Barranquitas — Como parte de la ruta gastronómica del centro de la isla, se encuentra un lugar que apuesta por algo más que buena comida, apuesta por una experiencia. Y no es casualidad. Su propio eslogan lo dice todo: “Vive la experiencia”.
Así se presenta La Parrillada, un concepto familiar creado por Noraly Burgos y su esposo Yamil Reyes, quienes llevan más de una década cultivando una propuesta enfocada en carnes premium, cócteles distintivos y un trato que busca que el cliente siempre regrese.
La historia comenzó en Naranjito, donde hace 14 años abrieron su primer local. Allí, el ambiente era más chinchorreo, informal y con una cocina abierta donde la parrilla era protagonista frente al comensal.

Tres años atrás decidieron expandir su propuesta hacia Barranquitas con un espacio más formal, acogedor y pensado para familias, grupos y amantes de la buena mesa. “Queríamos un lugar tranquilo donde pudiera brindar un cóctel, donde una familia viniera y la pasara chévere, con excelente atención y comida de calidad”, comentó Burgos en entrevista para Sabrosia.PR
Y lo han logrado. La Parrillada en Barranquitas recibe al visitante con vinos, coctelería creativa y una oferta que combina sabor y consistencia.

De hecho, la sangría de la casa, conocida como Sangría Prócer, se ha convertido en su sello del restaurante familiar. “La gente viene específicamente por la sangría de la casa”, aseguró la propietaria con orgullo.
Durante nuestra visita, comenzamos probando algunos de sus aperitivos más populares, muchos de ellos creados especialmente para la temporada navideña. Entre ellos destacan unos pasteles de masa empanados en masa de bacalao, una combinación poco común que los clientes han recibido “superbien”.
A esta propuesta se suman el spring roll de morcilla acompañados de un aioli cremoso de albahaca —una mezcla sorprendente y deliciosa—, los ya famosos egg rolls de pastelón que llegaron como especial por un mes y nunca pudieron sacarse del menú por demanda, y el chorizo parrillero al vino, otro de los favoritos para compartir.

La oferta principal, sin embargo, se centra en lo que les dio nombre: la parrilla. “Nos distinguimos porque traemos cortes de carnes premium: New York, ribeye, churrasco… la calidad de la carne siempre debe ser la más alta”.
Uno de los cortes más llamativos es la picaña, poco común en la zona central y muy bien recibida por los comensales. Además, los platos de la casa que llevan el nombre de La Parrillada se reconocen por incluir una crema de setas gratinada al horno con queso, ya sea en el churrasco, la pechuga u otras proteínas. “La gente ama esa crema de setas, es espectacular”, explicó.
Aunque la carne es su fuerte, también se destaca el salmón, que se vende tanto como la pechuga gracias a los clientes que aman estos platos.

Al final, la filosofía de este matrimonio es sencilla, ofrecer lo que a ellos mismos les gusta recibir. “No somos de tomar, pero nuestra pasión es comer. Nuestro hobby siempre fue salir a diferentes restaurantes y queremos brindar lo que nos gusta recibir. Dar calidad siempre será nuestra prioridad.”
Ese balance de buena comida y excelente trato es lo que define la experiencia de La Parrillada. Y es justamente ese equilibrio el que la propietaria considera esencial: “La gente te recuerda más por el trato, pero también por la comida. Aquí debe haber un balance de ambos. Que vuelvan por las dos cosas”.
La Parrillada abre de martes a domingo desde las 11:00 a.m., con especiales de almuerzo de martes a viernes hasta las 3:00 p.m. y servicio a la carta hasta las 10:00 p.m. Los fines de semana también trabajan hasta las 10:00 p.m.
Están ubicados en la carretera PR-152, kilómetro 16.0, Barrio Quebradilla, Barranquitas. Por el momento, no requieren reservación.

