Acompañado de un grupo de líderes de la profesión de la profesión de abogacía el abogado defensor de los derechos civiles Lcdo. Marcos A. Rivera Ortiz anunció hoy su candidatura para presidir el Colegio de Abogados de Puerto Rico.
“Necesitamos una revitalización del Colegio con sus propios abogados, con su gremio, de manera que esa ilustre institución pueda integrarse a la comunidad. Tenemos que trabajar para que esta centenaria institución no se vea como un club privado. Eso es importante. La comunidad tiene que ver al Colegio de Abogados como parte de la “Casa Grande” donde ellos puedan hacer sus reclamos de justicia. Yo voy en busca de restablecer lo que se ha perdido, y en muchos casos, lo que nunca hemos tenido. Mi vida ha sido un libro abierto para brindarle a la comunidad el acceso a sus derechos civiles y una justa representación en todos los foros de justicia, por eso he anunciado hoy mi candidatura para presidir el Colegio de Abogados y Abogadas de Puerto Rico”, señaló Rivera Ortiz.
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El letrado, autor de cinco libros, dos de ellos dedicados a la descremación racial en los tribunales de País, expresó que su agenda de trabajo incluye la diversidad, la despolitización, el acceso directo a los recursos de asistencia y programas para los compañeros miembros del Colegio, que al final del camino son la razón de ser.
“El gremio no debe ser privatizado. Pertenece a los Abogados, a la comunidad jurídica, al sistema de justicia y a su misión de servicio a un pueblo que lo necesita. En mi presidencia las puertas estarán abiertas para todos sin distingos de ninguna clase. Los invito a abrir nuevos surcos en el terreno jurídico que nos presenta este desafío. Es momento crucial en la vida Institucional del Colegio de Abogados y Abogadas de Puerto Rico. Este ilustre estamento, que en su momento se constituyó como el paladín en defensa de los derechos fundamentales de nuestro pueblo, ha sufrido el embate de muchas fuerzas conjugadas y decididas inequívocamente a derribar este muro de contención, que por tantos años ha servido de asidero férreo que sostuvo en vilo los reclamos y penurias de una sociedad que siempre ha buscado con anhelo desmedido un halo de luz radiante que ilumina el camino que conduce al caminante comunitario por el sendero de sus reclamos de justicia. Por años el colegio se mantuvo erguido en su derrotero. Hogar de grandes Juristas y mentes preclaras que se enorgullecen pregonando el respeto a los Valores Supremos del ente comunitario, invocando a viva voz, la respetabilidad y primada clasificación constitucional de la dignidad del ser humano. Por lo expuesto, reafirmo mi disponibilidad y mi candidatura para presidente del Colegio de Abogados y Abogadas de Puerto Rico”, terminó diciendo.
