El Talibán cumplió este lunes un año desde que tomó el control de la capital afgana, una captura rápida que desencadenó una precipitada huida de líderes respaldados por Occidente que provocó el desplome de la economía y transformó al país.
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Combatientes talibanes, algunos de ellos portando armas o las banderas blancas de su movimiento, organizaron pequeños desfiles de la victoria a pie, en bicicleta y en motocicleta por las calles de Kabul. Un pequeño grupo marchó frente a la antigua embajada de Estados Unidos, coreando “Viva el Islam” y “Muerte a Estados Unidos”.
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Un año después de aquel día dramático, mucho ha cambiado en Afganistán. Los antiguos insurgentes enfrentan dificultades para gobernar y siguen aislados a nivel internacional. La recesión económica ha sumido a millones de afganos en la pobreza e incluso en el hambre porque el río de ayuda exterior se ha reducido a un goteo.
Mientras tanto, los más intransigentes parecen mantenerse en el gobierno dirigido por los talibanes, que impusieron severas restricciones al acceso a la educación y al trabajo de niñas y mujeres, a pesar de prometer lo contrario al inicio. Un año después, las adolescentes siguen sin poder ir a la escuela y las mujeres deben cubrirse de pies a cabeza en público, mostrando sólo los ojos.
Algunos intentan encontrar formas de evitar que la educación se estanque para una generación de mujeres jóvenes y han surgido escuelas clandestinas en los hogares.
Natalia Kanem, directora general de la agencia de salud sexual y reproductiva de la ONU, dijo en un comunicado que no hay que olvidar a las mujeres afganas.
“Mientras el mundo se enfrenta a múltiples crisis superpuestas, no debemos olvidar a las mujeres y niñas de Afganistán. Cuando se niegan los derechos básicos de las mujeres y las niñas, todos salimos perjudicados”, afirmó.
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Hace un año, miles de afganos se precipitaron al aeropuerto internacional de la capital para huir de los talibanes en medio de la caótica retirada del ejército estadounidense de Kabul tras 20 años de guerra, el conflicto más largo de Estados Unidos.
Algunos vuelos se reanudaron con relativa rapidez después de esos días caóticos. El lunes estaba previsto que un puñado de vuelos comerciales aterrizaran y despegaran de una pista en la que el verano pasado hubo afganos que se aferraron a las ruedas de los aviones que despegaban, y algunos cayeron al vacío.
Los patios de las escuelas permanecieron vacíos el lunes mientras los talibanes anunciaban un día festivo para conmemorar la jornada, a la que se refieren como “El orgulloso día del 15 de agosto” y el “Primer aniversario del retorno al poder”.
Ante esto, investigadores como Mona Tajali, de Agnes Scott College, Georgia, Estados Unidos, piden a la comunidad internacional no pasar por alto las violaciones de los derechos humanos que se están produciendo en Afganistán.
Al investigadora pide presionar a las principales potencias occidentales para que cumplan sus promesas de paz y respeto de los derechos humanos en los tiempos que corren.
3 preguntas sobre Afganistán a...
Dr. Michele Groppi, profesor de Desafíos al Orden Internacional en el Departamento de Estudios de Defensa (DSD) del King’s College de Londres.
¿Qué ha ocurrido un año después de que los talibanes retomaran el control de Afganistán?
— Los talibanes volvieron a imponer por la fuerza lo que creen que es el único modo de vida correcto. Pero un año después, los derechos básicos de inclusión en Kabul desaparecieron, la corrupción es rampante, el liderazgo talibán sigue dividido y la mayoría de la gente vive en la más absoluta pobreza.
¿Cuáles son los principales retos para la comunidad internacional?
— La comunidad internacional, y Estados Unidos en particular, se enfrenta a un gran dilema. Hay un país roto, desgarrado por la pobreza, la hambruna, la sequía y la profunda desigualdad social, que necesita ayuda internacional. Pero el interlocutor son los talibanes, una organización bruta y sectaria aún vinculada a Al Qaeda, en la que no se puede confiar.
¿Qué escenarios o situaciones se esperan en el futuro próximo? Especialmente tras la muerte de Ayman al-Zawahiri.
— Los próximos 12 meses son cruciales. Revelarán mucho sobre las relaciones entre Estados Unidos y los talibanes después de que estos últimos hayan incumplido visiblemente los acuerdos de Doha al acoger a Al-Zawahiri. Y revelarán si el dividido liderazgo talibán evoluciona y cómo lo hace, especialmente frente al ambicioso y peligroso ISIS-K.
Ferdouse Asefi, estudiante de doctorado en Sociología, Universidad de Toronto, Canadá
¿Qué ha ocurrido un año después de que los talibanes retomaran el control de Afganistán?
— Afganistán sigue enfrentándose a la peor crisis humanitaria del mundo. Según varios informes, más del 95% de la población vive en la pobreza. Los derechos humanos de los afganos se violan cada día. Los talibanes han impuesto varias restricciones a las mujeres y niñas de Afganistán. También se sigue deteniendo arbitrariamente a los periodistas.
¿Cuáles son los principales retos para la comunidad internacional?
— La comunidad internacional tiene que hacer más para apoyar a los afganos. La crisis humanitaria también empeora cada día bajo el régimen. La comunidad internacional debe hacer más por los refugiados afganos y agilizar sus reclamaciones. Todavía hay muchos afganos que intentan huir del régimen talibán.
¿Qué escenarios o situaciones se esperan en el futuro próximo? Especialmente tras la muerte de Ayman al-Zawahiri.
— Seguirá habiendo resistencia contra el régimen ilegítimo de los talibanes. El pueblo de Afganistán sigue resistiendo a los talibanes a través de las protestas encabezadas por las mujeres afganas y las fuerzas de resistencia. Con el resultado de los últimos acontecimientos, el Acuerdo de Doha también ha sido violado por el régimen talibán. La comunidad internacional no debe reconocer a los talibanes.
Mona Tajali, profesora asociada de Relaciones Internacionales y de la WGSS, Agnes Scott College, Georgia, Estados Unidos
¿Qué ha ocurrido un año después de que los talibanes retomaran el control de Afganistán?
— Hemos sido testigos de cómo los talibanes han dado marcha atrás en muchos de los principales logros de las dos últimas décadas, especialmente en lo que respecta a los derechos de las mujeres y las minorías. Sin embargo, las mujeres de Afganistán, tanto las que están dentro del país como las que se vieron obligadas a huir, no han permanecido en silencio. Continúan con sus protestas contra su intencionada marginación de la esfera pública, y han obtenido algunos éxitos notables, entre ellos, conseguir que la comunidad internacional no reconozca a los talibanes como gobierno legítimo de Afganistán.
¿Cuáles son los principales retos para la comunidad internacional?
— Este grupo fundamentalista militante parece dividido incluso entre su sector de liderazgo. Los acuerdos iniciales para la retirada de las tropas estadounidenses de Afganistán se hicieron bajo el acuerdo de que se protegerían los derechos y libertades fundamentales y que Afganistán no apoyaría el aumento del terrorismo. Sin embargo, la mayoría de estas expectativas se han roto y existe una importante crisis humanitaria en Afganistán.
¿Qué escenarios o situaciones se esperan en el futuro próximo? Especialmente tras la muerte de Ayman al-Zawahiri.
— Varias ONG y organizaciones de la sociedad civil con experiencia están bien situadas para abordar la crisis humanitaria de Afganistán. Esperamos que, con el apoyo de la comunidad internacional, estas organizaciones de mujeres puedan continuar su trabajo en las comunidades locales de Afganistán. Un cambio importante en Afganistán, sobre todo tras la muerte de Al Zawahiri, es que la comunidad internacional ejerza más presión sobre los talibanes por sus violaciones de los derechos humanos y su desprecio por la paz, la seguridad y el desarrollo democrático.