BERLÍN (AP) — Alemania fue el mayor comprador de energía rusa durante los primeros dos meses de la guerra en Ucrania, indicó un grupo investigador independiente el jueves.
Un estudio publicado por el Centro de Investigación en Energía y Aire Limpio calcula que Rusia ganó 63.000 millones de euros (66.500 millones de dólares) por exportaciones de combustibles fósiles desde el 24 de febrero, la fecha en que las tropas rusas iniciaron el ataque a Ucrania.
PUBLICIDAD
Apoyándose en datos sobre los movimientos de barcos, el rastreo en tiempo real de los flujos de gas natural a través de los gasoductos y estimaciones basadas en el comercio mensual histórico, los investigadores calculan que Alemania pagó a Rusia alrededor de 9.100 millones de euros por combustibles fósiles en los primeros dos meses de la guerra.
Claudia Kemfert, una experta en energía del Instituto Alemán de Investigación Económica que no participó en el estudio, dijo que las cifras eran plausibles dado el marcado aumento reciente en los precios de los combustibles fósiles. El año pasado, Alemania pagó alrededor de 100.000 millones de euros en total por importaciones de petróleo, carbón y gas, una cuarta parte de los cuales fueron a Rusia, añadió.
El gobierno alemán señaló que no podía comentar sobre las cálculos y se negó a proporcionar sus propias cifras, argumentando que éstas deberían provenir de las compañías que compran carbón, petróleo y gas.
Alemania ha sido objeto críticas por su dependencia en los combustibles fósiles de Rusia pese a las advertencias de sus aliados de que eso podría poner en peligro su propia seguridad y la de Europa. La entonces canciller alemana Angela Merkel rechazó el año pasado los intentos de Estados Unidos de sancionar un gasoducto ruso a Alemania, una decisión respaldada fuertemente por su sucesor, Olaf Scholz, cuyo Partido Socialdemócrata ha defendido desde hace mucho tiempo la cooperación energética con Rusia.
El oleoducto fue congelado por el nuevo gobierno de centroizquierda de Scholz poco antes de la invasión rusa a Ucrania. Desde entonces, ha batallado para encontrar suministros de energía alternativos, particularmente para el gas natural ruso, que representa el 35% de todas las importaciones de Alemania.
PUBLICIDAD
Kemfert dijo que una promesa reciente del gobierno alemán de producir electricidad sólo a partir de fuentes renovables para 2035 fue bien recibida.
“Pero en tanto, que Alemania siga comprando combustibles fósiles, ya sea de Rusia u otras autocracias, socavará tanto su propia credibilidad como su seguridad energética”, subrayó Kemfert.
El Centro de Investigación en Energía y Aire Limpio, con sede en Finlandia y financiado por medio de subvenciones y contratos de investigación, reveló que el segundo mayor importador de combustibles fósiles de Rusia en los dos meses transcurridos desde el estallido de la guerra fue Italia (6.900 millones de euros), seguido por China (6.700 millones de euros).
En conjunto, la Unión Europea representó 71% de los ingresos totales de Rusia por petróleo, gas y carbón, por un valor de alrededor de 44.000 millones de euros, de acuerdo con el Centro.