Con miles de casos de dengue reportados al Departamento de Salud (DS) en lo que va de año, la Unidad de Control de Vectores de Puerto Rico (PRVCU, en inglés) orientará a la población sobre las estrategias de prevención y erradicación del mosquito transmisor Aedes aegypti.
La Convención Anual de Control de Vectores, organizada en conjunto con la Asociación para el Manejo de Vectores, reunirá especialistas, líderes comunitarios y personas interesadas en los municipios de Gurabo, el primero de octubre, y Hormigueros, el 3 de octubre, para actualizar sobre el estado de la epidemia y presentar modelos de respuesta integral, entre otras iniciativas.
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Si bien el dengue ha estado por encima del umbral epidémico por la mayor parte del año, el último informe de la Sistema de Vigilancia de Enfermedades Arbovirales del DS detectó la mayor disminución en casos en la última semana, que comprendió del 27 de agosto al 3 de septiembre, con 31 casos. Pero, la declaración de epidemia se mantiene vigente hasta que todas las siete regiones de salud estén por debajo del umbral por varias semanas consecutivas.
El informe epidemiológico encontró una alta concentración de casos de dengue en los municipios de Aguas Buenas, Guayama, Cataño, Sabana Grande y San Lorenzo.
Sobre esta incidencia, la doctora Julieanne Miranda Bermúdez, directora asociada del PRVCU, un programa del Fideicomiso para Ciencia, Tecnología e Investigación de Puerto Rico, opinó que todo el archipiélago está en riesgo por la presencia del mosquito, o el vector, en todos los municipios.
“Es [una] responsabilidad colectiva. Tenemos un rol directo en reducir los criaderos de mosquitos. Si tenemos un caso de dengue, este [mosquito] empieza a picar a una persona enferma y podrá ser capaz de transmitir el virus en otras personas”, explicó.
En el período analizado por Salud, no hubo casos de Zika ni chikungunya, dos enfermedades también transmitidas por vectores que se monitorean en el sistema. Otras similares incluyen oropouche, que tiene su propio sistema de vigilancia local; fiebre amarilla, y mayaro, de las que se han detectado en otras regiones del mundo.
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Para el doctor Grayson Brown, director ejecutivo del PRVCU, la presencia de esas enfermedades representa un “potencial riesgo de introducción”.
“Es vital que tanto los profesionales de la salud como los especialistas en manejo de vectores estén informados y preparados. La educación y vigilancia son herramientas clave para prevenir la propagación de estos virus y proteger a nuestras comunidades”, señaló.
Algunas de las estrategias de mitigación que el PRVCU implementa, con apoyo del DS y de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, en inglés), son la promoción de screens; el monitoreo del Aedes aegypti; la instalación de emanadores pasivos; y el uso de trampas, adulticidas o larvicidas a gran escala, mediante aspersión desde camiones, en comunidades que Salud identifique.
La Unidad también recibe fondos del Departamento de Vivienda federal (HUD, en inglés) para proyectos de colocación de screens en Ponce y, más recientemente, para evaluar el uso de screens en puertas en complejos de vivienda pública.
Miranda Bermúdez enfatizó que la médula de la convención es la educación comunitaria y en cada edición la organización se propone diversificar el alcance, por lo que se seleccionaron los municipios de las zonas este y oeste. Ambos eventos son gratuitos y conllevan registro previo.