Durante décadas se ha hablado del famoso punto G como un pequeño botón mágico dentro del cuerpo femenino. Pero, ¿realmente existe como un órgano separado?
En realidad, la evidencia científica más reciente nos invita a verlo como una zona erógena sensible, muy variable de una persona a otra, y no como una estructura específica y universal. Otros investigadores coinciden en que no hay pruebas consistentes de un punto definido.
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¿Dónde sí podría estar esa zona placentera?
Aunque no sea un punto exacto, muchas personas identifican una zona sensible en la pared anterior de la vagina, aproximadamente entre 3 y 5 cm desde la entrada, cerca de la uretra. Esta área a veces se describe como más firme o rugosa al tacto y puede hincharse cuando está excitada.
Cómo “explorar con amor propio y sin presiones”
La mejor forma de conocer esta zona es exploración suave y consciente. Puedes empezar por relajarte y lubricarte, ya sea con lubricación natural o un producto adecuado.
Luego, introduce uno o dos dedos en forma de gancho, con la palma hacia arriba, y haz un movimiento tipo “ven aquí” contra la pared frontal. Si descubres una zona con textura diferente y una sensación placentera (puede haber una leve sensación de ganas de orinar al inicio), probablemente estés en el lugar correcto.
Ten en cuenta que la comunicación contigo misma o con una pareja de confianza es clave, porque expresar cómo te sientes y qué te gusta hace que la experiencia sea más agradable y segura.
Más allá del “punto”: un viaje de autodescubrimiento
No todas las mujeres perciben esa zona igual, y eso está bien. Pase lo que pase, tu placer es válido sin importar si encuentras esa zona o no. Lo precioso aquí es permitirse descubrir sin presiones, sin “tener que lograr un orgasmo perfecto”, sino explorar lo que realmente se siente bien.
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Además, el clítoris es una fuente de placer poderosa y compleja; no es solo lo que vemos por fuera, sino una estructura que se extiende internamente y se conecta con otras zonas erógenas. De hecho, muchos orgasmos son en realidad una combinación de estimulación clitoriana interna y emocional.
¿Y el “punto G” del hombre existe?
Sí, el cuerpo masculino también tiene su “punto G”, aunque no se llame así oficialmente. En realidad, se trata de la próstata, una glándula del tamaño de una nuez ubicada a pocos centímetros dentro del recto, detrás de la base del pene.
A menudo se le llama “punto P”, cuando se estimula correctamente, la próstata puede producir sensaciones intensas y hasta orgasmos más profundos que los provocados únicamente por el pene.
Un mensaje de celebración: cada cuerpo tiene su ritmo
La sexualidad es rica, diversa y personal. Celebrar esa diversidad es lo que hace esta exploración divertida, emotiva y libre de tabúes. No hay una única “zona del placer”: existe una constelación de sensaciones, emociones y conexiones que tú decides explorar.
Tu cuerpo es tu mapa, y cada pincelada de autoconocimiento es un paso hacia el bienestar, el empoderamiento y el placer auténtico.