El presidente Vladimir Putin anunció el miércoles que a partir de ahora los países “no amistosos” tendrán que pagar en rublos por el gas natural ruso.
En un encuentro con funcionarios de su gobierno, Putin declaró que varios “países occidentales han tomado decisiones ilegítimas en cuanto al supuesto congelamiento de activos rusos, minando así la viabilidad de sus monedas y socavando la confianza en sus monedas”.
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“No tiene ningún sentido, en lo absoluto”, añadió Putin, “exportar nuestros productos a la Unión Europea, Estados Unidos, y recibir pagos en dólares, euros u otras monedas”.
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Por lo tanto, agregó que anunciará “medidas” para que se pague únicamente en rublos por “nuestro gas natural, suministrado a los llamados países no amistosos”.
No especificó cuándo entrará en vigor esa política. Giró instrucciones al banco central para que elabore un procedimiento mediante el cual los otros países puedan adquirir rublos en Rusia.
Economistas explicaron que la medida parece tener como objetivo apuntalar al rublo, que ha caído en picada desde que Rusia invadió Ucrania el 24 de febrero y la comunidad internacional impuso severas sanciones económicas. Sin embargo, dudan que la estrategia dé resultado.
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“Exigir pagos en rublos esa una estrategia curiosa y probablemente, de escasa eficacia, que busca evadir las sanciones”, estimó Eswar Prasad, profesor de comercio internacional en la Universidad de Cornell. “Por supuesto que es muy fácil conseguir rublos ahorita porque la moneda está colapsando. Pero intercambiar otras monedas para conseguir rublos será bastante difícil dadas las severas sanciones impuestas a Rusia”.
“La esperanza de que exigir pagos en rublos hará aumentar la demanda por esa moneda y, por lo tanto, fortalecer al rublo es una esperanza falsa, debido a las presiones que están deprimiendo el valor el rublo”, añadió Prasad.