DUBAI, Emiratos Árabes Unidos (AP) — Mientras continúan las protestas furiosas en el interior, el gobierno teocrático de Irán hace alarde de su poderío militar en el exterior al proveer drones a Rusia que matan a civiles ucranianos, realizar ejercicios militares en la frontera con Azerbaiyán y bombardear posiciones kurdas en Irak.
Con ello, los gobernantes de Irán tratan de alentar el apoyo de los intransigentes en el país en medio de las protestas por la muerte de Mahsa Amini, de 22 años, a manos de la policía de la moral el 16 de setiembre.
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También le recuerdan al Medio Oriente y Occidente que el gobierno de Irán está dispuesto a emplear la fuerza en el exterior y el interior para conservar el poder.
El riesgo de desestabilización aumenta con el programa nuclear iraní. Teherán ya tiene suficiente uranio altamente enriquecido para fabricar una bomba atómica si lo desea, y sigue produciendo más tras el derrumbe de las conversaciones en torno a los restos de su acuerdo con las potencias mundiales.
Videos desde Irán publicados online muestran a gente de todos los sectores y edades, desde niños en edad escolar hasta abuelos, participando de las protestas que según los activistas se han extendido a un centenar de ciudades desde la muerte de Amini. Mujeres se quitan el hiyab —el velo de uso obligatorio en público— tanto en las manifestaciones como en la vida cotidiana en Teherán.
Las amenazas de arresto, golpizas e incluso la violencia letal por las fuerzas de seguridad no han calmado la furia en medio de las penurias económicas. Grupos de activistas dicen que hay miles de detenidos y más de 200 muertos.
El gobierno ha respondido con contramanifestaciones, en Teherán y otras ciudades, de hombres que ondean banderas y mujeres vestidas con el chador negro que las cubre de pies a cabeza.
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Animar a sus partidarios es crucial para el gobierno en medio de la crisis más grave desde las protestas del Movimiento Verde en 2009. Como parte de esa política, ha tratado de demostrar que es capaz de devolverle el golpe a sus enemigos, reales o percibidos.
A fines de setiembre, el cuerpo paramilitar Guardia Revolucionaria atacó con drones y misiles las zonas habitadas por separatistas kurdos al otro lado de la frontera en Irak. Funcionarios kurdos dicen que los ataques dejaron 16 muertos, entre ellos un ciudadano estadounidense, y decenas de heridos.
Irán alegó, sin presentar pruebas, que los separatistas kurdos provocaron las manifestaciones por la muerte de Amini, que era kurda. Persisten rumores de una fuerte presencia militar en el oeste de Irán, y las fuerzas de seguridad han chocado reiteradamente con las manifestaciones en las zonas kurdas.
También se ha registrado actividad militar en la frontera norte con Azerbaiyán, donde la Guardia Revolucionaria, que responde exclusivamente al líder supremo, ayatolá Alí Jamenei, ha realizado ejercicios durante días.
Y luego está la guerra de Rusia en Ucrania. Luego de agotar sus municiones de precisión durante la guerra, Moscú recurrió a Teherán para abastecerse de drones “suicidas” baratos. Estos funcionan como un misil de crucero lento, que vuelan a baja altura sobre el terreno, caen en picada y explotan al dar en el blanco.