Seguramente has sentido que tu estado de ánimo mejora cuando comes algún alimento que te gusta mucho o que tiene ciertos componentes, pues la ciencia ha encontrado que eso que sientes es real y que en efecto la comida que ingerimos puede hacernos felices.
Diversos estudios han encontrado que existen ciertos alimentos que influyen en la producción de neurotransmisores y hormonas en el cerebro que regulan nuestro estado de ánimo y, en definitiva, nos hacen sentir un poco más felices cuando los ingerimos.
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Estos neurotransmisores se crean a partir de compuestos que se encuentran en los alimentos, y algunos de ellos contribuyen mejor que otros a la producción de estas sustancias. Se ha encontrado que la serotonina, la dopamina y el ácido γ-aminobutírico son neurotransmisores que producen felicidad y se encuentran en ciertas comidas.
Según explica la organización Food & Mood, durante años, diversos estudios, han relacionado ciertos alimentos, especialmente los que contienen grasas sal y azúcar, como generadores de felicidad instantánea, esto debido a que provocan la liberación casi instantánea y explosiva de dopamina y serotonina, que nos hacen sentir bien en el momento.
Pero como se dijo, la felicidad que generan este tipo de comidas es efímera y un consumo recurrente de estos alimentos, conocidos como comida chatarra puede provocar todo lo contrario a la felicidad, pues un estudio publicado en 2022 en la revista Nutritional Neuroscience encontró que relación entre el consumo de comida chatarra y el malestar psicológico en niños y adolescentes.
“Este metaanálisis demostró que el consumo de comida basura se asociaba a un aumento de las probabilidades de sufrimiento psicológico en niños y adolescentes. Estos resultados respaldan la recomendación actual de reducir el consumo de comida basura”, se lee en la investigación.
Así, los más recientes estudios en torno a la relación entre las comida y la felicidad sugieren que los alimentos que realmente pueden brindarnos un mejor estado de ánimo son los naturales y nutritivos, los cuales no solo generan un ‘shot de felicidad’ a través de los neurotransmisores como serotonina o la dopamina, sino que generan un bienestar a largo plazo.
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“Sabemos por ensayos clínicos que ayudar a las personas a cambiar a una dieta más sana puede tener un gran impacto incluso en la depresión clínica grave”, explicó a Metro Felice Jacka, catedrática de Psiquiatría Nutricional y Directora del Food & Mood Centre de la Universidad Deakin.
Investigaciones recientes han encontrado que una dieta sana favorece la salud intestinal, que se comunica con el cerebro a través del llamado eje intestino-cerebro. Es en el intestino donde se producen neurotransmisores como la serotonina y la dopamina, que, como se mencionó anteriormente, regulan nuestro estado de ánimo y nuestras emociones.
“Un creciente número de publicaciones muestra que el microbioma intestinal desempeña un papel determinante en diversos trastornos psiquiátricos, incluido el trastorno depresivo mayor”, escribió en 2020 un equipo de científicos en la Harvard Review of Psychiatry.
Estudios realizados a un número importante de sujetos de una población también han descubierto que las personas que consumen muchos alimentos ricos en nutrientes presentan menos depresión. Una investigación de ese tipo, publicado en 2016 en la Revista Americana de Salud Pública, hizo un seguimiento a 12.400 personas durante unos siete años, reveló que los individuos que aumentaron su consumo de frutas y verduras durante el periodo de estudio obtuvieron puntuaciones sustancialmente más altas en cuestionarios sobre sus niveles generales de felicidad y satisfacción vital.
En conclusión, estos nuevos estudios contrastan con la creencia de que los alimentos hipercalóricos saben mejor, nos hacen felices y alivian un estado de ánimo negativo.