La Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA, en inglés) negó hoy que el desarrollador de The Cliff Villas Hotel and Country Club, en Aguadilla, cumpla con la agencia, a pesar de que el 1ro de julio emitió una orden de cumplimiento al amparo de la Ley de Agua Limpia por descargas al Océano Atlántico.
“Aclaramos que aunque la Agencia procesó una solicitud de permiso radicada por Grupo Caribe, LLC, y también procesó las enmiendas a la solicitud sometida por The Corp, Corp. se desprende del archivo administrativo de la EPA que aún está pendiente la certificación escrita que indique que Grupo Caribe LLC y The Cliff Corp. han cumplido con el requisito de la orden administrativa, que vencía el 5 de julio de 2022″, expresó la agencia hoy en declaraciones escritas.
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La orden administrativa les solicitaba que, inmediatamente después de recibirla, Grupo Caribe LLC debía cesar la descarga de cualquier contaminante, incluida la escorrentía de aguas pluviales asociada con las actividades de construcción, “excepto con autorización y en cumplimiento de los requisitos y condiciones del Permiso General de Construcción (CGP) 2022 u otro permiso del National Pollution Discharge Ellimination System para el cual Grupo Caribe obtuvo cobertura”.
Grupo Caribe tenía siete días, luego de haber recibido la orden por correo electrónico, para presentar una certificación escrita en la que conste que ha cumplido con lo solicitado. De igual manera, aseguró que Grupo Caribe LLC y The Cliff Corp. aún deben presentar ante la agencia un Plan de Acción describiendo las acciones a tomar y fechas “para que el proyecto logre cumplimiento con la Ley Federal de Agua Limpia, las condiciones del Permiso General de Construcción y la reglamentación aplicable”.
“La EPA permanece muy atenta para asegurar que se logre el cumplimiento de la Ley Federal de Agua Limpia en proyectos de construcción de un acre o más. La agencia provee orientación y apoyo técnico para evitar incumplimiento con los requisitos de permisos que aplican a este tipo de desarrollo”, señaló.
Sin embargo, más temprano, el presidente de The Cliff Corp. y de Grupo Caribe, LLC. Carlos Román, expresó lo contrario en declaraciones escritas. Manifestó que ya están en cumplimiento con la Ley Federal de Agua Limpia por supuestamente haber concluido “los trabajos de mitigación adicionales que le fueron solicitados por la EPA”.
Román aseguró que esto dio paso “a la aprobación del Permiso que otorga la Agencia Federal de Protección Ambiental (EPA) para el desarrollo del proyecto en el área de Aguadilla”, sin embargo, para la agencia, los requerimientos para concluir con la orden administrativa no han sido completados.
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“Una vez concluidos los trabajos que nos fueran solicitados por la Agencia Federal, que refuerzan los realizados anteriormente para atender las escorrentías, ya estamos en cumplimiento y recibimos la aprobación del permiso que fue solicitado a la EPA. Nosotros hemos cumplido con los procesos y contamos con todos los permisos de las agencias, los cuales han sido tramitados durante los últimos tres años para realizar el proyecto The Cliff”, puntualizó.
Indicó, además, que The Cliff “está totalmente desvinculado y no interviene de ningún modo con el área donde ubica la Cueva Las Golondrinas”.
La reacción tanto de la agencia como de los desarrolladores se da luego que ayer trascendiera un nuevo video donde se observan máquinas realizando movimientos de tierra en el área, a pesar de que el Departamento de Recursos Naturales (DRNA) el pasado mayo había ordenado la paralización y demolición de los trabajos sobre la cueva de las Golondrinas en Aguadilla. Le otorgó un plazo a Aguadilla Pier Corp, donde Román también es agente residente de la corporación, para que demostrara por qué debía dejarse sin efecto la orden de demolición de las estructuras levantadas sobre la cueva. El DRNA, confirmó, en tanto, que el desarrollador construyó sin tener los permisos correspondientes para impactar el área conocida como el muelle de Azúcar.
El urbanista y exdirector de la Junta de Planificación, Pedro Cardona Roig, una de la voces que ha denunciado lo que a su juicio es “un desastre ambiental”, explicó a NotiCentro que en el área se realizan tres proyectos, uno de ellos es el de la hospedería The Cliff, la construcción ilegal sobre la cueva La Golondrina y el proyecto del muelle de azúcar “donde se pretende importar combustible para el Aeropuerto de Aguadilla”.
“En el caso de The Cliff volvió a haber movimiento de terreno a pesar de la orden de cese y desista del 29 de abril de este año que emitió la secretaria (del DRNA) y, además, todavía no hemos visto ningún movimiento en relación a la demolición que ella ordenó el 20 de mayo para las construcciones que están dentro de los vienes de dominio público sobre la Cueva Las Golondrinas”, dijo.
Aseguró que el desarrollo en el área “es una muestra de lo destruído que está el sistema de permisos en Puerto Rico”, así como el incumplimiento de responsabilidades de las agencias.
“La secretaria (del DRNA) tuvo diligencia al emitir la orden abril, sin embargo, no ha sido diligente dándole seguimiento a esa orden y al cumplimiento con esa orden”, denunció.
En tanto, a principios de julio, luego de que una investigación, precisamente de la EPA, concluyera que los desarrolladores del complejo de villas “The Cliff” en Aguadilla descargaron aguas contaminantes al mar, los consultores ambientales del proyecto aseguraron que el mismo cumple con las medidas de control de erosión y sedimentación que exige el Permiso General de Construcción de la agencia federal.
Sin embargo, indicaron que presentaron una enmienda a su Plan de Manejo de Aguas de Lluvia y Prevención de Contaminación para optimizar las medidas de control en el área de la construcción.
Los consultores del proyecto de 86 villas en el Barrio Borinquen de Aguadilla aseguraron, además, que al comienzo de la construcción tenían en función las medidas de control necesarias para la protección del cuerpo de agua cercano al proyecto.
“Queremos ser proactivos, entendemos que estamos en cumplimiento, pero queremos disipar las preocupaciones de la EPA la cual ha realizado una inspección en el proyecto. Los señalamientos de la inspección son normales en cualquier obra de construcción y no implican que se esté ocasionando una contaminación al cuerpo de agua”, manifestaron los consultores.
Una investigación de la EPA concluyó que la construcción se comenzó a trabajar y en el lugar descargaron contaminantes en el Océano Atlántico violando la Ley de Agua Limpia de la agencia. Estas escorrentías provenientes de la construcción estaban cayendo en aguas del Océano Atlántico.
“La escorrentía descontrolada de aguas pluviales puede causar serios problemas para el medio ambiente y las personas en Puerto Rico, incluidas las oportunidades deficientes para pescar y nadar, por lo que es imperativo que los desarrolladores manejen las aguas pluviales de los sitios de construcción de acuerdo con la Ley de Agua Limpia”, dijo la administradora regional de la EPA, Lisa F. García en el comunicado.
Por su parte, los consultores del proyecto quisieron aclarar que el documento no exige la paralización de los trabajos de construcción.