Luego de años de estancamiento, existen las condiciones para que Puerto Rico comience a dar un giro a su economía e inicie un proceso que genere crecimiento económico y desarrollo a largo plazo.
Así lo establece la edición de mayo del CNE Review del Centro para una Nueva Economía, en la que Sergio M. Marxuach, director de Política Pública y editor, examina las condiciones actuales, los riesgos y el contexto en el que se desarrollan estas tendencias.
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La evaluación de CNE de la situación actual es que, a pesar de la existencia de ciertos riesgos sustanciales, las condiciones actuales son favorables para emprender un esfuerzo de desarrollo económico de base amplia en Puerto Rico.
“Sin embargo, eso sólo ocurrirá si diseñamos una estrategia económica que permita a Puerto Rico aprovechar esta oportunidad. El crecimiento económico no se producirá por sí solo. Necesitamos tomar acciones concretas y afirmativas para aprovechar la situación actual”, establece la publicación.
“Tras 15 años de estancamiento económico, una crisis fiscal y de deuda, la quiebra de su gobierno, los daños causados por los huracanes Irma y María en 2017 y una serie de terremotos en 2020, y el dolor ocasionado por la pandemia del COVID-19, Puerto Rico tiene una oportunidad única para dar un giro a su economía”, señala Marxuach.
El director de Política Pública de CNE delineó cuatro tendencias positivas en su análisis.
La primera hace referencia al fin del proceso de reestructuración de la deuda. “El Plan de Ajuste certificado brinda un importante alivio de la deuda a la isla al reducir la deuda del estado en aproximadamente un 50%. Sin embargo, es bastante difícil determinar hoy si esta cantidad de alivio de la deuda es suficiente. Lo que está claro es que la viabilidad del Plan a medio y largo plazo depende de que se ponga en marcha el crecimiento económico en Puerto Rico”, se plantea.
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Otra tendencia que el CNE ve como positiva es que la disposición de la administración del presidente Joe Biden a desembolsar el dinero asignado por el Congreso hace cinco años. Según el organismo, esa actitud del gobierno federal permitirá a Puerto Rico mejorar significativamente una gran parte de su infraestructura física en un periodo de tiempo relativamente corto.
De otro lado, se menciona que los avances en el control de la pandemia han permitido reducir la incidencia de síntomas graves, hospitalizaciones y muertes.
La cuarta tendencia positiva mencionada por el CNE describe que el giro intelectual y político hacia un estado más activista ofrece a Puerto Rico el espacio político necesario para desarrollar e implementar soluciones creativas a sus problemas económicos.
“El espíritu de los tiempos es favorable para el desarrollo e implementación de una estrategia económica cuidadosamente diseñada para Puerto Rico. En este sentido, es importante señalar que mientras la Administración Pierluisi y la Junta de Supervisión y Administración Financiera (la “JSAF”) han propuesto nuevos incentivos económicos y la implementación de reformas estructurales, respectivamente, ambos esfuerzos se quedan cortos en cuanto al diseño de una estrategia económica para Puerto Rico”, dice el CNE Review.
“No debemos cometer el error de equiparar un conjunto de reformas estructurales bastante dispares y quizás marginalmente efectivas con una estrategia económica. Sencillamente, las reformas estructurales favorecidas por la JSAF y expuestas en el Plan Fiscal son asuntos de segundo orden y no generarán el crecimiento económico a largo plazo que Puerto Rico necesita, tanto para mejorar la calidad de vida de su población como para pagar su deuda reestructurada, a menos que se inserten o enmarquen en una estrategia o visión económica más amplia”, puntualizó Marxuach.
La edición de mayo del CNE Review concluye que aunque las tendencias mencionadas anteriormente son en general positivas, el ambiente económico actual también se caracteriza por una importante incertidumbre y riesgos a la baja.
“Este análisis es parte de una iniciativa mucho más grande que enfocada en el desarrollo económico. CNE convocará en las próximas semanas a un amplio grupo de representantes del mundo académico, el gobierno, el sector privado y las ONG para poner en marcha un proceso que, esperamos, genere el crecimiento económico y el desarrollo a largo plazo que Puerto Rico tanto necesita. Es de vital importancia que este proceso sea liderado por puertorriqueños ya que contamos con el compromiso, la capacidad y la voluntad localmente para poner en marcha nuestra economía y trazar un camino sostenible”, sostiene el análisis.