La Autoridad de Energía Eléctrica (AEE) y Luma Energy aseguraron que el costo de las reparaciones del interruptor en la subestación eléctrica de Costa Sur que provocó un apagón general no deberán impactar el bolsillo de los consumidores, si bien reconocieron que es muy temprano para estimar la magnitud de los daños.
“Debemos tener claro que la operación del sistema eléctrico y las unidades generatrices en nada tiene que ver con que haya ocurrido esto aquí. […] Los costos siempre van a estar asociados a los combustibles que se utilicen. En la manera en que utilicemos combustibles derivados del petróleo ese precio va a estar indexado a lo que ocurra en los mercados. Queremos entrar (las unidades de las centrales) de Costa Sur y EcoEléctrica para usar la mayor cantidad posible de gas natural. La meta es que mientras reparamos esto aquí usemos los combustibles más baratos”, puntualizó Josué Colón, director ejecutivo de la AEE.
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Tan reciente como el 1 de abril, entró en vigor un aumento tarifario de 13% que elevó el costo por kilovatio hora a 28.82 centavos. El incremento –el sexto aumento trimestral consecutivo que aprueba el Negociado de Energía– responde principalmente al costo por compra de combustible.
Colón realizó, junto a personal de la AEE y ejecutivos de Luma Energy, una inspección del patio de interruptores donde anoche ocurrió la explosión que resultó en el apagón que dejó sin servicio a todos los clientes de la red.
El interruptor, detalló Colón, se encuentra a la salida de la unidad 5 de Costa Sur, con capacidad para generar unos 410 megavatios. Más temprano en el día, el presidente de Luma Energy, Wayne Stensby, explicó que, tras la avería, salieron de servicio, en un inicio, la unidad 6 de Costa Sur y la cogeneradora EcoEléctrica, en Peñuelas, antes de que el resto de las plantas del país hicieran lo propio según se activaban los sistemas de autoprotección.
Poco después del mediodía se estimaba que unos 118,000 clientes, del total de 1.4 millones que están conectados a la red, tenía el servicio, apenas un 8%.
“El sistema es complejo y requiere un balance entre la carga y la demanda de electricidad”, afirmó Colón, al puntualizar que antes de encender alguna unidad generatriz la AEE debe trabajar en coordinación con Luma Energy para garantizar que las líneas de transmisión y distribución que serán energizadas se encuentran en buenas condiciones.
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Si bien anoche el gobernador Pedro Pierluisi escribió en Twitter, desde España, que el servicio debía estar restaurado dentro de 12 a 24 horas, Colón hoy recalcó que el proceso demorará, al menos hasta mañana, estimado con el que han coincidido los ejecutivos de Luma Energy.
Evaluación compleja
“El proceso para evaluar los costos va a tardar”, advirtió por su parte el vicepresidente de Asuntos Energéticos de Luma, Kevin Vázquez.
Colón, en tanto, afirmó que tanto Luma Energy como la AEE cuentan con seguros que que pueden cubrir al menos parte de los costos asociados a los daños provocados por la explosión en el interruptor. Sin embargo, la posibilidad de presentar una reclamación dependerá de la magnitud del costo de reparación, pues podría darse el caso de que los deducibles sean mayores que el arreglo.
Daniel Hernández, director de Transformación de Mercado de Luma Energy admitió que, muy probablemente, el interruptor que falló había excedido su vida útil, que suele ser de 30 años.
“Debe ser un ‘breaker’ de sobre 40 años”, dijo Hernández. Vázquez, sin embargo, ha asegurado que todo el equipo bajo la supervisión de Luma Energy ha recibido el mantenimiento adecuado, aunque no pudo precisar cuándo fue la última ocasión que el interruptor había sido inspeccionado.
“Son detalles que se van a investigar hasta la saciedad”, subrayó Vázquez.
Por su lado, Colón aseveró que Luma Energy tienes unos “planes especificados” para el reemplazo de interruptores que, en términos generales, prioriza las piezas de mayor antigüedad.
Otros interruptores de la red “posiblemente están en peores condiciones”, reconoció el ingeniero, al aclarar que el reemplazo de este equipo “no es un evento ordinario”.
El interruptor que explotó en la noche del miércoles operaba con aceite, al igual que lo hacía el interruptor que, en agosto pasado, provocó un incendio en el Centro de Control Energético en Monacillos.
Por lo tanto, el plan de reemplazo de Luma Energy contempla cambiar los interruptores de aceite por interruptores que funcionen con gas, cuya “confiabilidad y durabilidad es muchísimo mejor”, dijo Colón.
“No causan explosiones y fuegos que dañan equipos adyacentes”, agregó el director ejecutivo de la AEE.