El director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, advirtió esta semana que la enfermedad “X” podría ser “20 veces más mortal” que lo que experimentó el mundo durante la pandemia del coronavirus.
Ghebreyesus pidió a los países que firmen el tratado pandémico para que el mundo pueda prepararse para la enfermedad “X” durante el Foro Económico Mundial de Davos, en Suiza.
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“Es mejor anticipar algo que pueda suceder porque ha sucedido muchas veces en nuestra historia, y prepararse para ello. No debemos afrontar las cosas sin estar preparados. También, podemos prepararnos para algunas cosas desconocidas”, expresó.
Según reportó el diario estadounidense New York Post, la enfermedad “X” es un virus hipotético “marcador de posición” que aún no se ha formado, pero los científicos dicen que podría ser “20 veces más mortal” que el COVID-19.
“Perdimos a muchas personas (durante el COVID-19) porque no pudimos gestionarlas. Se podrían haber salvado, pero no había espacio. No había suficiente oxígeno. Entonces, ¿Cómo se puede tener un sistema que pueda expandirse cuando sea necesario?”, agregó.
“X” se añadió a la lista de patógenos para investigación de la OMS en 2017.
A principios de 2021, se advirtió que un brote de la “X” podría acabar con 75 millones de personas y provocar pandemias cada cinco años. Se afirmó que la enfermedad también puede ser peor que la Peste Negra y causada por el aumento de la actividad humana en los hábitats de los animales.
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En 2023, se inauguró un nuevo laboratorio con sede en el Reino Unido para ayudar a estudiar la enfermedad “X”. Porton Down es un centro de investigación de vacunas de última generación donde los científicos trabajarán para garantizar que futuras pandemias se detengan en seco y no causar la misma perturbación en la vida cotidiana que causó COVID-19.
Fue presentado recientemente al público y tiene su sede en el campus de la Agencia de Seguridad y Salud del Reino Unido en Wiltshire.
Se informó que los virus vivos se mantienen en instalaciones de contención especializadas, y los investigadores analizan patógenos que aún no tienen una vacuna o aquellos cuya inmunización podría mejorarse, como la gripe, el mpox o el hantavirus.