LONDRES (AP) — Los honores de Estado de cuerpo presente para la reina Isabel II serán una ocasión de simbolismo real, emociones fuertes y una fila extremadamente larga.
Ordenar a los cientos de miles de personas que quieren ver el féretro de la fallecida monarca impondrá una prueba extrema a las famosas habilidades británicas para formar hileras.
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Las autoridades que supervisan el enorme reto logístico han consultado a expertos de manejo de filas y científicos del comportamiento para crear algo más que una fila: una comunidad temporal. Incluye 10 millas (16 kilómetros) de “infraestructura de fila”, incluyendo barreras móviles y más de 500 baños portátiles sobre una ruta que lleva al Salón Westminster en el Parlamento, donde se encuentra el ataúd.
Cientos de auxiliares, policías y socorristas fueron asignados para vigilar a las multitudes, junto con 30 pastores de diversas fes y voluntarios de una organización de prevención del suicidio que apoyarán emocionalmente a los dolientes. Un par de intérpretes de lenguaje de señas también estarán disponibles.
El miércoles el féretro de la reina fue llevado en una procesión solemne del Palacio de Buckingham al Salón Westminster, donde estará para recibir honores de cuerpo presente de las 5 p.m. (1600 GMT) hasta las 6:30 a.m. (0530 GMT) del lunes, el día del funeral de Estado.
Dos horas antes de que abrieran las puertas, la fila de dolientes ya se extendía por 2 millas (3,2 kilómetros) desde el Parlamento hacia el cercano Puente Lambeth y continuaba sobre el margen sur del río Támesis. La ruta designada se amplía por 6,9 millas (11 kilómetros) pasando el Teatro Nacional, el teatro Shakespeare’s Globe, el museo Tate Modern y el Puente de la Torre hacia el Parque Southwark en el sur de Londres, donde puede continuar por otras 3 millas (4,8 kilómetros) en forma de zigzag
Las autoridades dijeron que no pueden predecir cuánta gente se formará para rendir homenaje en el Salón Westminster, pero se espera que sean muchas más que las 200.000 que se despidieron de la Reina Madre Isabel a lo largo de tres días en 2002. La operadora de tránsito Transport for London estima que más de 1 millón de personas viajarán al centro de la ciudad para participar en las conmemoraciones del lunes.
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El comisionado de Transport for London (TfL), Andy Byford, lo calificó como “el mayor evento y reto que TfL ha enfrentado en su historia”.
El gobierno ha advertido que recorrer la fila será una hazaña de resistencia.
“Deberán estar de pie por muchas horas, posiblemente durante la noche, con pocas oportunidades para sentarse pues la fila estará moviéndose continuamente”, señalan las instrucciones para aquellos que deseen asistir.
La gente puede revisar el largo de la fila y el tiempo de espera en las redes sociales del Departamento de Cultura, Digital, Medios y Deportes. Aquellos que se formen recibirán brazaletes numerados para que puedan ir a comer o al baño sin perder su lugar. Existe una fila accesible para las personas con necesidades especiales o que no pueden estar de pie por mucho tiempo.
Como nunca en Gran Bretaña, meterse en la fila es un no rotundo. Las autoridades esperan que los dolientes ayuden a que la fila esté vigilada por sí misma. Ante lo impredecible del clima británico, se recomienda llevar sombrillas y protector solar.
El gobierno también ha recomendado llevar alimentos y bebidas, pero estos deberán consumirse antes de aproximarse al salón. También se recomienda llevar baterías para mantener los celulares cargados.
Al llegar al Parlamento, la gente pasará por estrictas revisiones de seguridad. Se prohíben bolsos grandes, líquidos, pintura en espray, armas blancas, fuegos artificiales, flores, velas, peluches y “publicidad o mensajes de mercadotecnia”.
Aquellos formados el miércoles estaban convencidos de que valía la pena el esfuerzo por la reina.
“Dedicar mi día a formarme no es nada en comparación con lo que ella ha hecho por 70 años", dijo Gina Carver de Tunbridge Wells, una ciudad del sur de Inglaterra. “Y ella se siente como nuestra abuela”.