La Asociación de Uniones de Construcción de Puerto Rico denunció las intenciones del gobierno de Puerto Rico de traer trabajadores del extranjero a unirse a la fuerza laboral del país e indicó que los fondos federales que llegan para la reconstrucción de la infraestructura deberían ser utilizados para mejorar las condiciones laborales de los trabajadores locales.
A través de un comunicado de prensa indicaron que es “indignante que ante la llegada de 50 mil millones de dólares en fondos federales para la reconstrucción de infraestructura en Puerto Rico, la primera opción de los desarrolladores y contratistas millonarios sea importar trabajadores del extranjero, en vez de atraer y desarrollar una fuerza laboral local, por medio de salarios y beneficios justos y un sistema robusto de entrenamiento y aprendizaje”.
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“Es inaceptable que el Plan A de los contratistas es traer a trabajadores del extranjero para reconstruir a Puerto Rico,” subrayó Edison Severino, Director de Asuntos Públicos de La Unión Internacional de Obreros de Norte América (LIUNA).
“En estos momentos, no se ha hecho el más mínimo intento elaborar un plan para atraer a una fuerza de obra local para llenar estos miles de puestos pagados por el gobierno federal. Los contratistas dicen que hay una escasez de trabajadores locales. Pero todos nosotros conocemos la realidad. En Puerto Rico no existe tal escasez de trabajadores. Lo que existe es escasez de puestos de trabajo que paguen salarios con los que se pueda cubrir el elevado costo de vida”, añadió.
“Los contratistas millonarios se oponen a Acuerdos Laborales por Proyecto (PLA por sus siglas en inglés), poniendo sus intereses particulares por encima de los intereses del país,” dijo Charlie Nieves, de la Unión Internacional de Pintores y Profesiones Relacionadas (IUPAT por sus siglas en inglés).
“El PLA es un acuerdo que dice que los trabajadores en un proyecto de construcción tendrán una escala de salarios dignos, beneficios suplementales para ellos y sus familias, y establece un robusto fundo de capacitación para entrenar e integrar a la fuerza laboral a miles de residentes de la isla”, comentó.
“PLAs se han utilizado para completar con éxito los proyectos de construcción más grandes y complejos en los Estados Unidos. De hecho, es política declarada del presidente Biden fomentar el uso de estos acuerdos en proyectos públicos, debido a sus beneficios para los trabajadores y contribuyentes,” añadió Nieves.
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“Muchos de estos desarrolladores millonarios han tratado de crear una percepción general de que nuestra gente puertorriqueña no quiere trabajar,” sostuvo José “Lole” Rodríguez, de la Asociación Internacional de Maquinistas y Trabajadores Aeroespaciales (IAMAW por sus siglas en inglés).
“Eso es totalmente falso. El problema es que no vale trabajar aquí. Por eso, casi un medio millón de puertorriqueños y puertorriqueñas se han marchado de la isla durante la última década, buscando un futuro mejor con dignidad para ellos y sus familias”, indicó.
“Por los bajos salarios,” añadió Rodríguez, “hay un millón de personas en edad de trabajar que no participa en la fuerza laboral formal en nuestra isla. La tasa de participación laboral (38%) aquí está por debajo de Irak, y apenas por encima de Siria, que fueron arruinados por la guerra. Esto ha sido devastador para nuestro país. Estos $50 mil millones en fondos federales para la reconstrucción nos brindan una oportunidad única para cambiar estas tendencias. No podemos permitir que los intereses de los multimillonarios y políticamente conectados dueños de las compañías de construcción arruine esta histórica oportunidad para todos nosotros.”
“Traer a trabajadores del extranjero debe ser la última opción,” enfatizó John Vigueras, Presidente del Concilio del Distrito LIUNA de Puerto Rico.
“Claro que beneficiaría a los mismos contratistas, pero ¿cómo beneficiará eso al país? Le pagarán el salario mínimo en el mejor de los casos, y estos enviarán todas sus ganancias a sus países de origen. Nuestra lucha actual es alzar nuestras voces para que el gobierno haga todo a su alcance para asegurar que Puerto Rico sea reconstruido por trabajadores locales, quienes, a su vez, gastarán sus ingresos en la economía local, beneficiando así a toda nuestra gente.”