El representante José Rivera Madera sometió el Proyecto de la Cámara 1330 para obligar al Departamento de Educación (DE) a sufragar los gastos relacionados a las graduaciones de los estudiantes de educación especial, así como de estudiantes bajo índices de pobreza económica.
Rivera Madera indicó que la medida ha recibido el apoyo para su aprobación por parte del presidente de la Cámara de Representantes, Rafael Hernández Montañez, y de la presidenta de la Comisión de Educación, Deborah Soto Arroyo, así también de la representante por el distrito 27 Estrella Martínez Soto, quienes se unieron como coautores.
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Según el representante, su intención al presentar esta legislación es que, “ningún estudiante quede privado de graduarse en igual condiciones que otros integrantes de su grupo por estar ubicados en el umbral de una pobreza, lo que les impide a sus familias costear unos gastos que a mi juicio deben ser cubiertos por el DE”.
“Mi percepción analógica sobre las graduaciones es a la de unos Juegos Olímpicos, unos Panamericanos, unas Justas interuniversitarias. Cuando un atleta gana llega al pódium, recibe su premiación y no tiene que pagarla, pues bien, aquí el premio por la carrera, muchas veces con obstáculos, de estos estudiantes es su diploma y asistir a recibirlos. Pues entonces no se les debe cobrar por eso, al contrario, se les debe premiar y ese premio es su toga, diploma y asistir a esa ceremonia de logros”, sentenció Rivera Madera.
El PC 1330 destaca que estudiantes del sistema de educación especial, o los identificados bajo niveles de pobreza, que optan por ausentarse de las actividades educativas pues la condición económica familiar los limita en la adquisición de toga y accesorios para los eventos educativos. De igual modo reseña como éstos se ven imposibilitados de cumplir con ciertas cuotas y costos impuestos para la adquisición de certificaciones especiales, premiaciones y artículos distintivos de la promoción o actividad educativa.
“Aunque puedan existir otros factores en casos aislados, el mayor común denominador que hemos identificado para que los estudiantes se ausenten de actividades de premiaciones, certificaciones y graduaciones corresponde a la limitación de recursos económicos para sufragar los costos que se les ha impuesto y que cada año aumenta. Esto no está bien y las grandes sumas de dinero que maneja el DE debe permitir, sin excusas, que se realice una acción de esta naturaleza sin perjudicar en lo más mínimo sus finanzas”, señaló Rivera Madera.