Muchos son los casos que terminan en tragedia debido a los problemas de ira y su descontrol entre los involucrados ante una situación en particular que muchas veces cuando se observa con más detenimiento cuáles son las razones, es más que claro que con una correcta educación emocional todo se podría controlar y prevenir.
Diego J. Degratti, licenciado en Psicología explica a la Revista de Psicología UCA sobre la importancia de enseñar a controlar las emociones para que cada ser humano pueda controlar las presiones mentales generadas por el estrés del día a día.
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“Las etapas evolutivas son diferentes entre sí y cada cual tendrá características que le son propias y con la dificultad que cada una tendrá, siendo el ámbito familiar, escolar y social un punto que favorezca o inhiba el desarrollo emocional de un individuo”, explica el especialista argentino.
Búsqueda del control de ira
Desde el mismo primer día de vida, es importante que cada persona pueda controlar los distintos niveles de ira, por eso, el ámbito familiar es tan fundamental en el proceso y para esto es importante el reconocimiento de las emociones y los sentimientos.
“Está comprobado que la inteligencia logra un mejor desarrollo con el acompañamiento de los afectos. Entonces su implementación en las diferentes etapas etarias del desarrollo del ser humano son vitales para lograr una mejora a nivel personal, familiar y por ende social”, menciona Degratti.
La adolescencia es también clave porque se juegan otras características, principalmente dos: la agresividad y su vínculo con la autoridad. “El ser humano en su origen fue un animal que, gracias a la evolución del prefrontal cerebral, le permitió la evolución frente a diversas condiciones, pero también lleva una carga de agresividad que es parte de sí, que no puede ser excluida”.
La educación emocional entra sin duda alguna, en la prevención primaria, nutrir a familias, escuelas, clubes de barrio, centros religiosos, iglesias con charlas informativas, juegos y/o programas sobre salud mental, nos daría una sociedad más cercana al concepto de lo sano.