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Rusia dice que ya controla provincia del este de Ucrania

El Estado Mayor de las fuerzas armadas ucranianas reportó el retiro de sus soldados de Lisichansk

Rusia reivindicó el domingo el control del último bastión ucraniano en una provincia del este del país que es clave para los objetivos de la desgastante guerra de Moscú.

El Estado Mayor de las fuerzas armadas ucranianas reportó el retiro de sus soldados de Lisichansk, en la provincia de Luhansk. El presidente Volodymyr Zelenskyy admitió el repliegue, pero aseguró que en las afueras de la ciudad continúa la lucha por su control.

De confirmarse, la toma completa por parte de Rusia de la provincia de Luhansk proporcionaría a sus fuerzas un soporte más sólido desde el cual continuar su avance en el Donbás, una región de minas y fábricas que el presidente Vladimir Putin está decidido a capturar en una campaña que podría determinar el curso de la guerra.

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El ministro de Defensa ruso, Sergei Shoigu, le informó a Putin que los soldados rusos, con miembros de una milicia separatista local, “han establecido el control total sobre la ciudad de Lisichansk” y ahora tienen en su poder toda Luhansk, según un comunicado del ministerio publicado el domingo.

Como suele ocurrir en este tipo de descripciones, el gobierno ruso dijo en su comunicado que la victoria representa “la liberación de la República Popular de Luhansk”. Los separatistas de Luhansk y la vecina Donetsk, que conforman el Donbás y cuentan con una importante población de habla rusa, declararon su independencia de Kiev en 2014, y desde entonces sus fuerzas han combatido a los soldados ucranianos en la zona. Rusia reconoció su independencia antes de que invadiera Ucrania el 24 de febrero.

Las fuerzas ucranianas y rusas han luchado intensamente por Lisichansk en los últimos días, después de que la vecina Sievierodoentsk cayera la semana pasada. El domingo por la tarde, el Estado Mayor de Ucrania confirmó en redes sociales el retiro de Lisichansk “para preservar las vidas de los defensores ucranianos”.

En su discurso nocturno, Zelenskyy reconoció el retiro. Pero agregó que “Ucrania no regala nada” y se comprometió a volver con armas más modernas. Al referirse al éxito de sus fuerzas armadas en la recaptura de otros territorios, prometió: “Llegará el día en que diremos lo mismo del Donbás”.

Horas antes, Zelenskyy dijo que las fuerzas de Kiev seguían enfrentando a los soldados rusos a las afueras de Lisichansk, “en una situación muy peligrosa y complicada”.

“No podemos dar el juicio final. Todavía se está luchando por Lisichansk”, dijo en una conferencia de prensa junto con el primer ministro australiano Anthony Albanese, quien estaba de visita. Resaltó que el territorio puede cambiar de manos rápidamente.

Las fuerzas rusas mantienen una ventaja en el área, reconoció, diciendo que se trata de “un punto débil” de los efectivos ucranianos.

La captura de Lisichansk les daría a los rusos más territorio desde el cual intensificar los ataques a Donetsk. En las últimas semanas se creía que Rusia controlaba aproximadamente la mitad de Donetsk, pero se desconoce la situación en este momento.

Si el Kremlin se impone en el Donbás, Ucrania no sólo perdería terreno, sino quizá el grueso de sus fuerzas militares más capaces, lo que abriría el camino para que Moscú se apoderara de más territorio y reforzara su capacidad de dictarle condiciones a Kiev.

Desde que fracasó en su intento de tomar Kiev y otras zonas del norte y centro de Ucrania en las primeras semanas de la guerra, Rusia se ha enfocado en el Donbás, desatando intensas ofensivas y enfrascándose en combates puerta por puerta que devastaron Lisichansk, la vecina Sievierodonetsk y poblados cercanos. Pocos detalles han surgido de ambas ciudades durante las batallas, las cuales diezmaron su población debido a la muerte o el desplazamiento de sus residentes.

Las fuerzas rusas parecían estar avanzando en Donetsk, concentrando ataques con cohetes en la ciudad de Slovyansk, bajo control ucraniano, donde al menos seis personas murieron, declaró la portavoz del gobierno regional Tatyana Ignatchenko a la televisión ucraniana.

Kramatorsk, otra de las principales ciudades de la región de Donetsk, también fue atacada, indicó el gobierno regional.

Lejos de los combates en el este, Albanese visitó el domingo una ciudad cercana a la capital que sufrió graves daños al principio de la guerra. Dijo que la destrucción cometida en Irpín era “devastadora”.

“Estos son hogares y estos son medios de sustento y, de hecho, vidas que se han perdido aquí en esta ciudad”, aseveró.

En otro lugar, el alcalde exiliado de la ciudad de Melitópol, ocupada por Rusia, dijo el domingo que cohetes ucranianos destruyeron una de las cuatro bases militares rusas de la ciudad.

Se informó también de ataques en el interior de Rusia, en un resurgir de aparentes ataques ucranianos esporádicos a través de la frontera. El gobernador de la región de Belgorod, en el oeste ruso, dijo que fragmentos de un misil ucraniano interceptado provocaron la muerte de cuatro personas el domingo. En la ciudad rusa de Kursk, dos drones ucranianos fueron derribados, según el Ministerio de Defensa ruso.

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