Todos, en algún momento de nuestras vidas, nos hemos inscrito en el gimnasio, para terminar yendo tan solo tres veces al mes. Ir al gimnasio es un desafío a la constancia y a la motivación, claves para formar el hábito. Sin embargo, existen diversas estrategias que puedes utilizar para mantenerte motivado y lograr tus metas de acondicionamiento físico.
Cinco consejos para motivarte a ir al gimnasio
Metas realistas
Uno de los principales obstáculos al momento de ser constantes yendo al gimnasio es que nos ponemos metas irreales. En tan solo un par de días, pretendemos cambiar todo nuestro estilo de vida.
PUBLICIDAD
Ya sea que desees perder peso, aumentar tu fuerza o mejorar tu resistencia, establece objetivos a corto y largo plazo. Divide tus metas en pasos alcanzables y celebra tus logros a lo largo del camino.
Tener un compañero de gym puede ayudar
Si no te motiva mucho ir solo al gimnasio, tener un compañero de ejercicios puede ayudarte a ser un poco más constante. Este compañero puede brindarte apoyo cuando no tengas motivación, y juntos pueden crear rutinas de ejercicios para ayudarse mutuamente en el logro de los objetivos.
No hagas siempre la misma rutina de ejercicio
La monotonía es otra de las causas del abandono del gimnasio. Muchas personas se aburren de hacer siempre los mismos ejercicios y no le encuentran mucho sentido a las repeticiones.
Para mantener la motivación, prueba diferentes tipos de ejercicios y actividades físicas. Por ejemplo, hay días en los que puedes hacer ejercicios con pesas, otros días puedes hacer cardio tomando una clase de Zumba y, si quieres variar más, en otra ocasión puedes entrenar con boxeo.
Ponte metas y dáte recompensas
Recompensarte a ti mismo por las metas alcanzadas puede ser motivador para ir cada día al gimnasio. Regálate un libro, un día de spa o una cena especial en casa. Todo esto te ayudará a motivarte y a sentirte orgulloso de tus logros.
PUBLICIDAD
Define qué te motiva
Aunque pongas en práctica todas estas recomendaciones, al final del día es indispensable que definas cuál es la motivación principal por la cual te inscribiste en el gimnasio. Si para mejorar tu salud, estar en forma por una ocasión especial o simplemente para sentirte bien contigo misma.
Mantén esas razones en mente y visualiza los beneficios que obtendrás al ir al gimnasio. Utiliza técnicas de visualización y afirmaciones positivas para reforzar tu motivación interna.
Recuerda que la motivación puede fluctuar, pero con estas estrategias puedes superar los momentos de desánimo y mantener tu compromiso con el ejercicio.