La educación en casa existe desde hace muchos años, especialmente en Estados Unidos y en los países europeos. Sin embargo, este tipo de educación ha adquirido mayor relevancia y popularidad durante la pandemia del COVID-19, que obligó a millones de estudiantes a quedarse en casa.
Sólo en Estados Unidos, la proporción de estudiantes en casa ha aumentado del 3,3% antes de la emergencia sanitaria mundial al 11,1% en el año en curso, según datos de la Oficina del Censo local.
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Por ello, los investigadores de la Escuela de Salud Pública T.H. Chan de Harvard, en este país, llevaron a cabo un estudio para saber más sobre el tema.
“Decidimos comparar a los adolescentes educados en casa con sus compañeros que asisten a la escuela en una amplia gama de aspectos de bienestar a largo plazo”, explicó Ying Chen, coautora del estudio.
En la nueva investigación, publicada en la revista de acceso abierto PLOS ONE, los científicos utilizaron los datos de más de 12.200 adolescentes y observaron diferencias estadísticamente significativas entre los niños que asistían a escuelas públicas, a escuelas privadas independientes y a escuelas privadas religiosas.
“Ha habido controversias sobre si los niños que se educan en casa reciben una ‘educación significativa’”.
— Ying Chen, investigadora empírica y científica de datos de la Escuela de Salud Pública T.H. Chan de Harvard, EE.UU.
El hallazgo más relevante confirmó que los adolescentes que son educados en casa tienen menos probabilidades de obtener un título universitario en comparación con sus compañeros de las escuelas públicas.
“Las menores tasas de obtención de títulos universitarios entre los alumnos educados en casa pueden deberse en parte a las políticas de admisión restringidas de algunas universidades hacia los que se educan en casa”, añadió Chen.
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En contraste con este aspecto negativo, el estudio descubrió que, en comparación con sus compañeros de las escuelas públicas, los adolescentes educados en casa son más propensos a manifestar mayores fortalezas de carácter y menos conductas de riesgo para la salud en el futuro.
Los autores creen que los resultados del estudio podrían ayudar a informar a los responsables políticos, los educadores, los padres y otras partes interesadas en la educación en sus decisiones de política escolar, especialmente a medida que las prácticas y las regulaciones de la educación en casa cambian a raíz de la pandemia de COVID-19.
También destacan que los responsables políticos y los padres deberían trabajar para garantizar que todos los tipos de educación promuevan el florecimiento de los estudiantes.
“En lugar de insistir en un único tipo de escuela, deberíamos trabajar juntos para garantizar que todos los entornos educativos promuevan el florecimiento humano en la mayor medida posible”, concluye Tyler VanderWeele, profesor de epidemiología de la Escuela de Salud Pública T.H. Chan de Harvard, Estados Unidos.
23%
por este porcentaje, los adolescentes educados en casa tienen menos probabilidades de obtener un título universitario en comparación con los que asistieron a escuelas públicas.
Características clave de los estudiantes educados en casa, según el estudio:
-Los niños educados en casa son más propensos a informar de actividades de voluntariado.
-Son más propensos a manifestar el perdón a los demás y la asistencia a servicios religiosos.
-Los estudiantes que reciben educación en casa tienen menos probabilidades de obtener un título universitario.
-También son menos propensos a consumir marihuana.
-Los estudiantes educados en casa tienen un menor número de parejas sexuales a lo largo de su vida.
-Los niños educados en casa tienen un mayor sentido de vocación.
Entrevista
Tyler VanderWeele, profesor de epidemiología de la Escuela de Salud Pública T.H. Chan de Harvard, EE.UU.
P: ¿Cuáles son los efectos positivos de la educación en casa?
- Nuestro estudio indicó muchos beneficios de la educación en casa entre los estudiantes. En comparación con los que asisten a escuelas públicas, son más propensos al voluntariado, a tener un sentido de propósito, a ser indulgentes, a asistir a servicios religiosos en la juventud, a tener menos parejas sexuales a lo largo de su vida y a consumir notablemente menos marihuana.
P: ¿Y los efectos negativos?
- Aquellos que fueron educados en casa tenían un 23% menos de probabilidades de obtener un título universitario en comparación con los que asistieron a escuelas públicas. Para los padres que educan a sus hijos en casa, los resultados pueden indicar la necesidad de reforzar la preparación para la universidad y, posiblemente, reforzar aún más el aprendizaje académico.
P: ¿Cómo cambiaron las prácticas y la normativa de la educación en casa durante la pandemia del COVID-19?
- En Estados Unidos, las encuestas indican que la proporción de la educación en casa ha aumentado. Es posible que muchos de esos nuevos educadores en casa acaben volviendo a las escuelas públicas o privadas cuando la pandemia retroceda, pero puede ser que, para algunos, la experiencia de la educación en casa por el COVID-19 haga que sigan educando en el hogar indefinidamente. Los diferentes sistemas pueden tener diferentes ventajas. La educación en casa quizá permita una mayor oportunidad y flexibilidad en lo que respecta a la formación del carácter. La escuela pública puede tener más recursos para asegurar la preparación para la universidad.