Un oficial del Departamento de Corrección y Rehabilitación tiene, por lo general, una responsabilidad esencial: velar por la comunidad carcelaria dentro de las instituciones penales. Sin embargo, la lista de las tareas que debe realizar muchas veces abarca faenas fuera de su descripción laboral.
Ese es el relato que nos comparte la oficial Yara Velázquez en la nueva entrega de Las Caras de la Deuda, un pódcast producido por Metro Puerto Rico que se dispone a recopilar perfiles de algunos trabajadores del sector público.
PUBLICIDAD
Velázquez es una oficial correccional de la Facilidad Médica 500 en el complejo Las Cucharas, en Ponce. Durante la conversación, Velázquez narró los retos que ha enfrentado desde que comenzó su servicio público en ese lugar.
“El trabajo de nosotros es riesgoso porque puede ser que en un momento dado la población se altere y si estamos adentro, pues es un poquito tedioso. Es lo que se llaman los motines. Pero en cuestión de lo que nosotros realizamos todo lleva un riesgo. Pero lo preocupante es más bien este tipo de supervisor que se deja llevar por la política”, denunció la funcionaria sobre lo que es su día a día laboral.
En el episodio, Velázquez explica su experiencia lidiando con la influencia de la política partidista en las determinaciones operacionales en estas instituciones. La empleada pública relata cómo se asignan. Además, comparte su experiencia balanceando su vida profesional con su rol de madre.
Temprano este año, los oficiales correccionales se tiraron a la calle para exigir un aumento salarial que sea el equivalente de que lo genera un policía estatal. Actualmente, los oficiales en las cárceles de Puerto Rico tienen un salario base de $1,600 mensuales, mientras que en la Uniformada el sueldo básico es de $2,300.