con el objetivo de estudiar y entender mejor el fenómeno de los deslizamientos en la isla y brindar información valiosa a la ciudadanía.

Las estaciones, ubicadas en la zona montañosa vulnerable de la isla, capturan y graban las condiciones del terreno, datos sumamente útiles para la investigación. Las primeras dos se instalaron con éxito en el 2018 en Utuado y en el Bosque Estatal de Toro Negro, en el límite de Ponce y Jayuya.

“Las condiciones en el suelo son lo más importante para entender cuándo pueden ocurrir deslizamientos, de los que existen varios tipos: caída de rocas, flujo de escombros, derrumbes, avalanchas, todo eso está bajo una sombrilla de deslizamientos grandes, pero lo más común en Puerto Rico, lo que vimos en María, lo que observamos todos los años en la montaña y lo que se experimentó recientemente en Fiona, es que son superficiales, no llegan hasta la profundidad en las rocas. Lo que ocurre con la humedad y la presión del agua en el suelo, es súper importante. Así que reconocimos esto, decidimos que íbamos a expandir la red, diseñamos una estación modelo y la replicamos en otros lugares”, reveló el catedrático.

Agregó que para identificar las zonas donde se instalarían las estaciones, contactaron a ciudadanos privados dueños de fincas, grupos comunitarios, agencias y organizaciones custodios de terrenos en las montañas propensas a derrumbes.

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El grupo de trabajo, conformado por Hughes, sus estudiantes y los representantes del USGS, completaron la instalación de las restantes estaciones entre el 2020 y 2021 en Adjuntas, Barranquitas, Cayey, Ciales, Lares, Maricao, Maunabo, Naguabo y San Lorenzo.

Según explicó el geólogo, para comunicarse con las estaciones utilizan un programa que se conecta cada cierto tiempo a través del internet por la señal del celular. Cada estación tiene un módem que permite esa sincronización y de ahí obtienen los datos que analizan.

“La estación cuenta con varios sensores que colocamos en distintos niveles, unos más hacia la superficie y otros más profundos. Estos últimos son los más importantes porque es de donde se despega el suelo, de la roca debajo y se mueve. Usamos los sensores para medir el contenido volumétrico del agua, cuánto del suelo es compuesto por agua y si está seco, mojado o húmedo. A la vez, medimos la presión dentro del suelo, que tiene minerales, material orgánico, aire y agua. A veces los espacios de aire en el suelo se llenan con agua y cuando eso ocurre, se forma una presión que puede generar que se mueva y se caiga. Entonces, estamos midiendo el contenido volumétrico del agua, la presión dentro del suelo, si es negativa o positiva y, a la vez, el nivel del agua subterránea. En los eventos de lluvia más intensos, ese nivel de agua sube, entra en el suelo y añade peso, por lo que aumentamos la métrica que puede generar que se mueva”, detalló.

En el caso de la estación de Naguabo, el día que pasó el huracán Fiona por Puerto Rico, el doctor Hughes se percató que los sensores arrojaron información favorable para derrumbes en esa zona, por lo que alertó al líder comunitario Jimmy Piña sobre el peligro, quien, a su vez, avisó a la familia de la residencia que recibió el impacto del derrumbe.

“Accedí a la computadora de manera remota ese domingo y por la tarde, como a la 1:30 p.m., vi una reacción en los datos fuera de lo normal, todo iba subiendo, pero de manera aumentada. Le envié el mensaje a Jimmy y él utilizó esa información para advertir a los vecinos del peligro y sugerirles que era buena idea que se movieran, ya que podían ocurrir derrumbes, que de por sí son frecuentes en esa zona. Los residentes de esa casa en particular se movieron del sitio y en algún momento después se desprendió el terreno sobre la propiedad”, recordó, al tiempo que agregó que la estación estaba ubicada a unos 100 pies del lugar, por lo que no sufrió daños.

Al preguntarle el significado de que un proyecto investigativo en su rama científica tenga un impacto directo en la vida de los puertorriqueños, el experto contestó que esa es una de las mayores satisfacciones de su carrera.

“Existen varias ciencias que son más aplicadas o menos aplicadas. Yo puedo estudiar en la Geología, la posición de los continentes hace 200 millones de años y eso es interesante, pero no lleva a algo pertinente en la vida de nosotros en la sociedad. Así que me encanta tener la oportunidad de estudiar e investigar un asunto que beneficia al país y a muchos otros sitios, porque no somos los únicos que sufrimos de los derrumbes”, expresó.

Precisamente, el proyecto Storm-induced Landslide Impact Dynamics on Environment and Society in Puerto Rico o SLIDES PR, coordinado por el doctor Hughes, comenzó justo después del paso del huracán María en 2017.

Tras un año y medio de trabajo, el grupo investigativo, que también contó con el USGS, utilizó datos geoespaciales e imágenes aéreas de alta resolución para desarrollar un inventario que recoge más de 70 mil lugares donde se registraron derrumbes, luego de ese devastador fenómeno atmosférico.

Ese catálogo sirvió para publicar un mapa de susceptibilidad de derrumbes provocados por la lluvia en todo Puerto Rico, que está disponible en su página oficial, para beneficio del público en general. Igualmente, cuenta con una guía impresa y digital sobre deslizamientos de tierra para residentes de la isla, desarrollado por alumnos colegiales.

De hecho, a juicio del profesor, una parte fundamental en la trayectoria de cinco años de esta iniciativa, ha sido la participación de estudiantes de Geología, tanto graduados como subgraduados, quienes han contribuido con su talento y conocimiento, al tiempo que han adquirido valiosa experiencia investigativa.

Kiara R. Cunillera Cotte, Coralis D. Friedman Álvarez y Anishka M. Ruiz Perea son tres colegiales integrantes del equipo de trabajo de SLIDES PR en la actualidad, todas en quinto año del Departamento de Geología, quienes compartieron con Prensa RUM lo más que valoran de su experiencia.

“He trabajado en las subestaciones hidrometeorológicas que miden la saturación del suelo para determinar los parámetros ideales en que puede ocurrir un deslizamiento. En el monitoreo de las estaciones, obtengo los datos, los proceso mediante un código y eso nos ayuda a determinar esos parámetros para los diferentes tipos de suelo y en qué condiciones van a ocurrir esos derrumbes. Este semestre, estamos trabajando en comparar diferentes equipos utilizando la data real de las estaciones”, expresó Kiara, quien considera la oportunidad como una de mucho aprendizaje en la que puede mejorar la calidad de vida de otras personas.

En el caso de Coralis y Anishka, ambas colaboran en el componente de alcance a la comunidad, el que ambas consideran esencial para mantener informado al público.

“Mi trabajo es diseñar la página web y trabajar en la parte educativa, ofrecer charlas, preparar afiches informativos y comunicar la información sobre qué es SLIDES PR. Es poder llevar el trabajo que se hace usualmente en jerga científica, pero en un lenguaje más entendible para las personas que no son tan conocedoras de esta ciencia, y de lo que son los deslizamientos. Con esta oportunidad, siento que estoy aprendiendo más de la geología y de mi bachillerato porque se pone en práctica lo que llevo aprendiendo en mis clases durante todos estos años”, opinó Coralis.

Por su parte, Anishka también se desempeña en la parte didáctica, en la que ayuda a recopilar los datos que publican sobre deslizamientos en sus redes sociales.

“Me parece que es muy importante y que cumple con el componente principal de que la Universidad de Puerto Rico sea para el pueblo. Que podamos compartir conocimiento y llevarlo a un nivel más sencillo, para que el público pueda entender los estudios e investigaciones que empezamos aquí desde cero hasta lo más complicado. La experiencia ha sido muy gratificante. Me permite integrar la parte social y también en las ciencias ambientales que están muy ligadas. Además, combinar lo que son los recursos naturales y la política pública ambiental, que son dos secuencias en las que estoy trabajando”, subrayó.

De otra parte, el doctor Hughes adelantó que esperan aumentar el número de estaciones en Puerto Rico y seguir trabajando en la red para que alcance, eventualmente, un nivel operacional adecuado que permita la colaboración con otras agencias como el Servicio Nacional de Meteorología y que replique modelos como el de la Red Sísmica de Puerto Rico con componentes de educación, investigación y monitoreo.

“Yo visualizo que este grupo investigativo continuará fortaleciéndose y creciendo. Es necesario seguir buscando fondos externos, aumentar las colaboraciones con personas y entidades dentro y fuera de Puerto Rico, propiciar acuerdos con agencias, y continuar ofreciendo charlas para involucrar a todas las personas interesadas, todos son bienvenidos”, puntualizó.

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