ZAPORIYIA, Ucrania (AP) — Rusia planea anexionarse este mes buena parte del este de Ucrania, según advirtió un funcionario estadounidense de alto rango, y la acería de Mariúpol que es el último reducto de resistencia ucraniana en la ciudad volvía a ser blanco de ataques tras la primera evacuación de civiles de la planta.
Estados Unidos cree que el Kremlin también reconocerá la ciudad sureña de Jersón como una república independiente, indicó Michael Carpenter, embajador de Estados Unidos ante la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa. Ninguna de esas dos decisiones sería reconocida por Estados Unidos ni por sus aliados, afirmó.
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Rusia tiene previsto celebrar referendos fraudulentos en las regiones de Donetsk y Luhansk que “intentarán añadir un barniz de legitimidad democrática o electoral” y anexionarlas a Rusia, dijo Carpenter. También hay indicios de que Rusia intentaría organizar un voto sobre la independencia de Jersón.
Alcaldes y legisladores locales han sido secuestrados, los servicios de internet y celular se han cortado y pronto se impondrá un currículo escolar ruso, dijo Carpenter. Rusia también ha introducido su moneda, el rublo, como moneda de curso en la zona.
Más de 100 personas, incluidas ancianas y madres con niños pequeños, salieron el domingo de entre los escombros de la siderúrgica Azovstal en Mariúpol y subieron a autobuses y ambulancias hacia la ciudad de Zaporiyia, controlada por Ucrania, unos 230 kilómetros (140 millas) al noroeste.
Al parecer, al menos algunos de los civiles fueron conducidos a un poblado controlado por separatistas prorrusos. El ejército ruso dijo que algunos habían elegido quedarse en zonas separatistas, mientras que docenas más se marcharon a territorio bajo control ucraniano.
Ucrania ha acusado en el pasado a las tropas de Moscú de llevar a civiles a Rusia o a zonas controladas por Rusia contra su voluntad. El Kremlin lo ha negado.
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Tras la evacuación parcial se reanudaron los ataques aéreos, con tanques y barcos contra la acería, según dijo en la app de mensajería Telegram el Regimiento Azov de Ucrania, que ayuda a defender el recinto.
El vicealcalde de Mariúpol, Sergei Orlov, dijo a la BBC que había negociaciones de alto nivel entre Ucrania, Rusia y organizaciones internacionales para evacuar a más gente.
Si tiene éxito, la evacuación de la metalúrgica sería un inusual progreso para aliviar el coste humano de las casi 10 semanas de guerra, que han castigado especialmente a Mariúpol. Los intentos previos de abrir corredores seguros para salir del puerto sureño y otros lugares han fracasado, entre acusaciones de las fuerzas ucranianas de que las tropas rusas atacaban rutas de evacuación acordadas con antelación.
Antes de la evacuación del fin de semana, supervisada por Naciones Unidas y Cruz Roja, se estimaba que había unos 1.000 civiles en la planta junto con unos 2.000 defensores ucranianos que han rechazado las peticiones rusas de que se rindan.
Hasta 100.000 personas podrían seguir en la ciudad, donde antes de la guerra vivían más de 400.000 personas. Los ataques rusos han reducido a ruinas la mayor parte de la ciudad y atrapado a los civiles con escasa comida, agua, calefacción o medicamentos.
Mariúpol está en el Donbás, el corazón industrial en el este de Ucrania, y resulta crucial para la campaña rusa en el este. Su captura privaría a Ucrania de un puerto importante, liberaría tropas rusas para combatir en otros lugares y permitiría a Rusia establecer una conexión terrestre con la península de Crimea, anexionada de Ucrania en 2014.
Más de un millón de personas, incluidos casi 200.000 niños, han sido llevadas de Ucrania a Rusia desde que comenzó la invasión rusa, según dijo el Ministerio ruso de Defensa en declaraciones recogidas por la agencia estatal de noticias TASS.
Esos civiles “fueron evacuados al territorio de la Federación Rusa desde las peligrosas regiones” de Donetsk, Luhansk y otras zonas de Ucrania, según el reporte. No se dieron detalles sobre los lugares o las circunstancias de los traslados.
El presidente de Ucrania, Volodymyr Zelenskyy, dijo el lunes que el ejército ruso ha matado al menos a 220 niños ucranianos desde el comienzo de la guerra y que 1.570 centros educativos han resultado dañados o destruidos.
Cuando no pudo tomar Kiev, la capital, el presidente de Rusia, Vladimir Putin, se centró en el Donbás, donde separatistas con apoyo de Moscú combaten contra fuerzas ucranianas desde 2014.
Rusia dijo haber atacado docenas de objetivos militares en la región, como concentraciones de tropas y armas y un depósito de munición cerca de Chervone, en la región de Zaporiyia, al oeste del Donbás.
Funcionarios ucranianos y occidentales dicen que las tropas de Moscú disparan de forma indiscriminada y han matado a muchos civiles en un lento avance.
El gobernador de la región de Odesa, junto a la costa del Mar Negro, Maksym Marchenko, dijo en Telegram que un misil ruso había causado muertes y heridos el lunes. No dio detalles. Zelenskyy dijo que el ataque había matado a un niño de 14 años.
Ucrania también dijo que Rusia había atacado un puente estratégico para autos y trenes al oeste de Odesa. El puente sufrió importantes daños en ataques previos y su destrucción cortaría una ruta de suministro para armas y otras mercancías desde la vecina Rumanía.
Ucrania dijo haber destruido dos pequeñas embarcaciones patrulleras rusas en el Mar Negro.
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Varenytsia informó desde Kiev, Ucrania. Los periodistas de Associated Press Yesica Fisch en Sloviansk, Jon Gambrell y Yuras Karmanau en Leópolis, Mstyslav Chernov en Járkiv, Lolita Baldor en Washington y personal de AP en todo el mundo contribuyeron a este despacho.