El gobierno estatal espera someter mañana al presidente Joe Biden una solicitud de declaración de desastre mayor para siete municipios, con miras a que unas 503 familias cualifiquen para el programa de asistencia individual de la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA), con relación a los daños perpetrados por las intensas lluvias que se suscitaron en el fin de semana del 5 y 6 de febrero pasado.
Los daños estimados sufridos por el medio millar de familias en los pueblos de Dorado, Toa Baja, Cataño, Vega Alta, Vega Baja, Toa Alta y San Juan ascienden a $2.3 millones.
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La secretaria de prensa de La Fortaleza, Sheila Angleró, aclaró que posteriormente se podría solicitar al gobierno federal que añada otros municipios, de forma que sus residentes igualmente pudieran recibir la ayuda de FEMA. El plazo inicial de 30 días luego del evento para que el gobernador Pedro Pierluisi someta una petición de zona de desastre vence este miércoles.
La portavoz indicó que, en este caso, los daños a la infraestructura pública serán atendidos a través del Fondo de Emergencia estatal, que hasta el mes pasado contaba con $450 millones disponibles.
El 8 de febrero, Pierluisi firmó una orden ejecutiva para declarar una emergencia en 15 municipios, principalmente de la zona norte del país: San Juan, Guaynabo, Cataño, Dorado, Toa Baja, Toa Alta, Vega Baja, Vega Alta, Naranjito, Aguas Buenas, Patillas, Humacao, Bayamón, Naguabo y Trujillo Alto. Poco después, el primer ejecutivo enmendó la orden ejecutiva para añadir también a Maunabo.
Más temprano en el día, el gobernador había dicho a la prensa que la solicitud de zona de desastre se había demorado pues algunos municipios no habían entregado aún sus informes de estimados de daños al Negociado para el Manejo de Emergencias y Administración de Desastres.
“Los que sea que sometan la información serán incluidos en la (petición) de emergencia”, dijo Pierluisi en una conferencia temprano en la tarde.
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Días luego de las fuertes lluvias, que provocaron inundaciones en carreteras y zonas residenciales, el municipio de San Juan estimó los daños sufridos en $19.5 millones, mientras que Vega Baja habrían ascendido a entre $8 y $10 millones. En Vega Alta, en tanto, se calcularon en $2.5 millones.
Algunas comunidades, como Juana Matos, en Cataño, y Candelaria, en Toa Baja, permanecieron varios días bajo agua como consecuencia de la precipitación, que acumuló hasta 15 pulgadas de lluvia en algunas zonas aisladas en un periodo de dos días.