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​Héctor Ferrer: “Es una hipocresía lo que está viviendo el país y es una política pública salubrista lo que estamos buscando”

El legislador asegura que el potencial de ingresos para el erario con su medida sobre el uso adulto controlado de cannabis es de hasta $100 millones

Héctor Ferrer (DENNIS A. JONES)

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El representante Héctor Ferrer Santiago confía en que durante el mes de marzo se analice en vista pública el proyecto de su autoría que busca la legalización de la marihuana para uso adulto controlado en Puerto Rico dentro del marco regulatorio del cannabis medicinal. La medida permite el acceso de cannabis a personas mayores de 21 años a través de dispensarios licenciados, además de proponer la descriminalización del uso del cannabis.

¿Qué propone su proyecto y por qué se le debe dar paso?

“El Proyecto de la Cámara 1191 busca crear el marco regulatorio para el uso adulto controlado del cannabis para mayores de 21 años de edad, además, descriminaliza el uso del cannabis. En arroz y habichuelas, el proyecto busca que aquellas personas mayores de 21 años de edad puedan tener acceso a través de los dispensarios licenciados para comprar con su pasaporte o licencia de conducir, registrándose al sistema, el cannabis. De la misma forma, bien importante, descriminaliza la posesión del cannabis. ¿Qué quiere decir eso? Que aquella persona que sea intervenida por la Policía de Puerto Rico y tenga en posesión menos de 28 gramos de cannabis, ocho gramos de THC en los concentrados, que son los aceites, u 800 gramos de THC en comestibles, que son los famosos ‘gummies’, no va a tener que enfrentar un proceso criminal”.

¿Cuál es la diferencia entre la despenalización y la legalización?

“Hay tres términos cuando hablamos de las drogas, despenalización, descriminalización y legalización. La despenalización es cuando quitan las penas; la descriminalización, que es lo que busca este proyecto, es cuando no se enfrenta un proceso criminal; y la legalización, cuando se regula la calidad y la industria del producto, en este caso del cannabis.

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¿Una afecta la otra?

“La descriminalización y la despenalización no siempre van acompañadas de la legalización, pero ciertamente, la legalización siempre incluye o la descriminalización o la despenalización porque estas legalizando un producto”.

¿Qué controles se incluyen en su medida que puedan aplacar objeciones de grupos o sectores opositores a la legalización de la marihuana?

“El producto del cannabis solamente se podrá consumir en los hogares o en lugares con autorización del dueño. La prohibición de fumar que establece la Ley de Cannabis Medicinal continúa, así que no vamos a tener gente fumando en las plazas públicas, en las playas, en las aceras, así que esa preocupación esta recogida en este proyecto. Al igual que continúa la misma calidad y regulación del producto del cannabis medicinal, o sea que el producto que van a estar adquiriendo los adultos mayores de 21 años de edad en este programa de uso adulto será cannabis medicinal. La regulación del cannabis medicinal va desde que se siembra la semilla hasta que llega el producto final al dispensario medicinal donde se le hacen mas de cinco pruebas de laboratorio. Es un producto de calidad, y esa es la diferencia, mayormente, cuando uno legaliza porque lo que estamos buscando es evitar que las personas consuman en el punto”.

¿Qué modelos de otros países se tomaron en cuenta para su legislación?

“Estudiamos las 18 jurisdicciones incluyendo Washington, D.C. que han legalizado ya el cannabis. Así que hicimos un análisis de las cosas que funcionaban y no funcionaban en estos estados para así poder hacer una legislación avanzada, y vemos el fruto aquí que ya estamos fortaleciendo la Junta Reglamentadora del Cannabis, estamos poniendo medidas para proteger a los menores de 21 años de edad, igualmente estamos regulando la manera y la reglamentación de los empaques”.

¿Con la legalización del cannabis, esta sustancia sea más accesible para menores de edad?

“Todo lo contrario, eso es lo que busca el proyecto, y las estadísticas hablan por si solas. Cuando uno mira a Colorado y Washington ve que las estadísticas en consumo de menores han bajado por el acceso, es bien poco el acceso que tienen porque tienen que acudir a los dispensarios. Los dispensarios, si no cumplen con la disposición de venderle solamente a menores de 21 años de edad, se enfrentan a perder su licencia. En el punto nadie les pregunta la edad que tienen. Son cosas de esta legislación que son avanzadas y ciertamente vamos a buscar que las personas menores de 21 años no tengan acceso al producto. Ciertamente bajo los estándares y las leyes de hoy día pueden tener acceso y es preocupante porque sí puede hacerle un daño nocivo a la salud de los menores no así cuando uno regula, al igual que se hace con el alcohol o la nicotina, cuando miras las estadísticas de NIDA (National Institute of Drug Addiction) te das cuenta que 33 de cada 100 personas que utilizan la nicotina, se vuelven adictos; 27 de cada 100 personas que utilizan narcóticos, que son las famosas percocet u otras pastillas, se convierten adictos; 15 de cada 100 personas que utilizan alcohol se vuelven adictos; 22 personas que utilizan benzodiacepina, que son las Ambien, las Valium, se vuelven adictas. Mientras estas todas son sustancias legales hoy día, o sea que todas las personas las pueden consumir, algunas con recomendación médica. Mientras que el cannabis, 8 de cada 100 personas pueden tener una dependencia y no es una dependencia física. Es una hipocresía lo que está viviendo el país y es una política pública salubrista lo que estamos buscando con este proyecto”.

Todavía hay legisladores como Luis Raúl Torres que no darían su voto a esta medida si no hay una consulta a los electores, apuntan a que así ha sido en Estados Unidos… entonces ¿cuál sería la diferencia en Puerto Rico para que una medida de esta envergadura no pase por el voto popular?

“Ciertamente hay una diferencia entre la democracia de los estados y la de Puerto Rico. Puerto Rico no tiene un modelo democrático donde se le consulta mayormente al pueblo, sino que los legisladores deciden cuál es la política publica a implementarse. Cuando uno mira eso, se da cuenta que hay legislación para este tipo de proceso democrático. Y yo con el compañero Luis Raúl, pues me sentaré a dialogar con él para ver cómo podemos tener una política pública avanzada. Ciertamente, esto ya no se trata de una lucha de liberales contra conservadores. Ya esto no es una lucha ideológica, ya en los Estados Unidos 18 estados lo están haciendo, mientras que, a nivel federal, ya los republicanos y los demócratas han presentado legislación para legalizar el cannabis. De la misma forma digo que en el mes de abril el líder de la mayoría demócrata, Chuck Schumer, va a estar presentando legislación para legalizar el cannabis a nivel federal. Puerto Rico tiene la oportunidad única de montarse en la guagua ahora y no dejarla pasar o, como siempre hacemos, dejarla pasar y montarnos en la que viene después y va a ser muy tarde para adelantarnos e introducirnos en esta industria”.

Así que podría llegar la despenalización por la vía federal antes de que pase una legislación local en Puerto Rico. ¿Qué opina sobre eso?

“No tan solo la despenalización, va a llegar a legalización. Así que, nuevamente, ¿vamos a dejar pasar la guagua? O ¿nos vamos a montar antes de tiempo, vamos a desarrollar nuestra industria y vamos a convertirnos en pioneros del Caribe y, posiblemente, de América en la industria del cannabis? Que ciertamente este proyecto, a través de las contribuciones que se van a estar recogiendo con el programa de uso adulto, destina fondos para la investigación y el desarrollo de patentes de la Universidad de Puerto Rico (UPR). La UPR podría tener un ‘issue’ histórico y de futuro para desarrollarse en esta industria”.

Las estadísticas en Puerto Rico apuntan a que la mayoría de las personas con licencia de cannabis medicinal están en el grupo de edad de 21 a 30 años, seguidos por los de 31 a 40 años. Estas son las edades en las que la expectativa es de mejor salud… ¿No cree que se está utilizando la licencia medicinal como subterfugio legal para el consumo adulto?

“Si los pacientes tienen una recomendación médica, no soy quién para rebatir esa recomendación médica, así que no me atrevería a comentar sobre ese tema”.

Aparte de las estadísticas de Salud, el relato es que son jóvenes adultos quienes acuden a dispensarios… Entonces… ¿No es una hipocresía seguir manteniendo un estado legal bajo el manto medicinal?

“Yo creo que la industria del cannabis medicinal va a continuar existiendo, mas si cuando estamos conociendo los beneficios que tiene la planta de cannabis, que por tantos años fue discriminada, así que la veo creciendo y la veo fortaleciendo, y es parte de la importancia de desarrollar el programa de uso adulto para así fomentar la investigación del tema”.

A nivel de recaudos… ¿Cuál es el potencial de su medida y a dónde irían destinados esos recaudos en taxes?

“Según un estudio económico del Marijuana Policy Group (MPG), alrededor del 2018 cuando se hizo este estudio, se estima que con el programa de uso adulto se pueda crear un mercado de ventas de alrededor de $522 millones creciendo exponencialmente a $712 millones en cinco años. Al igual, crearía nuevos ingresos para el Gobierno de alrededor de $80 a $100 millones. También crearía, de manera directa e indirecta, nuevos empleos. No hay ninguna industria actual que Puerto Rico pueda crear de esta magnitud.

Mire aquí la entrevista en vídeo:

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