A casi una semana del azote de Fiona, el Departamento de Salud (DS) confirmó a Metro que hasta el momento han sido 16 muertes relacionadas al fenómeno las reportadas a esa agencia.
De los casos, una (1) fatalidad fue clasificada como una muerte directa al evento atmosférico, tres (3) muertes indirectas y 12 casos bajo investigación.
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Como parte de los esfuerzos de divulgación y transparencia en el entorno de salud pública, el secretario del DS, Carlos Mellado López, comunicó que el informe, además de avisar los casos bajo investigación, desglosará las muertes confirmadas detallando cuáles son directas e indirectas una vez sean registradas por la Oficina del Registro Demográfico.
“En el primer informe de la Vigilancia se incluye las fatalidades por región de salud, así como algunas variables. En la medida que se registren los certificados de defunciones en el Registro Demográfico, con la confirmación de las muertes asociadas al huracán Fiona, podremos tener un panorama más claro”, dijo al explicar que todos los casos quedan bajo investigación hasta que el certificado de defunción esté registrado ante el Registro Demográfico.
De acuerdo al informe, la muerte confirmada y clasificada como directa al huracán Fiona responde a un hombre de 58 años de la región de Bayamón. Mientras que, las tres muertes clasificadas como indirectas responden a: un hombre de 50 años de la región de Mayagüez, un hombre de 56 años de la región de Caguas y una mujer de 74 años de la región de Caguas.
La Vigilancia, que responde a la Oficina de Epidemiología e Investigación del DS, emitirá el informe con la recopilación de datos todos los días entre 3:00 de la tarde a 7:00 de la noche a través del portal oficial de emergencias del Gobierno de Puerto Rico (PREPS, por sus siglas en inglés) y en el portal del Departamento de Salud. El reporte recogerá los datos hasta el día anterior de su publicación.
La “Guía de referencia para la certificación de muertes relacionadas a desastres” de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés), explica que un caso confirmado como muerte directa, el certificado de defunción tiene que hacer referencia al huracán Fiona, o su equivalente, como un factor en la causa de muerte. Por ejemplo, quemaduras, aplastamiento, ahogamiento, electrocución, caídas, inhalación de gases o humo por fuego y envenenamiento por radiación o químicos, entre otros. Mientras, los casos fatales indirectos ocurren cuando las condiciones inseguras o insalubres están presentes durante cualquier fase de un desastre, entre las que se encuentran exacerbación aguda de enfermedades crónicas, pérdida o interrupción de servicios públicos, limpieza después de un desastre, escapar o huir de un desastre, evacuación, pérdida o interrupción de los servicios relacionados con el transporte o uso de albergues o provisiones temporales.
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Como parte del proceso de registro, el secretario de Salud explicó que “el Instituto de Ciencias Forenses (ICF) y los agentes funerarios tienen tres días para entregar el certificado de defunción original y el Registro Demográfico inicie el proceso para registrar la defunción”.
Mellado López hizo hincapié a que los profesionales de la salud repasen la Guía de referencia y completen todos los encasillados del certificado de defunción, ya que para que los datos de mortalidad relacionados a un desastre, como lo es el huracán Fiona, sea adjudicado tienen que registrar el nombre y tipo de evento en el formulario.
Según dispone la Ley 24, el proceso para el registro o inscripción de un certificado de defunción inicia, luego que el documento haya sido completado en todas sus partes por el facultativo médico que certifica la causa de muerte y por el agente funerario que completa los datos demográficos del fallecido.
El Registro Demográfico no acepta certificados de defunción alguno que no estén totalmente documentados en todas su partes o encasillados por el profesional correspondiente.