El recién egresado colegial Gabriel O. Pagán González, quien completó su bachillerato en Microbiología Industrial en el Departamento de Biología del Recinto Universitario de Mayagüez (RUM), fue admitido al programa doctoral de Biología y Ciencias Biomédicas (BBS) de la Universidad de Harvard, donde iniciará sus estudios graduados a partir del próximo mes de septiembre de 2022.
“Es un logro que representa muchos sacrificios, mucho trabajo realizado, también fruto de todas las adversidades que no solo viví yo, sino que otros estudiantes en Puerto Rico también han tenido que enfrentar, y me llena de satisfacción saber que he superado esos desafíos y he podido llegar hasta aquí”, expresó, al repasar el momento en que se graduó Magna Cum Laude de su bachillerato en la pasada graduación del RUM de la Clase 109.
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En su trayectoria colegial, Gabriel, quien también completó un minor en Bioquímica. De igual modo, su sólido curriculum incluye dos internados en prestigiosas instituciones de Estados Unidos y cinco eventos internacionales en los que representó al RUM, al país, y donde logró ganar el premio de excelencia en dos ocasiones consecutivas.
“Pienso que la preparación que tuve en el Recinto Universitario de Mayagüez es una de calidad. Pude comparar mis estudios aquí con algunas clases que tomé como oyente en mis internados y siento que la educación del Colegio fue muy buena”, aseveró el ex colegial, al tiempo que recordó que se sintió apto para enfrentar el competitivo ambiente junto a los académicos y pares con los que compartió tareas en ambas instituciones.
Desde su natal Aguada, hizo brillar la bandera puertorriqueña en el Gulf Coast Undergraduate Research Symposium en Rice University (GCURS), donde obtuvo el premio de Excelencia en el 2020 y en el 2021, de manera consecutiva. El primer año, lo logró en el área de Bioingeniería, y la segunda ocasión, en la categoría de Bioingeniería molecular.
“Entré al RUM por Biología, como muchos, con un plan inicial, pero ese plan va transformándose. Inicialmente, quería estudiar Medicina, pero después evolucioné con mis intereses y me incliné por el área de investigación que es muy importante en la ciencia. Tomé la difícil decisión de cambiarme a Microbiología Industrial y eso me dio paso a tener más inclinación hacia la genética y la ciencia biomolecular. Le dije a mis padres que mi contribución sería en la Medicina, pero no como médico porque creo que puedo hacer más desde este ámbito”, relató.
Tras solicitar a más de 10 programas graduados, de los que recibió siete aceptaciones, Gabriel decidió seleccionar el renombrado programa doctoral en Harvard, donde pasó por un riguroso proceso de admisión que incluyó una entrevista con cuatro catedráticos de renombre en esa institución.
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“Todavía no lo creo. Siempre he escuchado que Harvard es bien competitivo y prestigioso. Según nos explicaron, de 1,300 candidatos hábiles para entrar al programa doctoral, se seleccionaron a 120 para hacer la entrevista y, finalmente, se admitieron a 58. Tengo entendido que soy uno de dos puertorriqueños que entraron este año al programa; el otro estudiante es Gabriel Romero, de la UPR Recinto de Cayey”, compartió emocionado.
Como la mayoría de sus pares colegiales y jóvenes puertorriqueños, Gabriel enfrentó con valentía todos los desafíos, y algunos adicionales, que coincidieron con su vida universitaria y que incluyeron huracanes, terremotos, pandemia, huelgas, apagones, y crisis económica y gubernamental en el país, entre tantos otros.
“Los retos son bendiciones ocultas. Al problema no le ves una utilidad en el momento, pero a la larga vas a aprender de alguna forma, a cultivar sabiduría, paciencia y fortaleza. Siempre vas a tener algo que aprender que puedas aplicar, no tan solo para tu vida profesional sino para la personal también”, expresó.
Convencido de querer aportar a su país, el ahora estudiante doctoral regresará a la isla a tratar de ser un ejemplo para otros y plantar su semilla en el desarrollo de las ciencias.
“Siempre he pensado que el mejor recurso de Puerto Rico es su gente. De por sí somos personas resilientes, hemos visto adversidades, y, con todo eso, seguimos. Pienso que mi rol, mi aportación va a ser formalizarme allá como un científico para traer ese conocimiento y aumentar y utilizar al máximo los recursos de aquí”, puntualizó, al tiempo que reiteró su agradecimiento a todo el ecosistema de apoyo con el que contó, tanto en su familia como en la Universidad.