Soldados rusos y ucranianos combatían cuerpo a cuerpo el domingo en una ciudad del este de Ucrania mientras las tropas de Moscú, respaldadas por intensos ataques de artillería, intentaban obtener una posición estratégica para conquistar la región. El presidente ucraniano Volodymyr Zelenskyy también realizó una inusual visita al frente de batalla en otra urbe con el fin de evaluar la fortaleza de la defensa nacional.
En el este, las fuerzas rusas asaltaron Sievierodonetsk después de fracasar en su intento por rodear esta estratégica ciudad, informaron funcionarios ucranianos. Zelenskyy dijo que la situación en la zona era “indescriptiblemente complicada” debido a los incesantes ataques de artillería rusa que han destruido infraestructura vital y afectado al 90% de los edificios.
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“Capturar Sievierodonetsk es un objetivo principal de las fuerzas de ocupación”, dijo Zelenskyy, y agregó que a los rusos no les importan las víctimas.
El alcalde de la ciudad dijo que los combates habían afectado el servicio eléctrico y de telefonía celular, además de obligar al cierre de un centro de ayuda humanitaria debido a los riesgos.
El deterioro de las condiciones desató temores de que Sievierodonetsk pueda convertirse en la próxima Mariúpol, una ciudad en el Mar de Azov que estuvo sitiada durante casi tres meses hasta que los últimos combatientes ucranianos depusieron las armas.
Sievierodonetsk, ubicada a 143 kilómetros (89 millas) al sur de la frontera con Rusia, se ha convertido en los últimos días en el epicentro de la lucha de Moscú por capturar toda la región industrial del Donbás, en el este de Ucrania. El Kremlin también ha redoblado sus intentos por tomar la cercana ciudad de Lysychansk, donde los civiles se apresuraron a escapar de los persistentes ataques de artillería.
Las dos ciudades se ubican a lo largo del río Siverskiy Donetsk, de gran importancia estratégica. Son las últimas dos grandes áreas bajo control ucraniano en la provincia de Luhansk, que forma parte del Donbás junto con la región vecina de Donetsk.
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En tanto, Zelenskyy visitó a soldados en Járkiv, la segunda mayor ciudad del país, donde los combatientes ucranianos obligaron a las fuerzas rusas a replegarse de posiciones cercanas hace varias semanas.
“Siento un orgullo infinito por nuestros defensores. Todos los días arriesgan sus vidas y luchan por la libertad de Ucrania”, escribió Zelenskyy en Telegram después de su visita.
Rusia ha mantenido su ofensiva a distancia sobre la ciudad del nororiente de Ucrania, y se podían escuchar explosiones poco después de la visita del presidente. Los ataques aéreos y de artillería han destruido más de 2.000 edificios residenciales de la ciudad desde que comenzó la invasión rusa el 24 de febrero, según el gobernador regional Oleh Syniehubov.
En un discurso en video el domingo por la noche, Zelenskyy elogió a los funcionarios regionales de Járkiv, pero también dijo que había despedido al director regional de la máxima agencia de seguridad del país, la SBU, debido a su mal desempeño. En la región de Járkiv, las tropas rusas aún controlan aproximadamente una tercera parte del territorio, comentó el presidente.
Después de fracasar en su intento por tomar Kiev, Rusia se ha enfocado en ocupar las partes del Donbás que no estaban bajo control de separatistas prorrusos.
El ministro del Exterior de Rusia, Sergey Lavrov, dijo el domingo a la televisora francesa TF1 que la “prioridad incondicional” de Moscú es “la liberación de las regiones de Donetsk y Luhansk”, y añadió que Rusia las considera “Estados independientes”.
Dejó entrever también que otras regiones de Ucrania deberían ser capaces de establecer vínculos estrechos con Rusia.
En Luhansk, los constantes ataques de artillería rusa han creado lo que el gobernador regional Serhiy Haidai llamó una “situación severa”.
“Hay personas muertas y heridas”, escribió en Telegram. El sábado, señaló, un civil murió y otros cuatro resultaron heridos después de un ataque ruso contra un edificio de apartamentos.
Pero algunas rutas de suministros y evacuación en Luhansk sí operaban el domingo, subrayó. Aseguró que los rusos se habían replegado “con bajas” de las inmediaciones de un poblado cercano a Sievierodonetsk, pero a su vez realizaron ataques aéreos sobre otra población cercana ubicada junto al río.
Civiles que llegaron a la ciudad oriental de Pokrovsk, a 130 kilómetros (80 millas) al sur de Lysychansk, dijeron que resistieron todo lo que pudieron antes de escapar de los avances rusos.
Con voz entrecortada, Yana Skakova describió su salida junto a sus hijos de 18 meses y 4 años, mientras que su esposo se quedó en la ciudad para cuidar de su casa y animales. La familia estaba entre 18 personas que vivieron en un sótano durante los últimos dos meses y medio hasta que la policía les informó el viernes que era momento de evacuar.
“Ninguno de nosotros quería dejar nuestra ciudad natal”, comentó. “Pero decidimos irnos por el bien de estos pequeños”.
Oksana, de 74 años, quien tenía demasiado miedo para dar su apellido, y su esposo de 86 años fueron evacuados de Lysychansk por un equipo de voluntarios extranjeros.
“Voy a algún lugar, sin saber a dónde”, dijo llorando. “Ahora soy una desdichada pordiosera. Ahora debo pedir limosna. Mejor me hubieran matado”.
El alcalde de Sievierodonetsk, Oleksandr Striuk, dijo que el sábado se registraron combates en la estación de autobuses de la ciudad. Los residentes que continúan en la urbe, que antes de la guerra tenía 100.000, corren el riesgo de quedar expuestos a los ataques de artillería por el simple hecho de salir a buscar agua de una media decena de pozos, además de que no hay luz ni servicio de telefonía celular. Striuk calcula que han muerto unos 1.500 civiles en la ciudad desde que comenzó la guerra debido a ataques rusos o por falta de medicamentos y atención médica.