La epidemióloga del Estado, Melissa Marzán, reconoció que existe la posibilidad de que el BA.2, perteneciente a la familia de la variante Ómicron, se haya convertido en el sublinaje predominante en Puerto Rico, donde al presente la tasa de positividad de COVID-19 se encuentra rozando el 10%, tras un periodo de varias semanas de baja transmisión.
“Hasta el momento los últimos análisis ponen al sublinaje BA.2 (alrededor del) 45% de las secuencias que se están realizando en la vigilancia genómica, así que es bien probable que, en la medida que sigan entrando nuevos resultados, BA.2 sea bien próximamente, si no lo es ya, nuestra sublinaje predominante”, afirmó Marzán en entrevista con Metro al Mediodía.
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De acuerdo con los datos oficiales del Departamento de Salud, el BA.2 ha venido ganando terreno en las últimas semanas respecto a sublinajes previos del Ómicron.
Entre el 6 y el 19 de marzo, por ejemplo, de 51 muestras de COVID-19 que fueron secuenciadas y reportadas al tablero digital de la agencia, 21 correspondían al BA.2, para un 41%.
Durante el repunte de contagios que se reportó entre diciembre y enero, como consecuencia de la llegada de Ómicron, los sublinajes BA.1 y BA.1.1 fueron predominantes.
“Tenemos un sublinaje de Ómicron que es BA.2 que es más transmisible que el sublinaje que tuvimos cuando (esta variante) atacó a Puerto Rico en diciembre y enero. Es importante que las personas sepan que estamos hablando de que el sublinaje es altamente transmisible, así que queremos que las medidas de aislamiento y cuarentena se queden con nosotros”, subrayó Marzán, principal oficial de epidemiología en el Departamento de Salud.
Alrededor del mundo, decenas de países se encuentran enfrentando un segundo repunte de Ómicron a raíz de la propagación del BA.2, que no necesariamente es considerado más severo o letal que sus predecesores.
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Sin embargo, en enero Puerto Rico registró unas 608 muertes por COVID-19, un promedio de casi 20 fallecimientos diarios, a pesar de que existe un consenso de que la variante Ómicron es menos letal que mutaciones previas del COVID-19, como la variante Delta, que atacó al archipiélago entre julio y agosto de 2021.
La transmisibilidad de Ómicron provocó niveles de contagios nunca antes vistos en el país, con sobre 58,000 infecciones tan solo en el mes de enero, volumen que impulsó la cifra récord de decesos incluso ante la reducida peligrosidad de sus síntomas en la mayoría de las personas.
Marzán, en la entrevista con este medio, admitió que la venidera celebración de la Semana Santa implica un alto riesgo de infecciones. Hace un año, Puerto Rico vivió un repunte para estas fechas, en aquel entonces a consecuencia de la variante Alfa.
“Necesitamos la cooperación de toda la ciudadanía de cara a estas próximas semanas, que sabemos que estamos ante una tendencia de aumento de casos”, dijo Marzán.
Hace menos de cuatro semanas, para el 10 de abril, la tasa de positividad era de apenas 3.7%, en momentos en que se registraban cerca de 90 contagios confirmados diarios. En la tarde de hoy, la tasa de positividad ascendía a 9.8%, mientras que ya se habían reportado sobre 300 casos confirmados correspondientes el lunes, cifra que debe continuar aumentando en los próximos días.