En su cierre de campaña, el exrebelde Gustavo Petro llamó el domingo a la multitud a usar bolígrafos en las urnas y no fusiles para llevarlo al poder en Colombia el próximo 29 de mayo en medio de una tensa recta final.
“Hoy queremos decir que hemos triunfado… estamos a unos días de derrotar el régimen de corrupción en Colombia”, dijo Petro, quien lidera todas las encuestas superando al aspirante de la derecha Federico Gutiérrez y los candidatos Rodolfo Hernández, independiente, y Sergio Fajardo, de centro.
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En la plaza de Zipaquirá, a 44 kilómetros de Bogotá, Petro recordó que en su juventud estudió en el mismo colegio que el Nobel de Literatura Gabriel García Márquez y años después inició su vida política como concejal y militante de la extinta guerrilla Movimiento 19 de abril o M-19, que se desmovilizó en 1990 luego de firmar un proceso de paz.
“Tenía 9 años cuando lo distinguí… era un muchacho del M-19 apoyando a la gente pobre”, dijo a The Associated Press Jose Uberney Lombana, de 47 años, quien vive en el barrio Bolívar 83 que Petro ayudó a fundar luego de tomar ilegalmente el predio con la comunidad.
En su discurso, Petro va contra lo que califica como la “élite rapaz” a la que acusa de saquear por años los recursos del Estado. El candidato advirtió que de convertirse en el primer presidente de izquierda en Colombia hará cambios en el Estado como reformar la Procuraduría y la Fiscalía y conformar una comisión que investigue casos de corrupción.
“Si aquí logro justicia para los grandes crímenes de corrupción, caiga el que caiga… si es (Federico) Gutiérrez a la cárcel, si es (Iván) Duque a la cárcel, si llegase a ser un familiar mío a la cárcel, si llega a ser Petro a la cárcel”.
Sus propuestas para suspender las nuevas licencias para explotar petróleo y “democratizar” los recursos despiertan temores entre algunos sectores en Colombia, que temen que una vez en la presidencia abuse de su autoridad.
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Algunos empresarios han advertido a sus empleados que apoyar a Petro podría ser causal de despido.
“Qué pensamiento de señores feudales, de señores esclavistas”, criticó Petro desde la Plaza de Bolívar de Bogotá, la segunda que logró llenar de seguidores en el último día en el que la ley permite hacer actos en público antes de las elecciones.
Negó ser un populista y comunista, como lo califican sus detractores. “El amor político implica igualdad, equidad y no porque nos vistamos igual, como macartizan, no porque nos volvamos comunistas, sino porque todo ser humano, por el simple hecho de nacer, debe tener igualdad de oportunidades para crecer”.
Petro cierra una agitada campaña presidencial luego de un centenar de actos públicos en plazas de todo el país. En las últimas semanas, se reforzó su seguridad y la de su candidata vicepresidencial, Francia Márquez, ante supuestas amenazas de muerte. La víspera, Márquez dejó de emergencia una tarima en Bogotá luego de que su esquema de seguridad advirtiera que le apuntaban con un láser al rostro. La fiscalía abrió una indagación de inmediato.
“En nombre de los nadies y de las nadies quiero ser su vicepresidencia. Vamos desde la resistencia al poder hasta que la dignidad se haga costumbre”, dijo Márquez, una líder social y feminista que, de llegar al poder, sería la primera afrodescendiente en ostentar el cargo en el país.
En las últimas horas, Petro agitó la campaña al advertir un supuesto plan para dar un “golpe de Estado a las elecciones” al suspenderlas y convocó a los otros candidatos Fajardo y Hernández a una reunión de emergencia, la cual no fue secundada. Por su parte, el presidente Iván Duque negó cualquier irregularidad en el calendario electoral y aseguró que se garantizará la democracia.