UVALDE, Texas, EE.UU. (AP) — Eva Mireles amaba a su perro, el excursionismo y hacer ejercicio. Pero lo que más amaba era a su familia y sus alumnos.
El viernes se llevó a cabo una misa fúnebre en honor de Mireles, de 44 años, que fue asesinada el 24 de mayo cuando un hombre armado se metió a la Escuela Primaria Robb en la ciudad de Uvalde, Texas. Diecinueve niños y la maestra Irma Garcia también fallecieron en el ataque. Parientes que han hablado con la policía han dicho que las dos profesoras murieron intentando proteger a sus estudiantes.
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Mireles estaba concluyendo su 17mo año de dar clases. El supervisor del distrito escolar, Hal Harrell, dijo que Mireles y García eran maestras que “ponían su corazón y alma” en su trabajo.
Una esquela en honor de Mireles decía que ella “se dedicó a su maravillosa familia y alumnos increíbles”. Disfrutaba practicar Crossfit, el excursionismo y pasar tiempo con su perro Kane.
“Su sonrisa y personalidad nunca pasaban desapercibidos cuando ella estaba cerca, nunca era un momento aburrido”, manifestó la esquela.
Una de sus parientes, Amber Ybarra, de 34 años y residente de San Antonio, dijo que Mireles era una madre y esposa amorosa.
“Ella era aventurera... Definitivamente se le va a extrañar mucho”, señaló.
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Mireles expresó su entusiasmo en una publicación en el sitio web de la escuela al principio del año escolar.
“¡Bienvenidos al 4to. grado! ¡Nos espera un año maravilloso!”, escribió.
El funeral de Garcia se llevó a cabo la semana pasada. Los servicios fúnebres para los niños continuarán hasta fines de junio.