Luma Energy carece, al momento, de un estimado de los ingresos que se dejaron de devengar por concepto de la factura eléctrica a raíz de la interrupción de servicio que, en algunos sectores, se extendió del 6 al 10 de abril tras explotar un interruptor en una subestación de la central Costa Sur.
No obstante, el vicepresidente y oficial de Asuntos Regulatorios de Luma Energy, Mario Hurtado, considera que la baja indeterminada en ingresos no redundará en un incremento tarifario para el trimestre de julio a septiembre, cuando se implementará el próximo ajuste.
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“No hay un estimado en este momento de los ingresos que no llegaron porque en ese momento no estaban generando las plantas. El ajuste trimestral que se hace para el ajuste por combustible y compra de energía toma en cuenta todo el desempeño del sistema. Lo que pasó durante este trimestre estaría tomado en cuenta en el siguiente ajuste que se presentaría al Negociado de Energía en junio”, dijo el ejecutivo en una rueda de prensa.
Para el ajuste que entraría en vigor en julio, el Negociado de Energía considerará como factores los gastos e ingresos registrados entre marzo y mayo.
Entre los factores que conforman la ecuación para calcular revisión trimestral de la factura se incluyen los gastos por compra de energía a las cogeneradoras privadas y por compra de combustible en el mercado internacional, así como los ingresos derivados por la facturación a los clientes.
El apagón “estaría reflejado en los datos (pero) no necesariamente va a tener un impacto en una dirección u otra (en la tarifa). Tendríamos que mirar lo que dicen los datos. La facturación que se hace para compra de combustible y compra de energía (son factores), pero también se mira lo que se gastó en combustible y lo que se gastó en compra en energía. Si todo el sistema no está operando al 100% durante un tiempo hay menos ingresos al sistema, pero también hay menos gastos al sistema por combustible y compra de energía”, subrayó Hurtado.
La tarifa para el trimestre de abril a junio se fijó en 28.8 centavos por kilovatio hora, lo que representó un incremento de 3.3 centavos o 13% respecto al costo que prevaleció en el primer trimestre del año.
Los precios internacionales del combustible se han disparado desde que Rusia invadió a Ucrania a finales de febrero y, en Puerto Rico, la Junta de Control Fiscal ha bloqueado al menos dos intentos del gobernador Pedro Pierluisi de acceder al Fondo de Emergencia para intentar mitigar las alzas en el costo energético.