Los empleados del Departamento de la Familia parecerían encontrarse entre los más beneficiados a raíz del nuevo plan de clasificación y retribución uniforme que deberá implementarse en unas 67 agencias del gobierno central, a partir de enero de 2023, si la Junta de Control Fiscal aprueba la versión definitiva del documento.
Al menos, eso se desprende de un análisis que realizó Metro al comparar el borrador del plan de retribución uniforme para empleados unionados que develó la Oficina de Administración y Transformación de Recursos Humanos (Oatrh) hace dos semanas con los planes de retribución vigentes en 10 de las dependencias del gobierno central.
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Las tres clases de trabajadores sociales del Departamento de la Familia, por ejemplo, figuran entre los 12 puestos cuyo salario base incrementa de manera más sustancial en el borrador del nuevo plan de retribución. Un trabajador social I, que entraba a la agencia con un sueldo de $1,344 mensuales, según las escalas que se hicieron efectivas en 2018, ahora tendría un salario de $3,989, una diferencia de $2,645.
La diferencia es aun mayor en los casos de los trabajadores sociales II y III. Para los trabajadores sociales II, la escala mínima de $1,406 se eleva a $4,232 (un aumento de $2,826), mientras que para los de mayor rango sube de $1,471 a $4,490 ($3,019).
Otros puestos de carrera existentes en el Departamento de la Familia, y que se encuentran entre los 12 aumentos más grandes en el borrador del plan de retribución, corresponden a los bibliotecarios (de $1,173 a $4,232), los educadores en salud comunal ($1,173 a $3,989), traductores ($1,173 a $3,989), supervisores de servicios sociales del programa Head Start ($1,686 a $4,490), oficiales examinadores ($1,471 a $4,232) y el director asociado de Familias y Niños ($2,115 a $4,763).
Además del Departamento de la Familia, este medio hizo el mismo ejercicio con otras nueve agencias: la Administración de Rehabilitación Vocacional, la Administración de Servicios Generales, la Administración de Servicios de Salud Mental y Contra la Adicción, el Departamento de Corrección y Rehabilitación, el Departamento de Justicia, el Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA), el Departamento de Salud, el Instituto de Ciencias Forenses (ICF) y el Negociado de la Policía (NPPR).
En algunas agencias, el plan de clasificación y retribución vigente, según consta en los documentos sometidos como parte de la transición de gobierno en 2020, data de más de una década. El caso más extremo ocurre con el DRNA, cuyo plan se remonta a agosto de 1996, cuando el salario mínimo federal era de apenas $4.25 la hora, lo que se traduce en $680 por un mes de 160 horas trabajadas.
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Una revisión de este medio encontró que los planes de algunas agencias importantes, como el Departamento del Trabajo, no se encontraban disponibles en el portal de transición gubernamental, mientras otras, como el Departamento de Seguridad Pública (DSP), informaron que no contaban con un plan de clasificación y retribución vigente, sino que esperarían por que se materializara el plan uniforme que elabora la Oatrh.
Entretanto, algunas dependencias, como la Administración de Familias y Niños, no cuentan con un plan de clasificación y retribución independiente, sino que utilizan el documento de la agencia a la que están adscritas. Lo contrario, sin embargo, ocurre en otros casos, como evidencian la ARV, también bajo el Departamento de la Familia, o los seis negociados adscritos al DSP.
Según ha explicado la directora de la Oatrh, Zahira Maldonado Molina, el nuevo plan de clasificación y retribución pretende, precisamente, eliminar la disparidad existente entre puestos con descripciones similares. Así las cosas, los 176 planes vigentes en el gobierno para el servicio de carrera se reducirán a dos –uno para empleados unionados y otro para no unionados–, y las clases de puestos bajarán de cerca 24,000 a unos 1,600.
En términos generales, el plan de clasificación y retribución uniforme no aplicará a las corporaciones públicas y tampoco a algunas agencias, como el Departamento de Educación.
La disparidad entre puestos en diversas agencias se observa a simple vista en los planes actuales. Un abogado I en el Departamento de la Familia tiene un salario base de $1,846 mensuales, al tiempo que en el NPPR es de $2,716 y en el Departamento de Justicia, de $3,273. Bajo el plan uniforme, los abogados de menor jerarquía en las agencias ganarían de $3,989 en adelante.
Entre todas las agencias examinadas por Metro, la función con el mayor aumento corresponde a la consejería en lactancia materna, una clasificación que existe en el Departamento de Salud. Las profesionales de la lactancia al presente tienen una escala mínima de $1,286, que se elevaría a $4,359 si el borrador del plan de clasificación y retribución no sufre cambios, un incremento de $3,073 mensuales.
En una pequeña fracción (27 entre más de 800 puestos examinados) de las clasificaciones que se incluirían en el plan uniforme, no obstante, las escalas base se reducen respecto a los mínimos vigentes. Ese es el escenario para los patólogos forenses auxiliares, patólogos forenses I y patólogos forenses II, cuyas escalas mínimas bajan por $594, $1,647 y $1,945 mensuales, respectivamente, tres de las cuatro reducciones más drásticas en el borrador.
Maldonado Molina, al presentar el borrador el pasado 9 de febrero, aseguró que ningún empleado activo sufrirá una reducción en su sueldo como consecuencia de la implementación del plan de clasificación y retribución uniforme. Sin embargo, la reducción en las escalas en una agencia como el ICF, donde la directora, María Conte, ha solicitado al gobernador Pedro Pierluisi salarios más competitivos para varios puestos, pudiera comprometer las capacidades de reclutamiento a futuro.
La directora de la Oatrh puntualizó que las escalas contenidas en el borrador no son finales, sino un “punto de partida”, y que la intención del gobierno es “trabajar de aquí para arriba”.
En el borrador del plan de clasificación y retribución uniforme, el salario más bajo es de $1,504 mensuales, una escala que incluye a conserjes, trabajadores de lavandería y encargados auxiliares de la propiedad, entre otras clasificaciones. La escala más alta, por otro lado, corresponde a directores de servicio farmacéutico II y directores médicos III, con sueldos base de $5,361.