LA HABANA (AP) — Rescatistas y bomberos continuaban extrayendo escombros durante la madrugada del sábado en busca de víctimas en lo que fue un lujoso hotel en La Habana, que se convirtió en un amasijo de fierros y escombros de concreto, luego de una explosión provocada aparentemente por una fuga de gas. El último recuento oficial era de 22 fallecidos, uno de los cuales era un niño, y decenas de heridos.
El ministro de Turismo, Juan Carlos García, informó que todas las víctimas eran de nacionalidad cubana, pues el hotel iba a reinaugurarse el próximo 10 de mayo, luego de dos años de paralización por la COVID-19 y estaba en remodelación, por lo que no tenía clientes.
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Aunque las inmediaciones del Hotel Saratoga permanecían acordonadas, se podía observar por la noche el trabajo de la maquinaria pesada y camiones cargando cascajo y otros escombros, mientras palas mecánicas levantaban pedazos de pared y mampostería para despejar el lugar, constató The Associated Press.
Luego de que el humo y el polvo se disipó en la noche, pudo verse la gran afectación del edificio. Los primeros pisos se notaban devastados, la fachada completamente arrancada permitía distinguir colchones, partes del mobiliario, cristales colgando, cortinas hechas girones y cojines.
La explosión se produjo poco antes las 11 de la mañana del viernes y el ruido estremecedor se escuchó por todos los alrededores. “No ha sido una bomba, no ha sido un atentado… ha sido un accidente muy lamentable”, dijo a periodistas el presidente Miguel Díaz-Canel, quien acudió al lugar.
A su vez, el doctor Julio Guerra, del Ministerio de Salud, dijo en conferencia de prensa que había al menos 74 lesionados. Está “en proceso de identificación los cadáveres”, agregó el galeno, quien además indicó que en las próximas horas se darán a conocer los nombres.
“Todavía estamos buscando a un grupo importante de personas que puedan estar bajo los escombros”, dijo el teniente coronel Noel Silva, del cuerpo de Bomberos.
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En las inmediaciones del hotel había personas que se identificaron como familiares de los desaparecidos y que esperaban tener noticias.
“No quiero moverme de aquí”, dijo a la AP, Cristina Avellar, quien aguardaba alguna información de Odalys Barrera, una cajera de 57 años del Saratoga y madre de dos hijas, la mayor de las cuales acaba de dar a luz.
Avellar, madrina de las hijas de Barrera, permanecía frente al hotel desde que se enteró del accidente. La familia completa se puso de acuerdo para buscar por los distintos hospitales o hacer guardia frente a la mole destruida.
Unos metros más allá estaban parientes de Juan Carlos Haza, quienes conjeturaban sobre la posibilidad de que puedan hallarse personas en los sótanos —aunque se desconoce si vivas o muertas— en las próximas horas.
Entre lágrimas hablaba Beatriz Céspedes Cobas, de 26 años, hermana de Shaidis Cobas, de 27. “Le tocaba trabajar hoy. Ella es camarera. Yo trabajo a dos cuadras. Sentí el estruendo y al comienzo ni asocié”, dijo a la AP.
Para las labores en torno al edificio se trajeron perros a fin de detectar personas y se colocó luz artificial para continuar con la extracción de los escombros durante la noche.
Una escuela primaria de 300 alumnos contigua al Saratoga debió ser evacuada y cinco menores sufrieron lesiones leves, informó el gobernador de La Habana, Reinaldo García Zapata. Agregó que además del Saratoga, hubo otras dos edificaciones de viviendas colindantes dañadas gravemente. En uno de ellos colapsaron completamente 15 departamentos y en el otro 10 tuvieron daños de magnitud. Sus residentes fueron llevados a albergues.
El hotel está ubicado frente al Capitolio, donde actualmente tiene su sede Asamblea del Poder Popular, el Parlamento cubano.
Díaz-Canel y el ministro de Salud, José Ángel Portal, recorrieron los nosocomios donde se atendían a las víctimas. Frente al Hospital Calixto García también se congregaron los familiares de los heridos buscando noticias.
Más tarde, la televisión estatal cubana mostró la operación de retiro de un camión de gas cubierto de escombros, mientras los bomberos lo rociaban constantemente con agua. Extraoficialmente, se hablaba de que ese camión pudo haber sido un factor en la explosión.
La directora de la empresa de gas, Lázara Soria, indicó que el camión abastecía al hotel —sin detallar para qué tipo de servicio– y dijo que tenía unos 12.000 litros del fluido.
El fotógrafo cubano Michel Figueroa pasaba frente al Saratoga cuando se produjo el estallido. “La explosión me tiró al piso y todavía me duele la cabeza. Me paré, pero todo fue muy rápido”, dijo mientras le mostraba a AP las imágenes que tomó.
El hotel se encuentra en una zona de construcciones antiguas y deterioradas, por lo que cientos de vecinos salieron a las calles ante el temor a nuevas explosiones.
El Saratoga, en el centro histórico de La Habana, era un hotel cinco estrellas con 96 habitaciones, dos bares, dos restaurantes, un spa y una piscina en la azotea con una vista panorámica de la ciudad. Figuras internacionales se habían alojado allí, como la cantante estadounidense Beyoncé y su esposo, Jay Z.
Con su diseño neoclásico francés, era uno de los edificios más emblemáticos de la capital cubana.
Grupo Gaviota, que administra el hotel y que pertenece al área empresarial de la Fuerzas Armadas, informó en un comunicado en su página de internet que se investiga el caso. Un pedido de comentarios enviado por la AP solicitando comentarios no fue contestado por el momento.
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Andrea Rodríguez está en: www.twitter.com/ARodriguezAP