GINEBRA (AP) — Los casos nuevos y los decesos por COVID-19 están cediendo en todo el mundo, a excepción de América y África, informó el miércoles la Organización Mundial de la Salud.
En su reporte semanal sobre la pandemia, la OMS precisó que la semana pasada hubo 3,8 millones de casos nuevos y más de 15.000 decesos. Las cifras representaron disminuciones, respectivamente, de 17% y 3% con respecto a la semana anterior. Sin embargo, se calcula que esas cifras son una subestimación significativa, ya que muchos países han dejado de realizar pruebas y monitoreos masivos.
PUBLICIDAD
A pesar de ello, los casos aumentaron en aproximadamente un tercio en África y en un 13% en el continente americano. Hubo además un aumento de 70% en los fallecimientos reportados en India, aunque eso se debió a la demora en el reporte y no a una propagación súbita de la enfermedad.
La semana pasada, las autoridades en Sudáfrica detectaron un aumento en los casos de COVID-19 causados por la subvariante BA.4 de la ómicron, aunque enfatizaron que era temprano como para saber si ello redundará en una propagación significativa de la enfermedad.
Si bien hay indicios de que la BA.4 es más infecciosa que la ómicron, la OMS aclaró que no hay evidencias de que haya causado olas de hospitalizaciones o decesos.
Salim Abdool Karim, experto en salud pública en la Universidad de KwaZulu-Natal, dijo que aunque Sudáfrica detectó un aumento “modesto” de los casos, el país está en época vacacional y la cantidad de pruebas ha disminuido marcadamente. Recalcó que la tendencia se está desacelerando y que los casos “no están aumentando empinadamente, como se podría esperar” de un repunte de la enfermedad.
En conferencia de prensa el miércoles, el doctor Michael Ryan, jefe de emergencias de la OMS, dijo que es demasiado pronto como para saber si el COVID-19 se está volviendo estacional, pero hizo un llamado a los países a no retirar las medidas de salud con demasiada rapidez.
PUBLICIDAD
Añadió que no se ha demostrado que la tendencia vaya a descender en el verano en el hemisferio norte y que podrían venir variantes nuevas y más peligrosas.
“Si la gente se aglomera en condiciones donde se está esparciendo una nueva variante, habrá altos niveles de transmisión”, explicó.
Entretanto, en China, las autoridades siguen implementando medidas severas en ciudades como Beijing, donde fue cerrado más del 10% del tren subterráneo a fin de frenar la propagación del coronavirus. Las autoridades de la ciudad ya habían cerrado los espacios interiores de restaurantes, gimnasios y escuelas.
En Shanghái, las medidas estrictas han causado escasez de alimentos y suministros médicos y un impacto más amplio — aunque probablemente sólo temporal — sobre la economía nacional. Los ciudadanos enojados han denunciado a las autoridades en barricadas y en foros de internet. Incluso han gritado y han hecho sonar cacerolas en sus balcones y ventanas como expresión de protesta.