Sabías que en una pescadería en Naguabo se desarrolló un criadero y vivero de caracol rosado (Alisger gigas), conocido localmente como Carrucho, con el apoyo de pescadores locales para el suministro sostenible de mariscos y promover la restauración de poblaciones silvestres en Puerto Rico.
Las facilidades del Centro de Acuicultura de la playa Húcares que opera la fundación Conservación ConCiencia, cuenta con un laboratorio que se ha convertido en un lugar para que tanto la comunidad y visitantes aprendan sobre la biología del caracol rosado, la pesca, la acuicultura y restauración.
Conservación ConCiencia es una organización sin fines de lucro basada en Puerto Rico que protege el medioambiente promoviendo el desarrollo sostenible.
La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y Agricultura (FAO por sus siglas en inglés) define la acuicultura como una actividad relacionada con la cría, cultivo y cosecha de organismos acuáticos, tanto plantas como animales, en ambientes controlados o semicontrolados, como estanques, lagos, ríos o el océano. Es una forma de producción alimentaria que se centra en especies acuáticas como peces, crustáceos, moluscos y plantas acuáticas.
En la acuicultura, los organismos acuáticos son criados y cultivados bajo condiciones controladas para su posterior comercialización. Este proceso puede implicar la reproducción, el crecimiento y el mantenimiento de las especies acuáticas en entornos específicamente diseñados para maximizar la producción y minimizar los impactos ambientales negativos.
La acuicultura es una importante fuente de alimentos en muchas partes del mundo y desempeña un papel clave en la seguridad alimentaria global. Algunas formas comunes de acuicultura incluyen la piscicultura (crianza de peces), la ostreicultura (crianza de ostras), la camaricultura (crianza de camarones), y la agricultura (cultivo de algas).
Entre la importancia de la acuicultura se encuentran el suministro sostenible de proteínas alimentarias, la conservación de especies salvajes al reducir la pesca excesiva, y la creación de empleos y oportunidades económicas en comunidades costeras. Sin embargo, también plantea desafíos en términos de gestión de recursos, impacto ambiental y regulación para garantizar su sostenibilidad a largo plazo.
Dicho laboratorio en Naguabo cuenta con equipo especializado para cultivar los caracoles juveniles hasta que llegan a una longitud de concha y estos caracoles rosados son usados para repoblar las praderas marinas o abastecer los corrales costeros para la producción de marisco sostenible.
El primer paso es la recolección de masa de huevos e incubación. Una vez que los huevos eclosionan habrá miles de larvas (conocidas como larvas veliger) nadando en los tanques, dando paso a la crianza de las larvas. Según se desprende del manual de la FAO, la cría de larvas veliger es la parte más intensa del proceso de cultivo del caracol rosado.
En el Centro de Acuicultura los visitantes pueden observar los tanques y equipos especializados para el desarrollo larvario, así como aprender sobre los sistemas de alimentación (cultivos de microalgas) de acuerdo a la etapa de crecimiento, cambios morfológicos, fases de la crianza de los juveniles, y procedimientos en los sistemas del vivero.
Luego que llegan a la etapa adulta son liberados y se devuelven al mar.
El carrucho se reproduce durante todo el año y representa una de las pescas comerciales más importantes de la isla.
Según los datos más recientes (2017) proporcionados por Raimundo Espinoza director de la Fundación Conservación ConCiencia, alrededor de “300 mil libras de carrucho se pescan en Puerto Rico anualmente”.
“Eso es lo que se ha reportado, entonces puede ser que hasta sea un poquito más, que no se haya reportado. Pero 300 mil libras al año representa alrededor de tres millones de dólares que va directo al pescador. Entonces recordemos que en la pesca no solo se vende una vez. Son tres millones a los pescadores, pero después esa venta se vuelve a vender al acaparador, y después del acaparador, al restaurante o al individuo. Entonces esos tres millones se multiplican por 2 o 3 veces más, que puede llegar hasta nueve millones lo que solo la pesca del carrucho contribuye a la economía”, explicó el experto.