Con la llegada de la pandemia del COVID-19 y el dinero pandémico que llegó a consecuencia de ello, un estudio económico observó un desplome en las ventas por dispensarios de cannabis medicinal en Puerto Rico.
El estudio también concluyó que la velocidad en la que se otorgaron licencias para dispensarios a partir del 2016, cuando se aprobó la venta medicinal de esta sustancia, también podría significar un posible colapso de esta industria debido a la saturación del mercado, principalmente anclado en la región metropolitana.
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De acuerdo al análisis, las ventas por dispensario alcanzaron un pico de $133,660 para julio de 2020. No obstante, esa cifra bajó a $39,423 para enero del año en curso.
“Lo que estamos viendo es un desplome de ventas económico que a medida que no se atienda, puede tener un impacto programático y puede desestabilizar todo el ecosistema”, expresó el economista Gustavo Vélez, quien encabezó el estudio junto a la Asociación de Miembros de la Industria de Cannabis Medicinal (MICaM).
“Si se empieza a desestabilizar, estamos hablando de pérdida de capital, pérdida de empleos. Esta industria no está bancarizada así que mucho del financiamiento es el capital que muchos de los operadores han invertido”, agregó
De acuerdo con Vélez, este desplome, encima de la otorgación continua de licencias para operar dispensarios, se debe al dinero pandémico relacionado a la Asistencia de Desempleo Pandémica a medida que creó mayores ventas.
A su vez, enfatizó el economista, la alta demanda a causa de esta ayuda económica provocó que al ser eliminada meses después frenaran las ventas.
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“Tenemos ese efecto pandémico que coincide con el exceso del 53 por ciento en el incremento en licencias que crearía el colapso de la industria. Eso como consecuencia trae que se desplomen todos los precios. Los precios han colapsado en más de un 60 por ciento también. Tenemos una tormenta perfecta. Mientras que veamos las inyecciones de fondos federales, parte de ellos del PUA, tuvimos una demanda ficticia que mientras se incrementaban el número de los dispensarios, no se notaba la debacle en la que iba a caer la industria, pero cuando se elimino esa ayuda, quedó este exceso de dispensarios que no tienen la venta porque los pacientes redujeron”, explicó por su parte Alberto Fernández, miembro de la Junta de Directores de MICaM.
Según el análisis, Puerto Rico cuenta con 277 dispensarios, cuyo promedio de pacientes en cada uno de estos comercios alcanza los 432. En total, el Departamento de Salud tiene registrado 119,664 pacientes de cannabis medicinal, lo que significa un 3.7 por ciento de la población.
No obstante, un estado como Florida, con un espacio geográfico más amplio, cuenta con 407 dispensarios y un promedio 1,692 clientes por cada comercio. En esa jurisdicción, solo un 3.2 por ciento de la población consume esa sustancia medicinal.
“Florida ha creado un marco regulatorio bien saludable y adecuado, con unas prácticas bien sólidas y unas de las conversaciones es que miremos las prácticas de esas jurisdicciones que han hecho esto bien”, sugirió Vélez.
Los dispensarios incluidos en el estudio son aquellos que cuentan con una licencia final para operar. Sin embargo, el presidente de MICaM, José Aleczer Rivera, hizo hincapié en que la cantidad de negocios que cuentan con la precualificación para brindar servicios de cannabis medicinal ronda los 311 establecimientos que aún aguardan por la licencia final.
“No conocemos la distribución de esas precualificaciones. Se distribuye entre cultivo, manufactura y dispensario, pero por la proporción de licencias entre cada una, podemos especular que 150 de estas 311 precualificaciones son exclusivamente para dispensarios. Lo que significa que si en efecto se concretan esas precualificaciones para licencias finales, de 277 dispensarios que hay ahora, podemos especular que en diciembre vamos a tener casi 400 dispensarios”, advirtió el abogado.
Con estos datos en mente, el estudio recomienda congelar la otorgación de nuevas licencias, desarrollar criterios regionales y municipales para expedir nuevas licencias, proveer incentivos como los que se otorgar a otras industrias, entre otros consejos.