El ritmo acelerado de la vida al que estamos sometidos puede llevarnos a sentirnos agotados todo el tiempo sin embargo, la mayoría de las veces las personas que nos rodean son un impulso que nos recuerda que todo estará bien y que hacen que nos olvidemos de todo ese estrés.
La familia, los amigos y una pareja pueden darnos la dosis de energía que necesitamos cuando más agotados nos sentimos pero ¿qué pasa cuando es todo lo contrario y en lugar de sumar nos restan?
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Quizá te ha sucedido que hay personas que te roban más energía de la que te aportan y es que, extrañamente, después de estar con éstas es cuando peor te sientes.
Si has estado en esta situación, es posible que te estés enfrentando a un “vampiro energético”.
¿Qué es un vampiro energético?
Si bien existen varios tipos de vampiros energéticos, todos tienen un efecto agotador y desalentador en las personas. Por supuesto no es que todos debamos estar siempre positivos y sin quejarnos pero estas personas van más allá.
Los vampiros energéticos absorben toda la energía positiva de una relación a través de ciertos comportamientos tóxicos pero muchas veces no son conscientes de los efectos que tienen en los demás. Algunos ejemplos son:
-Quienes tienden a menospreciar a los demás para sentirse “más”. Un vampiro energético siempre tendrá una razón para hacerte sentir mal por tus logros.
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-Quienes juegan el papel de víctima. Estos siempre buscarán tener la atención de los demás mostrando el lado más deprimente de su vida, esperando a que tengan empatía por dicha situación.
-Quienes son incapaces de tomar decisiones por sí mismas. Estas personas son agotadoras por su constante necesidad de orientación y dirección. Siempre ejercen presión para que el otro les resuelva la vida.
-Las personas narcisistas: El problema con éstas es que tienen un ego de gran tamaño. Éstas buscan que todo gire en torno a ellas, tienen un sentido inflado de su propia importancia y una profunda necesidad de admiración.
-Las personas manipuladoras: Éstas utilizan la persuasión para salirse con la suya, causando que los demás duden de sí mismos.
-Las personas controladoras: Estas personas buscan que todo se haga a su modo, cuando quieren. Intentan hacerse cargo de cada situación, lo cual es agotador para los demás.
¿Cómo detectar que estás con un vampiro energético?
Si bien podrás encontrar características de un vampiro energético en las descripciones anteriores, hay señales universales que delatan que estás con uno. Ya sea alguien de tu familia, un amigo, un compañero de trabajo o incluso tu pareja, así puedes saber si te está absorbiendo energía.
Algunos vampiros energéticos prosperan creando drama dondequiera que vayan. Así como los narcisistas necesitan su suministro narcisista, muchos vampiros energéticos se alimentan del drama emocional que generan en los demás. Cuanto más complicada se vuelve una situación, más satisfechos se sienten.
1. Siempre te están criticando (o a los demás): En lugar de levantarte el ánimo, te tumbarán criticándote o a otras personas en tu vida. Te harán sentir mal por quien eres y peor aún, te mantendrán en sus redes en forma de “mejor amigo” por lo que es fácil caer en un abuso emocional.
2. Son carismáticos: Lo que hace tan difícil descubrir a un vampiro energético es que son tan encantadores que pensarás que “no hay nada de malo” o que sus actitudes son “normales”. Tienen una gran capacidad de persuación por lo que fácilmente ganan a la gente de su lado.
3. Minimizan tus problemas: Los vampiros energéticos no tienen tiempo para escucharte cuando algo te preocupa ni tampoco estarán disponibles para ofrecer su apoyo. Toda su atención está en satisfacer sus propias necesidades.
4. Culpan a otros por todo. Estas personas son muy buenas jugando el juego de la culpa (por lo mismo que siempre se ponen en el papel de víctima). Siempre están manipulando situaciones para nunca tener la culpa y se apresuran a señalar a otros por lo que les pasa, incluso si fueron ellos quienes tomaron las malas decisiones.