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Estímulo económico pudo haber reducido la pobreza en Puerto Rico

El economista José Caraballo Cueto ata la reducción de la tasa de pobreza a las ayudas económicas creadas por la pandemia del COVID-19

Signos ambiciosos
Para estos signos tener mucho dinero es una prioridad Foto de Karolina Grabowska

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Las ayudas de estímulo económico que fueron otorgadas a nivel federal como remedio al encierro que produjo la pandemia del COVID-19 pudo haber reducido de manera temporera la tasa de pobreza en Puerto Rico, concluyó ayer el economista y profesor José Caraballo Cueto.

Según la encuesta de la comunidad sobre Puerto Rico que publicó recientemente el Censo, la tasa de pobreza se redujo a 40.5 por ciento, un cambio significativo según el profesor.

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“No fue solo la transferencia de los cheques de estímulo, sino el acceso al crédito al trabajo y crédito por niño dependiente. También tenemos incremento al salario mínimo y tenemos el efecto de la reconstrucción que ha creado empleos con salarios bastante por encima del salario mínimo y personas que antes no tenían trabajos o que no pagaban tanto pues ahora ganan más”, sostuvo Caraballo Cueto durante una entrevista telefónica con este medio.

“No creo que la migración sea un factor principal porque eso lo tenemos desde el 2010 y la tasa de pobreza no se reducía de una forma como pasó ahora”, agregó.

Según el académico, la encuesta que publicó el Censo también reflejó una baja tasa de participación laboral y baja tasa de desempleo, lo que continúa la tendencia que ha reportado el Gobierno durante todo este año.

El cambio de la cifra, según el académico, refleja la reducción más significativa de la pobreza en Puerto Rico desde que se comenzó a publicar la encuesta en el 2005. Sin embargo, esa cifra podría haber regresado a donde antes se ubicada, aseveró el economista José Alameda.

Según el también profesor, la inflación del dólar y los altos costos de energía podrían haber contribuido a problemas adicionales a la población de personas con pocos recursos.

“El problema aquí radica en que la canasta de bienes básicas de un pobre lo básico es alimento y energía. Entonces ante esa situación, al dejar esos aumentos de precios, es imposible que uno pueda sostener la hipótesis de que los niveles de pobreza de 2021 hayan descendido”, comentó Alameda en una conversación a parte con este medio.

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