El Gobierno ucraniano ha informado este viernes de que la delegación rusa en las negociaciones de paz está «reduciendo gradualmente» los requisitos para alcanzar el éxito en las conversaciones que tienen por objetivo la detención de la invasión rusa de Ucrania.
De momento, el Gobierno ruso parece haber abandonado sus peticiones para «desnazificar» el país, en referencia a las denuncias de Moscú sobre la presencia de «elementos nazis» en el seno del Gobierno ucraniano, y sus peticiones están adquiriendo un carácter cada vez más tangible, según el asesor del jefe de la Oficina del Presidente de Ucrania, Oleksiy Arestovich.
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Arestovich ha indicado, en este sentido, que Rusia está comenzando a pedir a Ucrania garantías de que no se incorporará a la OTAN, y sobre todo, condiciones contra el despliegue de determinados sistemas armamentísticos en el país.
«Han dejado de hablar de desnazificación y demás para empezar a hablar sobre un estatus de no adhesión, aunque tampoco han hablado mucho de esta cuestión. En realidad, se han centrado en la prevención del despliegue de ciertos tipos de armas ofensivas en Ucrania», ha explicado el asesor en declaraciones recogidas por UNIAN.
El asesor ha indicado que esta reducción de los requisitos demuestra que la Federación Rusa «está comenzando a comprender que no es posible lograr sus objetivos políticos por medios militares», y ha aprovechado para recordar el «teórico acuerdo» alcanzado el jueves por el que ambas partes «han consentido la provisión de asistencia humanitaria o corredores humanitarios a las ciudades cercadas en Ucrania, ciudades que sufren la invasión rusa».
Hay que recordar que Rusia también solicita a Ucrania el reconocimiento de las regiones separatistas de Donetsk y Lugansk, así como el abandono de toda pretensión de soberanía sobre la península de Crimea — bajo control de Rusia desde 2014 –.
Asimismo, el asesor presidencial ha actualizado el desarrollo del conflicto bélico al informar de que los combates se han endurecido en las últimas horas al norte de la capital, Kiev. Las ciudades de Járkov y Ojtirka «están siendo aplastadas por el enemigo pero la defensa se mantiene», particularmente en esta última ciudad, donde el Ejército ruso ha intentado destruir una central térmica en las últimas horas.
Es por ello que el Ejército ruso parece haber «cambiado de dirección en las últimas horas» para centrarse en Mariupol, que está «parcialmente rodeada», según el asesor; y Odesa, que de momento «no corre peligro inmediato».