Tras anunciar que se descartarían casi en su totalidad los mandatos existentes de vacunación y uso de mascarillas, el gobernador Pedro Pierluisi enfatizó que visualiza los cambios como parte de la transición a una “nueva normalidad” dentro de la batalla contra el COVID-19.
“Mi expectativa es que el panorama va a seguir siendo cada vez mejor. Es lo que estoy viendo en otras jurisdicciones, así que estamos camino a lograr esa nueva normalidad. Es decir, poder convivir con este virus tomando medidas como la vacunación, pero no tener que llegar a los extremos que hemos llegado en el pasado”, manifestó Pierluisi.
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Entre las recomendaciones que divulgó hoy la Coalición Científica que asesora al ejecutivo en el manejo de la pandemia, se incluyó la eliminación de limitación al aforo en espacios públicos, así como flexibilizar las exigencias de uso de mascarillas en ciertos contextos. Sin embargo, favorecieron “mantener los mandatos de vacunación para grupos determinados y los requisitos de vacunación para actividades multitudinarias”.
Contrario a lo que finalmente dispuso el gobierno en la orden ejecutiva que cobrará vigencia este jueves, la Coalición Científica también recomendó conservar el uso de mascarillas en espacios donde se atienda público.
“El uso de mascarillas debe ser requerido en transporte público tales como: aeropuertos, puertos marítimos, Tren Urbano, ómnibus (AMA), guaguas (pisicorre), taxi, carros públicos y Uber. Además, debe continuar como requisito en las siguientes facilidades: facilidades de cuidado prolongado, facilidades de poblaciones que viven agrupados (Corrección, albergues) y facilidades de salud”, expresó el infectólogo Lemuel Martínez, de la Coalición Científica.
El gobierno sí optó por preservar el mandato de cubrebocas en instalaciones de salud y centros de cuido de adultos mayores, al tiempo que mañana se anunciará una orden administrativa del Departamento de Salud que especificará en qué contextos del sistema educativo se hará lo propio. Pierluisi, asimismo, aclaró que patronos en el sector público o privado podrán imponer restricciones adicionales si lo consideran apropiado.
En cuanto a los mandatos de vacunación, el organismo asesor recomendó mantenerlos para distintos sectores: todos los empleados que proveen servicios en facilidades de salud, todos los trabajadores esenciales, todos los trabajadores de facilidades con ambientes congregados (hogares, albergues, cárceles, etc.), empleados y contratistas gubernamentales, sector educativo, personas que trabajen en hoteles, hospederías, paradores, restaurantes, barras, chichorros, cafetines, cafeterías, ‘sport bars’, teatros, cines, coliseos, centros de convenciones y actividades, y los estudiantes de cinco años en adelante.
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“Los mandatos de vacunación escolar y universitaria a personal docente, no docente, contratistas y estudiantes son la herramienta más importante para mantener abierto el sistema educativo. Por lo tanto, se deben mantener de cinco años en adelante”, puntualizó la Coalición en el comunicado publicado posterior al anuncio del gobierno.
Pese a las diferencias entre las medidas recomendadas e implementadas, Pierluisi sostuvo que en términos generales había optado por seguir los lineamientos propuestos por la Coalición Científica.
“Puede haber una que otra recomendación específica que no esté aquí incluida, pero en términos generales las he seguido y estoy al tanto de sus recomendaciones”, sostuvo el gobernador.
En Puerto Rico, actualmente, la tasa de positividad se encuentra en alrededor de un 4%, al tiempo que las hospitalizaciones por COVID-19 reportadas hoy suman 65, entre ellas ocho pediátricas.
Pierluisi, en la rueda de prensa en La Fortaleza, aclaró que, si bien se eliminarán la mayoría de los mandatos de vacunación y mascarillas, no pondrá fin a la declaración de emergencia por la pandemia, sino que dejará en manos de Salud establecer restricciones puntuales a futuro, acción que también tomó en 2021 antes que nuevos repuntes del virus lo obligaran a retomar la práctica de promulgar órdenes ejecutivas.
Las actividades multitudinarias –que aglomeren a más de 1,000 asistentes– deberán seguir los protocolos que establezca el Departamento de Salud, incluyendo requerir prueba de vacunación o resultado negativo a COVID-19. De otra parte, en el aeropuerto se continuará exigiendo prueba negativa a los pasajeros de vuelos internacionales, pero se dejará de requerir la declaración de viajero.
“La pandemia del COVID-19 no ha terminado. […] Por el momento, el Departamento de Salud tendrá la responsabilidad de promover o recomendar cualquier cambio adicional o restricción particular. Ahora bien, estamos encaminados a salir de la pandemia y, al mismo tiempo, vamos a seguir enfocados en atender las necesidades de nuestra gente, trabajar con la salud mental, asegurar acceso a tratamientos y promover el desarrollo económico”, sostuvo el primer ejecutivo.
Se mantienen protocolos de aislamiento
A preguntas de este medio, Mellado aclaró que los protocolos para aquellas personas que arrojen positivo a una prueba de COVID-19 o exhiban síntomas asociados al virus continuarán en vigor. En síntesis, los profesionales de la salud podrán regresar a sus funciones en cinco días, mientras que el resto de la población con su pauta de vacunación al día deberá permanecer en aislamiento por siete días.
El aislamiento para las personas no vacunadas que se contagien, en tanto, seguirá siendo de 14 días.
Mellado, además, enfatizó la necesidad de que la ciudadanía guarde “responsabilidad individual” en su comportamiento diario.
“Así mismo pasa con la influenza, que es una enfermedad respiratoria. Si usted tiene su sistema inmune comprometido, usted tiene que entender que tiene que tomar unas decisiones de protección. Por lo tanto, el Departamento de Salud va a continuar su campaña educativa de recomendación a la ciudadanía a continuar con la vacunación”, resumió el galeno.
Pierluisi, por su parte, adelantó que los niveles de hospitalizaciones serán el principal indicador a la hora de determinar si en un futuro es adecuado retomar ciertas restricciones, al apuntar que en Puerto Rico, con sus altas tasas de vacunación y el reciente repunte por la variante Ómicron, más de un 91% de la población cuenta con anticuerpos y, por lo tanto, la tasa de positividad es un dato secundario.
En Puerto Rico, el 95.3% de la población de cinco años en adelante se administró, al menos, la primera dosis, mientras el 85.7% completó la serie inicial. Entre la población de 12 años en adelante, el 57.4% tiene también la dosis de refuerzo, según datos de Salud.
Mellado, por su parte, adelantó que los sistemas de rastreo municipales enfocarán sus análisis en lugares puntuales, como escuelas y centros de cuido de adultos mayores, al tiempo que se mantendrá la vigilancia genómica en busca de detectar variantes del COVID-19. Con relación a los informes estadísticos de la pandemia, el secretario apuntó que mañana se reunirá con el equipo de epidemiólogos de la agencia para discutir si se continúan publicando diariamente o se reduce la frecuencia.