Mucho se está comentando, en los foros de mercadeo, la importancia de tener o crear una marca fuerte.
Especialmente en esta época, en la cual el dominio de las redes sociales y su influencia es incuestionable.
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Hoy para que un producto o servicio sea exitoso, el mercado exige que la marca sea reconocible, que esté asociada a elementos positivos y que los clientes potenciales quieran asociarse con la misma. Esto es lo que llamamos tracción en el mercado.
Una marca con tracción es mucho más que un nombre corporativo o un logo. Una marca es la representación pública de todas las características y atributos de una empresa, incluyendo sus productos y la suma de todas las experiencias de los clientes con éstos.
Con el tiempo y la exposición, toda marca se convierte en un repositorio de la percepción que tiene el cliente de tus productos y tu empresa. Es por esta razón que hay marcas que son memorables, apreciadas y con productos deseables. Otras son simplemente irrelevantes y con productos fácilmente sustituibles.
Al final, tu marca representa la reputación de tu producto en el mercado. Esta es principal razón por la que debemos fortalecer y proteger nuestra marca.
Debido a la importancia de la marca en el desempeño de nuestra organización y sus productos; la pregunta que debemos hacernos es la siguiente: ¿Cómo podemos fortalecer nuestra marca para que tenga presencia, impacto, comunique lo que queremos y logre que los consumidores quieran asociarse con ésta?
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Los más recientes estudios han identificado múltiples factores como los elementos claves en el desarrollo de una marca fuerte.
Pero entre todos estos factores identificados, los siguientes son los componentes medulares, para fortalecer una marca y lograr que esta genere permanencia en el mercado:
El primero elemento para estimular la fortaleza de la marca es, la calidad de sus productos o servicios.
La calidad asociada al producto o servicio que se mercadea, es el factor que tiene mayor impacto en la experiencia del consumidor con la marca. Si tu producto, servicio, o la combinación de ambos, satisface las expectativas de tu cliente, automáticamente comenzaste a influenciar a tu cliente, creando asociaciones positivas con tu marca.
El segundo elemento es el mensaje primario. Este definirá la marca. Tu marca eventualmente se convertirá en un símbolo que comunicará lo que eres, lo que haces y lo que pueden esperar tus clientes. Pero en la etapa inicial del proceso de desarrollo de una marca, o en la fase de reposicionamiento de esta; se recomienda definir y exponer de manera específica, un mensaje que especifique lo que tu marca representa. Este mensaje inicial, determinará la imagen conceptual que los clientes asimilaran de tu marca.
Eventualmente el cliente solo mirará tu logo y lo verá como un símbolo representativo de la imagen conceptual que le has creado.
El tercer elemento es la visibilidad de la marca. Si la marca no está visible en el mercado, no cumplirá con su cometido. Lograr la visibilidad de tu marca requerirá posicionarla y exponerla efectivamente en el mercado. Esto requerirá que explores meticulosamente estrategias de posicionamiento del producto y la marca en visuales de alto impacto. También debes explorar la integración del producto y la marca, en videos y eventos. Otra estrategia que bien trabajada da resultados es, la asociación directa con figuras de influencia para tu mercado objetivo.
Protege y fortalece tu marca. Ésta es mucho más que un logo.