KIEV, Ucrania (AP) — Misiles rusos alcanzaron edificios de apartamentos el jueves en la ciudad de Zaporiyia, en el sur de Ucrania, dejando siete muertos y cinco desaparecidos en una región que Moscú se ha anexado ilegalmente, de acuerdo con un funcionario local.
Dos ataques causaron daños en más de 40 edificios horas después de que el presidente ucraniano Volodymyr Zelenskyy anunció que sus fuerzas armadas habían retomado el control de tres comunidades más en otra de las cuatro regiones anexadas por Rusia, el revés más reciente de Moscú en el campo de batalla.
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El gobernador regional de Zaporiyia, Oleksandr Starukh, que proporcionó la cifra de decesos, dijo que más de 20 personas fueron rescatadas de los edificios de apartamentos de varios pisos. Rescatistas que previamente habían llevado a una niña de 3 años a un hospital seguían registrando los escombros el viernes temprano. Starukh escribió en Telegram que las fuerzas rusas utilizaron misiles S-300 en los ataques.
Se ha reportado que Rusia ha convertido el S-300 de su uso original como arma antiaérea de largo alcance en un misil para ataques terrestres debido a la escasez de otras armas más adecuadas.
“Vileza absoluta. Maldad absoluta”, aseveró Zelenskky sobre los atentados, en un discurso por video en la inauguración de la cumbre de la Comunidad Política Europea en Praga. “Ya ha habido miles de manifestaciones de esa maldad. Por desgracia, podría haber miles más”.
Zaporiyia es una de las cuatro regiones de Ucrania que el presidente ruso Vladimir Putin ha reclamado como territorio ruso en violación del derecho internacional. La región alberga una extensa nucleoeléctrica ocupada por los rusos; la ciudad del mismo nombre sigue bajo control ucraniano.
El director del Organismo Internacional de Energía Atómica, Rafael Grossi, anunció el jueves tras reunirse con Zelenskyy en Kiev que el OIEA aumentará de dos a cuatro el número de inspectores en la central de Zaporiyia.
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Grossi habló con funcionarios ucranianos —y más tarde se reunirá en Moscú con funcionarios rusos— sobre los intentos para establecer una zona de protección alrededor de la central nuclear. Grossi dijo que aparentemente se han colocado minas alrededor del perímetro de la central, que ha sufrido daños durante la guerra y de la que se teme pudiera sufrir un posible desastre radiactivo. Zelenskyy dijo que Rusia ha emplazado a hasta 500 soldados en la planta.
Putin firmó un decreto el miércoles en el que declaró que Moscú iba a tomar el control de la instalación de seis reactores, una acción que el Ministerio de Asuntos Exteriores de Ucrania llamó acto criminal “nulo y sin efecto”.
El operador nuclear estatal ucraniano, Energoatom, indicó que seguiría operando la planta, cuyo último reactor en funcionamiento fue apagado el 11 de septiembre debido a los frecuentes cortes en la energía externa, necesaria para hacer funcionar los sistemas de seguridad cruciales. Las líneas de transmisión a la planta han sido cañoneadas en repetidas ocasiones, y el jueves Grossi reportó ataques de artillería en una zona industrial cercana al camino de acceso a la nucleoeléctrica.
Fuera del frente de batalla, las autoridades rusas detuvieron el miércoles a varios cientos de ucranianos que intentaban huir de las zonas ocupadas por el Kremlin cerca de la frontera entre Rusia y Estonia, según el comisario ucraniano de Derechos Humanos, Dmytro Lubinets. Citando al Ministerio del Interior de Estonia, escribió en Facebook que las fuerzas rusas se llevaron a los ucranianos en camiones hacia un destino desconocido.
La mayoría de los ucranianos detenidos habían huido a través de Rusia y Crimea y buscaban entrar a la Unión Europea —de la cual Estonia es país miembro_, o encontrar una forma de volver a casa, escribió Lubinets.
Rusia ha obligado a miles de ucranianos a entrar en “campos de filtración” para determinar a quién son leales. Zelenskyy dijo el jueves que más de 1,6 millones de ucranianos han sido deportados a Rusia.
Las fronteras exactas de las zonas de Ucrania que Moscú reclama siguen sin estar claras. Putin ha prometido defender el territorio de Rusia —incluyendo las regiones anexionadas de Donetsk, Jersón, Luhansk y Zaporiyia en Ucrania— con cualquier medio a disposición de sus fuerzas armadas, incluidas armas nucleares.
Las fuerzas ucranianas están recuperando el control de localidades en Jersón en humillantes derrotas en el campo de batalla para los efectivos rusos, cuya imagen ha resultado dañada. Funcionarios ucranianos dijeron el jueves que han retomado 400 kilómetros cuadrados (154 millas cuadradas) de territorio, incluyendo 29 asentamientos, en la región de Jersón desde el 1 de octubre.
Ucrania también estaba presionando una contraofensiva en la región de Donetsk, que separatistas respaldados por Moscú han controlado parcialmente desde 2014, pero que sigue estando en disputa pese a que Putin proclamó habérsela anexado.
En la golpeada Chasiv Yar, una ciudad de la región de Donetsk a 12 kilómetros (7 millas) de los intensos combates, el impacto de la guerra sobre la gente se hizo evidente en una fila de jubilados que esperaban para cobrar sus cheques de pensión en una oficina de correos.
“Tenemos esperanzas en la victoria del ejército ucraniano”, dijo Vera Ivanovna, de 81 años, profesora jubilada de inglés y alemán, mientras se escuchaban los cañonazos. “Vivimos en la Ucrania independiente de la misma forma en que ustedes viven en Estados Unidos. También queremos vivir como ustedes están viviendo”.
Se han perpetrado al menos dos ataques rusos contra Chasiv Yar en los últimos días, y se ha informado que una persona quedó enterrada bajo los escombros de un dormitorio. Más de 40 personas murieron en julio cuando cohetes rusos impactaron un edificio residencial.
Rusia dijo que había tomado el control de la localidad de Zaitsevo, en la región de Donetsk. El gobernador de la vecina región de Luhansk dijo que las fuerzas ucranianas habían reconquistado el pueblo de Hrekivka. Ninguno de los dos reportes sobre el campo de batalla ha podido ser confirmado de forma independiente.
Por su parte, Washington envió el jueves a Kiev a Samantha Power, directora de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID, por sus siglas en inglés), la funcionaria estadounidense de más alto rango en visitar Ucrania desde que Rusia se anexionó ilegalmente las cuatro regiones. Power se reunió con funcionarios del gobierno y residentes, y dijo que el país norteamericano proporcionaría 55 millones de dólares adicionales para reparar tuberías de calefacción y otros equipos.
La USAID indicó que Estados Unidos había entregado 9.890 millones de dólares en ayuda a Ucrania desde febrero. Un proyecto de ley de gastos que el presidente estadounidense Joe Biden firmó la semana pasada promete otros 12.300 millones de dólares para las necesidades militares y de servicios públicos de Ucrania.
“Esta guerra se ganará en el campo de batalla, pero también se está ganando en los continuos intentos de Ucrania por fortalecer su democracia y su economía”, dijo Power a los periodistas en la estación de tren de Kiev.
Señaló que el éxito de Ucrania como país democrático con una economía moderna que lucha contra la corrupción hace enfurecer a Putin.
La Unión Europea congeló el jueves los activos de otras 37 personas y entidades vinculadas a la guerra en Ucrania, elevando el total de objetivos de la lista negra de la UE a 1.351. Entre los nuevos sancionados figuran funcionarios implicados en las anexiones ilegales de Rusia y en sus referéndums falsos de la semana pasada. Las últimas sanciones también amplían las prohibiciones comerciales contra el Kremlin y preparan un tope de precios para el petróleo ruso.
En la sede de las Naciones Unidas en Nueva York, el gobierno ruso solicitó una votación secreta la semana que viene sobre una resolución respaldada por países de Occidente que condenaría la anexión por parte de Rusia de las cuatro regiones ucranianas y exigiría a Moscú que dé marcha atrás. Al parecer, el Kremlin espera obtener más apoyo de los 193 países de la Asamblea General si sus votos no se hacen públicos.
Rusia vetó el 30 de septiembre una resolución jurídicamente vinculante del Consejo de Seguridad para condenar los referendos de anexión de las cuatro regiones ucranianas por considerarlos ilegales. Las resoluciones de la Asamblea General no son legalmente vinculantes.
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Los periodistas de The Associated Press Hanna Arhirova en Ucrania y Edith M. Lederer en las Naciones Unidas contribuyeron a este despacho.