La industria del cooperativismo en Puerto Rico se mantiene boyante y continúa ganando terreno firmemente desde 2018 al representar no solo una alternativa a la banca comercial sino una institución financiera de desarrollo comunitario que impacta la calidad de vida de personas de medianos y escasos recursos económicos.
Así lo confirma en más reciente Índice de Estabilidad Financiera de la Industria de Cooperativas de Ahorro y Crédito en Puerto Rico para el tercer trimestre de 2021, publicado recientemente por la firma Estudios Técnicos, Inc. (ETI), y que muestra un repunte de estas instituciones en su rentabilidad, solvencia, liquidez y capital de activos.
Según el índice, las condiciones de la industria continúan mejorando y ampliando su base de socios, aumentando esta de un 0.49 % en el tercer trimestre de 2020 a 0.71 % en el tercer trimestre de 2021. Asimismo, la industria amplió su base de socios en este periodo por 29,071 para un total de 1.09 millones de clientes el cierre del trimestre.
Para Aurelio Arroyo, presidente de la Asociación de Ejecutivos de Cooperativas (ASEC), esta tendencia continuará ascendiendo e identificó varios factores que han incidido en ese crecimiento de la industria.
“El cooperativismo por su naturaleza es un modelo financiero amigable a la hora de atender personas y manejarnos en el entorno de crisis económicas y de factores económicos adversos. Las emergencias y la crisis económica nos han permitido hacer ese afianzamiento de nuestro modelo”, explicó Arroyo.
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“Otro factor importante es que a partir de 2018 las cooperativas empezaron a acceder a fondos del Tesoro federal a través del fondo de Instituciones Financieras de Desarrollo Comunitario (CDFI, en inglés). Hasta ahora, las cooperativas han recibido sobre $77 millones de esos fondos que han ayudado a fortalecer las cooperativas y a permitir que estas hagan mayores inversiones comunitarias de desarrollo de productos y servicios financieros que atiendan las necesidades de la gente”, añadió.
Por su parte, Rafael Sánchez, vicepresidente de la Corporación Pública para Supervisión y Seguro de Cooperativas de Puerto Rico (COSSEC), concurrió con Arroyo en que la flexibilidad de su cartera de productos, así como la cercanía a las comunidades, han logrado atraer mayor interés a estas instituciones.
“Las cooperativas son algo que va mucho más allá de simplemente una institución financiera. Las cooperativas son parte de sus comunidades y trabajan dentro de estas”, explicó Sánchez a Metro.
“Ejemplo de esto fue el huracán María. Luego del huracán fueron las cooperativas las primeras que dieron servicios financieros incluyendo a los clientes de los bancos y en gran magnitud eso se debe a que las cooperativas no solamente trabajan desde el punto de vista de ahorro y crédito, sino que también trabajan en proyectos comunitarios para ayudar a la gente y ver que ese progreso va directamente a sus pueblos”, añadió.
Según el informe de ETI, la liquidez de la industria se mantiene estable apoyada por los depósitos que aumentaron 12.5 % interanual, o $903 millones, para un total de $8,117 millones en el tercer trimestre de 2021. El saldo de préstamos también aumentó, aunque a un ritmo menor de 6.8% interanual, o $354 millones, alcanzando un monto de $5,517 millones al cierre del tercer trimestre.
Del mismo modo, la tendencia en la calidad de activos continuó mejorando. El informe refleja que durante el tercer trimestre de 2020 se registró una tasa de morosidad de 2.98 % mientras que en el tercer trimestre de 2021 este número disminuyó a un 2.11 %.
En lo relacionado a la rentabilidad, el rendimiento de los activos aumentó de 0.76 % en el tercer trimestre del 2020 a 0.86 % en el segundo trimestre del 2021 y a 0.80 %o en el tercer trimestre del 2021.
Finalmente, el informe señala que el capital total en la industria de las cooperativas de ahorro y crédito mejoró de $524 millones en el primer trimestre del 2021 a $586 millones en el tercer trimestre del 2021, con la razón de capital a activos totales aumentando de 4.92 % a 5.16 % en el periodo.”
Mejor redistribución de la riqueza
El modelo cooperativista, explicó Arroyo, es mucho más eficiente para distribuir la riqueza de una forma mucho más equitativa, sin embargo, el estado, dijo, no ha tomado ventaja de esta herramienta para impactar la economía de Puerto Rico.
“El modelo de utilizar inversiones en instituciones financieras de desarrollo comunitario como nosotros es un concepto que ayuda al estado a redistribuir la riqueza mucho mejor. A darle nuevas oportunidades a que la inversión del estado sea mucho mas eficiente en mejorar las condiciones económicas de las comunidades desde la base”, explicó el presidente de la ASEC.
“Hablamos de proyectos de energía renovable o de construcción de vivienda asequible, por ejemplo. Las cooperativas están posicionadas para ser el aliado principal del estado para crear programas de acceso a energías renovables residencial para comunidades y personas de escasos o moderados recursos, mejor que cualquier otra institución financiera”, añadió.
Según dijo, la ASEC se ha enfocado en tener como un objetivo importante la educación a todos los niveles para llevar el mensaje de que las cooperativas de ahorro y crédito tienen la capacidad de redistribuir la riqueza y de mejorar las condiciones financieras de las comunidades a través de inversiones importantes que haga el estado de proyectos específicos de desarrollo económico.